UACEN | Amarte es poco [En Proceso]

C a p í t u l o 1

Asco es lo único que podía sentir al ver la basura de persona con la que había estado saliendo un par de meses atrás.

En toda mi vida había cometido muchos errores, malas decisiones de las que ahora me arrepiento como nunca. Y el es una de ellas. La que encabeza la lista.

Mi más grande error, del que me di cuenta mucho más tarde de lo que hubiera querido.

—¿Por que mierda estás terminando con esto? ¿Que te está pasando por la cabeza, estúpida? —pregunta el moreno cada vez más rojo, de la furia— Nadie termina conmigo así nomas. Y tu no serás la excepción. No lo serás, nadie lo es.

—Pues... ¡Oh sorpresa! Ya lo hice, acabo de terminar lo que sea que tuviéramos, me vale una hectárea de mierda si tu quieres o no terminar conmigo, esto —nos señale— ya es un hecho, YA. NO. ESTAMOS. JUNTOS.

Hace un par de meses, había empezado a salir con Santiago, quien decía ser el "Chico perfecto", resulto siendo un patán de primera.

Nunca formalizamos nuestra "relación" porque, sabíamos lo que teníamos del otro, nada que tuviera un futuro por delante, y eso los dos lo sabíamos, no entiendo porque esta poniendo tantas trabas en este momento.

Todos los que están a nuestro alrededor, esos que se hacen llamar amigos pero que son una bola de mentirosos lo sabían, nosotros lo sabemos.

Sabemos que no tenemos ningún futuro en esta relación.

Saben como soy yo, y saben como es el.

Somos el fuego y el hielo.

Somos el agua y el aceite.

Ambos estábamos muy consientes de todo, que lo nuestro no iba a durar, pero tal parece que las cosas se están saliendo de control.

Tanto mis padres, como yo, habíamos tomado una decisión.

Alejarnos de esta ciudad llena de mierda. Que solo nos recuerda todo lo malo que hemos hecho.

Dejaríamos el pasado, todo lo malo que en su momento hicimos —o hice— y empezaríamos desde cero, un nuevo comienzo para todos. Especialmente para mí.

—No me interesa seguir contigo —murmure, lo suficientemente alto para que me pudiera escuchar— no me interesa ni quiero seguir contigo.

—No me interesa, si quieres, o no, estar conmigo, no estuve desperdiciando todo este tiempo contigo, para nada. Ni que follaras tan bien como decían —¿de que mierda está hablando? Sin pensarlo dos veces, mi mano impacta su mejilla, haciendo que un ruido sordo resuene por toda la habitación—. No te vas a alejar de mi, por más que quieras. —murmura, sin hacer ni una sola mueca de dolor, una de sus manos se van hasta ahora la mejilla colorada, y una sonrisa macabra se adueña de su rostro— Siempre estaré recordándote todo lo que haz hecho.