Wigetta: Número equivocado

5. ¿Demasiado lejos?

Samuel:

Dicen que a quién madruga, Dios le ayuda; y por primera vez en muchísimo tiempo, debo concordar con dicha frase y es que nada más levantarme tenía un mensaje de la persona que fue la causa de mi sonrisa todo el día anterior. 

7:06

>> Chiqui: Buenos días. :) <<

Y ahí estaba de nuevo, esa sonrisa extraña en mi cara. Una parte de mí odiaba eso, porque yo no creía en las tonterías de amor a primera vista, en este caso, amor a primer mensaje, ya que aunque su apariencia me encantaba, la forma tímida -aunque a la vez pícara y divertida-, que tenía de escribirme, me fascinaba mucho más de lo que me gustaría admitir. ¡¡Y ni tan siquiera sabía su nombre!! Aunque a decir verdad, era mejor así. El anonimato... despierta un extraño deseo que me gustaría conservar durante algo más de tiempo. 

7: 09

>> Yo: Buenos días. :P. Espero que tengas un gran día. ^^ <<

Tras esto, solté el teléfono en la mesita de noche, asegurándome antes de que ella no estaba en línea, y caminé a las duchas. 

Sinceramente, el día de hoy tenía una pinta extraña, y es que si bien era viernes, no tenía muchas ganas de nada, aunque claramente no me quedaría en cama. Iría a hacer mis ejercicios diarios, después iría a clases y por último, saldría con Fran y con unos amigos, que según él, habían planeado una fiesta para esta noche en no-sé-qué-habitación. 

Cuando llegué a mi cuarto de nuevo, busqué mi ropa deportiva. Tenía bastante prisa porque ya llegaba como veinte minutos tarde, y no me había vestido, así que cuando Fran apareció por la puerta de mi habitación -sin llamar, he de decir, más esto no era necesario por la confianza que nosotros teníamos- prácticamente le grité que se fuera porque no podía entretenerme con nada. Él sólo gritó algo como: "Joder, te has levantado de un pésimo humor, Samuel", y seguidamente, se marchó. 

(...)

El día no tuvo muchas más complicaciones. Después de hacer mi rutina mañanera, caminé hasta la cafetería, con la esperanza de que esta vez Fran me acompañara a comer, para así poder explicarle lo que ocurrió en la mañana, ya que aunque posiblemente no se hubiese enfadado por una tontería así, me gustaría disculparme por haberle pegado voces y prácticamente echarlo de mi habitación a patadas. 

15:23

>> Chiqui: He hecho una parada para comer. (cat) ¿Tú qué tal tu día? <<

No pude resistirme y le mandé una foto mía actualmente. Sentado en una mesa de la cafetería situado al fondo, esperando a que Fran viniese de una vez. 

15:24

>> Chiqui: Se te ve muy solito. >.< <<

Sonreí para mis adentros, deseando momentáneamente que ella estuviese aquí a mi lado, para comer jutos. 

15:26

>> Yo: Tú podrías venir a hacerme compañía. (heart) <<

No podía evitar ponerme coqueto a cada rato, y es que el día anterior me había admitido que era vergonzosa, por lo que era muy fácil sacarle los colores, y a una gran parte de mí, eso le fascinaba. 

15:26

>> Chiqui: No puedo. :(, Ya voy a volver a mi turno. ;-; <<

Solté una carcajada al ver su último emoticono y es que no pude evitar pensar en Finn, un personaje de una serie infantil que se llama Hora de Aventuras, llorando a cascadas. No sé porqué, pero siempre acababa pensando en esa situación cuando veía ese emoji. 

15:31

>> Yo: Jo... bueno, algún día te veré, y entonces... <33 <<

Yo mismo me sonrojé al leer lo que había escrito, y es que quizá se me había ido un poco de las manos. Deseé que no se hubiese molestado. 

Al ver que no me contestaba, suspiré pesadamente. Definitivamente, ese mensaje había ido demasiado lejos. ¿Qué pasaba conmigo? Todo esto era nuevo para mí, nunca había sido tan lanzado con alguien. Si bien había tenido varias parejas, muchas de relaciones informales y esporádicas, esto parece distinto de cierta manera, y esa manera es acojonante, porque una parte de mí grita que esto es lo más intenso que he tenido desde hace mucho, mucho tiempo. Y me da miedo. 

15:42

>> Yo: Lo siento. >.< <<

Dejé el móvil en la mesa y siento una extraña sensación de vacío. La ignoré. 

-¡Samu! -Fran llegó a mi lado y me dio un golpe en la espalda, en forma de saludo. -¿Puedo sentarme, o ahora también tienes prisa y me echarás a patadas? -Sabía que algo de esto me esperaba, por lo que me había resignado. Solo reí y empecé a explicarme. 

-Lo siento, es que realmente llegaba tarde, y como no me diese prisa tampoco iba a poder llegar a clases. -Él sólo rodó los ojos y asintió.

-Está bien, sólo era una broma. -Y así, de un segundo para otro, nos encontrábamos hablando de la fiesta de esta noche. 

16:03

>> Yo: De nuevo, siento lo de antes. Si quieres hablar más tarde, estaré esperando. :) <<

Me guardé el teléfono en mi bolsillo trasero y caminé hasta la habitación de Fran, donde posiblemente, nos esperaría una tarde de videojuegos hasta que llegasen las nueve de la noche. 

"Realmente espero un mensaje suyo" -Pensé, antes de empezar a caminar, cuando palpé el teléfono móvil. Seguidamente un suspiro salió de mí. -"No sé qué pasa conmigo"

(Autora: Pinkyes-chan)