C a p i t u l o 21

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—¿No se supone que eso me lo debería de decir Jason? —cuestiona Max, viéndome

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—¿No se supone que eso me lo debería de decir Jason? —cuestiona Max, viéndome.

—Si, y te aseguro que te lo dirá —hable— pero yo también te quise dejar las cosas claras.

—Entiendo.

—Ella es mi amiga, y sea lo que traigas en manos, no debes de involucrarla a ella, mucho menos si solo estas jugando con ella.

—¿Quién dice que lo estoy haciendo? —pregunta, ofendido. Le doy una mirada significativa— se que mi antiguo yo no es él prototipo de novio perfecto, y nunca lo seria. Pero yo la quiero. La quiero a ella.

—No dudo de tus sentimientos —murmuró— pero si le llegas a hacer el mínimo daño. Me conocerás enojada. Y nunca me has visto enojada.

—Creme cuando te digo que no le haría daño.

Por raro que suene, hay algo dentro de mi que no quiere creer en sus palabras.

—He cambiado, Lau —prosigue— eres mi prima, tú mejor que nadie debería de saber que estoy cambiando. Estoy cambiando para ella.

—Espero y que todo lo que digas sea cierto —lo veo— no quiero que esto solo sea un jueguecito tuyo.

—No lo es.

Max había llegado hace unos minutos. Habíamos empezado a hablar.

Un tema llevo a otro, y cuando menos lo pensamos. Ya estaba hablando sobre su relación con mi amiga pelirroja.

Lo primero que le había dejado en claro, era que, si se atrevía a hacerle el mínimo daño, yo no sería quien les diría a mis tíos que su hijo está muerto.

—Nomas para que quede claro, si le haces algo a Elizabeth, Jason no será el único en golpearte.

—¿Debería de asustarme?

—No, creo… solo tomalo como una advertencia.

—¿Jason me golpearía? —una mueca en su rostro aparece— ¿y quien sería la otra persona?

—¡Pues yo!

Seguido de eso, escucho como su risa inunda la habitación. Se sostiene con una de sus manos el abdomen. Carcajadas salen de su garganta, haciendo que las ganas de golpearlo incrementen.

Solo le hace falta llorar.

—¿Tú?

—Si, yo —entrecierro los ojos— ¿no me crees capaz?

Vuelve a reír, en lugar de sentirse amenazado.

Creo que quiere que lo golpees.

Yo creo lo mismo.

—Eres un estúpido —mascullo entre dientes.

—No eres la única que me lo ha dicho.

—¿Entonces por qué sigues comportándote como uno?

UACEN | Amarte es poco [En Proceso]Where stories live. Discover now