UACEN | Amarte es poco [En Proceso]

C a p i t u l o 4

—¿Bueno? —pregunto, somnolienta

¿¡Quien se atreve a despertarme!?

Alguien con muchas agallas, eso es claro.

—Hola, yo... Laura —distingo la voz de Elizabeth al otro lado de la línea— ¿estabas dormida?

Si.

—No —mentí

—Uff —soltó un suspiro— que bueno. ¿Tienes planes para pasado mañana?

No, ninguno.

Tarde un par de segundos en silencio, solo para fingir ser interesante.

Patética.

—No —dije después de unos segundos— no tengo planes.

—Me alegro... es... mi cumpleaños, y no lo sé. Pensé que podrías venir, digo, solo si tú quieres. Claro, no te puedo obligar, si no quieres venir, lo aceptaré... yo, debo de callarme, ignora todo mi vómito verbal.

Bueeeno, por lo menos ya descubrí que tú no eres la única con vómito verbal.

¡Claro que no soy la única! A todos les pasa.

—¿En dónde? —pregunto

—Iremos al cine, y de ahí no sé, a cenar, supongo.

¿Iremos?

¿Su hermano sexy irá?

—Ahí estaré, de todas formas, yo te aviso cualquier cosa —afirme.

Después de un par de palabras más. De despedida, colgamos la llamada.

No hay nadie en casa, y lo único que tengo pensado es una cosa.

Dormir.

Y eso no es tan complicado, después de un par de minutos caigo dormida en los brazos de Morfeo.

Dulces sueños con Jason Lodge, ahí te voy.

•

—¿a dónde vas? —cuestiona mi papá atrás de mí.

—Saldré —informo— con una amiga

—¿amiga? —alza una ceja, en mi dirección.

—Si, papá. Amiga.

—¿Necesitas algo? ¿Te llevo? ¿Paso por ti?

—No es necesario, papá. Gracias.

—Cualquier cosa me llamas, ¿Okay?

—Si, papá.

Y en este momento, las palabras que el imbécil de Santiago resuenan por mi cabeza.