Había regresado algo entrada la noche, donde los colores del cielo ya decaían, apenas y había luz en las calles, caminaba solo pensando en cómo podría explicar lo sucedido, como decir que su querido había muerto, tenía que pensar en algo creíble.
Al estar ya en la puerta tomo sus llaves, noto un detalle cuando estuvo por girar el picaporte, ¿Había dejado las luces prendidas? no lo recordaba, pero ¿Qué más daba? no recordaba la última vez que salió solo, o, la última vez que fue a cualquier lugar y no era regañado, no divago más pues deseaba dormir.
Apenas puso un pie dentro recibió un fuerte golpe en el estómago, uno que le saco el aire poniéndolo de rodillas por el dolor, apenas pudo girar la cabeza cuando otro golpe fue dado en su espalda, grito por el dolor que le provoco, un golpee final fue dado en la parte trasera de su cabeza dejándolo en un limbo entra la conciencia y el desmayo.
Su vista nublada no le permitió ver a donde era llevado pues luchaba por no cerrar los ojos, sus oídos solo escuchaban pitidos, como si algo se hubiese roto dentro de su cabeza. Fue arrastrado escalera abajo, detecto el olor a humedad, ya sabía dónde estaba.
No le gustaba pensar en su niñez o adolescencia, crecer con alguien que se divertía viéndolo sufrir o siendo abusado por alguien, por ello le daba asco el sexo y cualquier contacto que no permitiese.
Cuando murió Gran Colombia se fueron con él su pequeña esperanza de ser feliz con alguien que lo amase, y su protector, se resignó por mucho tiempo a ser usado, como una muñeca que podían tocar, usar y romper.
Su forma de ser fue algo que logro con los años, su carácter violento lo desarrollo con Argentina, no sabía porque disfrutaba tanto de hacerle daño, de verlo tan jodido como él, controlarlo a su antojo. Fue lo sumiso del argentino lo que llamo su atención, le dejaba hacerle de todo a cambio de unos abrazos y pequeños besos.
Luego se encariño más de lo que espero con lo dulce y detallista que era con él, solo con él, por ello no quiso dejarlo ir cuando empezó a pedirle su ubicación, su celular, elegirle la ropa, hacerle cosas que no le gustaban. Eran cosas pasables, pensó en su momento.
No era fanático de los sótanos oscuros, era recapitular un episodio de su vida que odiaba con toda su alma, trato de levantarse con las pocas fuerzas que le quedaban, recibió el mismo golpe en el cuello, esta vez llevándolo al desmayo.
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