Apenas abrió la puerta de su hogar pudo encontrar una escena que, si bien antes había podido ver, aun si su papi trataba de evitar aquello. Su padre tenía sujetado de la muñeca a su lloroso y golpeado papi.
Cuando se dieron cuenta de su presencia su padre soltó a su papi como si este fuera fuego, lo miro un rato antes de salir por la puerta trasera, como el vil cobarde que era.
──── ¡Argi! ──── los delgados y amoratados brazos lo rodearon en un fuerte abrazo, sintió las frágiles manos aferrarse a su abrigo, con necesidad, con miedo en cada poro. Devolvió el abrazo antes de levantar a su tembloroso papi.
────Te llevaré a tu cama.
────No por favor, déjame descansar contigo.
Y así fue, con dificultas subieron las escaleras, Wiphala apenas pudo se sostuvo del muro para avanzar, aun sin soltar una de las manos de su hijo. Cuando fue depositado en la mullida cama de su hijo con un gesto de mano, como petición de su compañía, hizo que Argentina se echara a su lado para descansar su adolorido cuerpo en los brazos de su hijo.
──── ¿Quieres oír un cuento? ────pregunto luego de unos minutos en silencio. Argentina dio un pequeño asentimiento que dio paso a las interesantes historias de su papi ────Había una vez, hace mucho tiempo una pareja de avecillas.
──── ¿Cómo vos y papá?
────Mejor que nosotros hijo, mucho mejor. ────acaricio por leves segundos los cabellos de su hijo para seguir ────Un día tuvieron un bebé, muy bonito como tú. Los tres eran muy felices, y el pequeño polluelo un día quiso saltar, abrir sus alitas.
──── ¿Por qué?
────Para ir con su parejita, otra avecilla, uno que era muy bonito.
──── ¿Cómo quién?
────Como tu papi. ────Wiphala al escuchar la tercera voz tembló, creyó que su marido se había ido cuando su hijo había regresado de jugar en el jardín ──── ¿Sabes cómo es tu papi?
────Es alguien muy bueno.
────Claro, en partes. ────comento, avanzo a paso lento hasta la cama de su hijo donde se sentó ────Tu papi es como esa avecilla, la que se enamoró del pajarillo que es igual a ti.
──── ¿Enserio? ¿Conseguiré a alguien como papi?
────Mereces a alguien mucho mejor, hijo. ──── aseguro disfrutado de los temblores corporales de su esposo, tan pequeño y tonto ────Alguien que, si sepa amar, alguien obediente.
──── ¿Papi no lo es?
────Claro que no hijo ¿Por qué crees que tengo que castigarlo? ────pregunto en tono divertido, amaba ver los quejidos de su esposo cada que siquiera rozaba su cuerpo ────Porque no obedece, es malo. ────aseguro acariciando los cenizos cabellos de su hijo.
──── ¿Por eso le quitaste la vista?
────Claro hijo ¿Si no como va a aprender?
La charla murió en ese instante, Wiphala no soporto más oír todo aquello. Lo mejor que se le ocurrió fue gritar y retorcerse hasta caer de la cama, Argentina rápidamente se levantó a ayudarlo, una mano impidió aquello, supuso que su papá se aria cargo como todas las noches, como disciplinar a alguien tan desobediente como su papi.
No paso mucho tiempo para escuchar los gritos de su papi, nunca iba pues lo tenía prohibido por Wiphala, no supo que fue lo que movió sus piernas hasta la habitación de sus padres donde estaban haciendo algo extraño.
El tiempo y las clases le dieron a conocer que hacían el amor
Qué lindo era aquello
Pero si amas a alguien no lo asesinas
¿Por qué su papi asesino a su padre?
¿Si era ese pajarillo mentiroso y sin sentimientos?
No pudo preguntar pues a los días su papi también murió, parecía que alguien lo había asesinado, justo cuando salía del psicólogo, a unas pocas calles.
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────Si me lo vuelves a devolver con moretones dejare de traerlo.
────Tranquilo, le diré al sujeto que se controle.
Fue tirado al lado del tipo que le había dado un fajo de dinero a su padre, parecía estar apurado pues apenas cerró la puerta se posiciono entre sus piernas, apretaba sus muslos con fuerza dándole descargas de dolor.
────Eres tan lindo. ────su abrigo fue jaloneado hasta ser quitado, no tardo mucho para que sus pezones fueran estrujados con los dientes y su cuello empezara a ser ahorcado mientras el miembro ajeno se frotaba contra su trasero. No se movía pues cuando lo hacía parecía incentivar a ser tratado con mayor brusquedad ────Ah~ bebe eres tan delicioso. ────las lamidas en su cuello lo sobresaltaron. Los dedos intrusos no fueron mejor.
Sus noches eran así.
Hasta que una de sus noches apareció, escucho una sirena primero, luego la puerta ser derribada, finalmente él, Gran Colombia. Se le acercó para abrigarlo con su chaqueta.
Fue genuinamente feliz hasta que murió su héroe y al no tener pruebas, pues el juez había sido sobornado y por mas pelea que dio el abogado amigo de su héroe no pudo hacer nada. Ni siquiera llegar a tiempo para llevárselo o para esquivar una apuñalada. Finalmente fue devuelto con su padre.
Donde todo regreso de un golpe, solo que no se volvió a quedar mucho tiempo para ser usado como una muñeca.
Y lo conoció, Argentina, quien lo cuido y se deshizo de su perseguidor para siempre. Alguien que le juro amor eterno.
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bUENO solo decir que ni jodiendo hare esta parte.
Como recompensa pues una ojeadita al pasado resumido de estos dos
