UNO

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Sin querer hablamos de más, lo que provoca que la gente arranque paginas

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El paraíso lleno de nubes poco a poco se cubre de pecas, un color negro envuelve todo el lugar y donde reinaba el sol es proclamado por la luna y sus hijas. Tan misterioso es el cielo pero tan bello, donde el ver de varias puertas que llevan a nuevos mundos, tan cerca y lejos estamos de esos misterios.

Dos seres cuidadores de sus tierras, reposan en el césped del patio trasero, admirando lo bello de la vida.

— ¡Vaya vida de mierda! — El grito rompió la paz que se había formado en el ambiente, el moreno no paro y siguió quejándose en silencio. Mientras tanto un estadunidense, abrió sus ojos y observo lo que sería su mejor amigo.

— ¿Otra vez ONU?, sabes Ereny solo hace su trabajo. — Una pequeña risa escapo de sus labios, formando una sonrisa. Su amigo solo cruzo los brazos acción que de inmediato entendió Noah. — ¿Qué está mal? — Cuestionó.

— ¡Todo! — De forma exagerada alzo sus brazos al cielo, buscando de alguna forma  liberal el estrés de la semana con el grito que dio – Todo está mal, primero mi padre casi muere por mi culpa, luego ese loco de Noel no deja de joder, Ereny no me deja hacer nada sobre lo que paso y para acabar mis hermanastros me están culpando por eso. — Respiro hondo y volvió a gritar. — ¡Me quiero morir! —Se sentó en el verde césped.

El estadunidense guardo silencio, sus palabras se acabaron, lo medito un momento antes de hablar y con cuido de cometer algún daño hablo.

— De cierta forma te entiendo. — Rompió de nuevo el silencio y al igual que su amigo se sentó.

— No creo que me entiendas. — Contradijo el más joven.

— Bueno, deja que te entienda — Tomo con cuido a su amigo y lo acomodo entre sus piernas. — Deja de hacerte el fuerte conmigo, está bien llorar. —

Abrazo con cuidado y lo dejo reposar en su pecho. El cuerpo del moreno se dejó manipular como cual muñeco de trapo dejándose envolver en los brazos del mayor. Pequeñas lagrimas resbalaban de su cara, Noah con cariño acariciaba el pelo de José Luis. Se volvió a tumbar al frio césped, el silencio volvió el pequeño moreno cayó a los brazos de Morfeo.

Noah observaba las estrellas contándolas como niño pequeño, sus memorias volaban como mariposas ¿Por qué no puede ser de nuevo aquel niño inocente?

Otra lagrima cayó al suelo, pero no era de ninguno de los dos era del cielo que avecinaba una tormenta, rápidamente se levantó el estadunidense y corrió para resguardar a los dos en la casa del menor.

A veces guardar algo no es lo mejor.

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Entre libros (UsaMex) (Terminada) Where stories live. Discover now