Epilogo

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Los libros se pueden mezclar y crear otra bella historia.

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Parece que el tiempo realmente sano, otra vez el cielo está lleno de nubes y el color azul se ve tan hermoso, ya pasado de medio día seguro es. Ya un año desde lo ocurrido y ya solo se comenta en raras ocasiones, pero ya no afecta a nadie.

Otra vez es una tarde de domingo soleado, los niños juegan en la zona para ellos mientras que son supervisados por sus padres, los perros pasean libremente en aquel parque ya tan conocido. Nuestro mexicano y medico se encontraban hablando sobre tonterías que solo ellos entienden.

— Ya no volví a ver al fantasma desde que tu bello durmiente despertó, ahora es el sótano cada vez que bajo se escuchan cosas extrañas—

— Soy yo o eres imán de problemas —

— Bueno, te conocí a ti, supongo que si lo soy —

— ¡Oye!, espera hablando de problemas ¿ya arreglases tus problemas con tu familia? —

— Fue difícil pero mi hermano al fin me escucho, ya me dice por mi nombre, Carlos ya me perdono, ya no se meten conmigo—Sonrió— ¡Ah! Ereny me dijo que al fin luchara por nuestros derechos, ya se cansó de estar siguiendo órdenes sin sentido por los humanos después de todo nosotros estuvimos antes que ellos—

— Al fin hace algo tu hermano — Los dos empezaron a reírse — Bueno me tengo que ir, me quede de ver con mi novio — Se levantaron y se despidieron

Élet corrió no tenía una razón, pero sentía que se le olvidaba algo, sin querer choco con alguien en el camino a la casa de su hermano, era cumpleaños de Sofía, eso era lo que había olvidado.

— ¡Lo siento no mira...! — Élet se sorprendió — ¿Saúl? —

— ¿Élet? —

Mientras un libro termina otro empieza

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El rubio se encontraba leyendo un libro, estaba esperando a su pareja en el mismo banco, Noah se encontraba tan sumergido en su libro que no espero que alguien más se lo arrebatara para besarlo, era José lo estaba molestado, se separó de él y intento tomar su libro, pero como si fueran de nuevos niños, Luis salió corriendo con él.

— ¡José Luis, aun no termino el libro! — Se paro en busca de su pareja.

El mexicano se había escondido atrás de unos árboles solo estaba esperando que su novio pasara para asustarlo, no había cambiado en nada. Cuando lo vi acercarse a la zona donde se encontraba escondido le salto encima.

— ¡José Luis! — Grito furioso el estadunidense mientras que su pareja reía a carcajadas encima de él.

— Ya mi amor, solo era una broma— El rubio pudo recuperar su libro, estaba haciendo puchero mientras lo terminaba de leer — Ya cariño háblame — El peli-castaño se acostó en las piernas de su amado para llamar su atención, tal cual como un gato.

Noah cerro el libro y con el mismo le proporciono un pequeño golpe en la frente a su pareja.

— Ya lo terminé — el mexicano volvió a reír con fuerza, Noah rodo los ojos y sin más empezó acariciar el pelo lacio de su novio — Eres un idiota —

— Pero este idiota te tiene algo — De su mochila saco un libro de tapa café y se lo entrego.

— ¿Enserio?, la bella durmiente — le pego con el libro, el mexicano volvió a reír y sin más se rio con el — Gracias, mi idiota— Se agacho un poco y beso su frente.

El mexicano, se acomodó en el césped de nuevo y recargo su cabeza en el hombro del más alto.

— Y ahora ¿Qué hiciste? —

— ¡Uy!, lo siento por querer ser amoroso con mi novio — Noah miro a José esperando una respuesta— Esta bien, hoy ¿Puede quedarme en tu casa?, No sé dónde deje las llaves —

Noah suspiro, ya era normal de él que perdiera sus cosas y no tuvo de otra que aceptar. Tomo el libro que le regalo su novio para empezar a leerlo. Grata fue su sorpresa al abrir el libro.

"Feliz aniversario, mi amor"

— ¡Feliz aniversario, cariño! — le entrego una rosa al rubio, Noah dejo el libro y tomo la rosa con cuidado para no espinarse.

Noah sonrió, jalo a su novio, por un momento José vio su vida pasar por sus ojos ¿no era hoy?, pero se calmó cuando sentido los labios ajenos en los suyos. No era nuevo en estos temas, pero se sentía como un adolescente.

— Feliz aniversario, mi idiota —Noah le entrego una pequeña caja de regalo a su pareja.

José al abrir la pequeña caja se encontró con un llavero.

— siento que es una indirecta — Saco de la caja el llavero venía con una llave — Y sabes que yo no entiendo las indirectas — saco un papel de la caja, confundido lo leyó en voz alta — "Después de un tiempo juntos, y todo lo que hemos vivido, le he pensado y realmente quiero verte todos los días por la mañana, no me importa si te encuentras enojado, triste o feliz yo quiero estar contigo en todo momento, así que mi pequeño ¿quisieras vivir conmigo?", espera me estás diciendo que quieres que me mude contigo, sabes la cantidad de café que tendrías  que comprar —

—Lose, por ti tengo café en mi casa —

— Y por ti tengo Té en mi casa— Dejo el llavero en la caja, para poder abrazar a su novio — Solo te digo que pateo en la noche —

—Ya losé, ya hemos dormido juntos —

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La noche era tranquila, el cielo se podía ver que reinaba las hijas de la luna que cuidaba su posición, solo se escuchaba uno que otro grillo por la zona, nuestros protagonistas se encontraban acostados en el césped, volviendo al inicio de la historia con la diferencia que ahora los dos estaba en paz.

Admirando la belleza de la noche, el mexicano volteo a ver a su pareja parecía estar tranquilo mirando las estrellas, puedo ver que movía los labios de seguro estaba contando las estrellas costumbre que adquirió desde muy chico. El mexicano se empezó aburrir, pero no quería perturbar la paz de su novio.

El estadunidense se paró confundiendo al más joven, Luis se logró parar con la ayuda de Noah, pero antes de preguntar algo Noah lo cargo.

—Existen cosas más interesantes que solo ver las estrellas —

Luis no entendía, siempre pensó que le gustaba mucho ver las estrellas a Noah, ¿Qué es más interesante que ver las estrellas?, Noah empezó a caminar de nuevo a lo próximamente seria casa de los dos, y antes de entrar José entendió.

— Espera, ¿Eso fue una indirecta? —

Bueno después de todo no será una noche tranquila.

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Entre libros (UsaMex) (Terminada) Where stories live. Discover now