Revelación

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De un tiempo para acá Yamaguchi pensaba que Tsukishima estaba algo extraño, si bien seguía demostrándole cariño, algo en su semblante le hacía pensar que definitivamente no estaba siendo él mismo.

El día había estado como de costumbre, era viernes y por lo tanto Tsukishima se quedaría a dormir todo el fin de semana para adelantar tareas, ir a algunos entrenamientos, pasarla juntos como se suponía que disfrutaban; el remordimiento dentro del pecoso había existido desde el inicio de su relación, sentirse insuficiente era su pan de cada día, después de todo su mejor amigo de la infancia había salido con nada más ni nada menos que con el capitán del equipo de Nekoma.

-Fue sólo como amigos- 

Había visto al rubio encogerse de hombros cuando le preguntó acerca de esa salida, y nunca más volvieron a tocar el tema; pero eso no significaba que Yamaguchi parara de compararse día y noche con el tipo de cabellos negros y alborotados, su estatura ni siquiera era la suficiente para mirar a los ojos a Tsukki adecuadamente, nunca podría pasarle el brazo sobre los hombros de una forma caballerosa, ni mucho menos protegerlo si alguien quería hacerle daño, esa era la mediocridad de Yamaguchi Tadashi, su mediocridad

Y es que él entendía que lo que no había pasado en su año no debía hacerle daño... Pero era reciente para su relación, básicamente un mes antes de que todo se aclarara entre él y el rubio, aunque ya llevaban 1 año y 6 meses saliendo, SÍ  fue en su año ¿no? 

El salir de la escuela había sido algo horrible, en su nerviosismo tenía la sensación de querer morir y vomitar el poco bocado que había tocado en todo el día y es que esa sería la noche, la noche en que al fin se atrevería a hurgar en el teléfono de su novio buscando pero no queriendo encontrar.  

- ... - tragó saliva, el solo imaginar lo que podría aparecer frente a sus ojos le hizo querer morir, y es que amaba a ese hombre con todo su corazón y ese hombre lo amaba a él, o al menos así se sentía cuando era acunado en sus brazos, cuando le besaba la frente, cuando recordaba pequeños detalles o las cosas que le gustaban  ¿Cómo se sentiría saber que todo eso era mentira? - ... - suspiró mientras negaba enérgicamente con su cabeza, eso no iba a pasar, él solo estaba exagerando y las cosas resultarían con él disculpándose a la mañana siguiente por meter las narices en donde no le importaba - 

Llegaron a su casa, se quitaron los zapatos a la entrada, el compás de que todo iba como de costumbre hizo que su corazón dejara de palpitar a mil por hora, simplemente estaba siendo exagerado. 

Hicieron la cena con la madre de Tadashi, comieron e incluso se sirvieron dos veces, tuvieron breves conversaciones que acababan en risotadas de parte de Tsukishima y corajes de parte de Yamaguchi; su madre siempre se esforzaba por comentarle cosas vergonzosas a su pareja, como si eso fuera su trabajo y ella fuese enormemente remunerada por ello. 

Tras recoger la mesa y limpiar la cocina ambos subieron a la habitación del chico de cabellos verdes, como de costumbre Tsukishima se preparó para meterse a bañar primero, dejando su mochila y algunas cosas en una esquina que estaba dispuesta sólo para él desde hacía años.

- Oh... - dijo antes de irse a duchar, mientras sacaba algo  que al principio Yamaguchi no visualizó bien - Lo pondré a cargar, espero no te moleste - 

- Para nada, Tsukki - dijo el pecoso con una sonrisa temblorosa ¿Es que a caso el destino estaba jugando a su favor? No, no pensaba eso. Quizá era más en su contra, quizá encontraría algo que lo destrozaría y finalizaría su relación con Kei... No, no podía ser así - 

- Bueno, me iré a duchar - dijo mientras le daba un pequeño beso en la coronilla al más bajo, quien estaba sentado en el suelo frente al televisor, dispuesto a ver algún programa para esperar al rubio, o al menos eso era lo que haría en circunstancias normales.

HANGOVER [TSUKIYAMA]Where stories live. Discover now