dieciocho

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batphone.

estábamos los dos bastantes borrachos por ser recién las 4 de la tarde. Una mesa al aire libre y la mitad de nuestro pedido era lo que teníamos arriba, además de nuestras manos entrelazadas. Alex con sus botas negras y sus piernas cruzadas y su caracterizante tic en el dedo que lo había mover a cada rato, de ahí revelaba su nerviosismo. Cuando más nervioso estaba su dedo se movía más rápido, y si eso no lo ayudaba a calmarse, empezaba a agitar la mano sin ningún motivo mientras te miraba, pero no era el caso. Un pequeño desperfecto en su dedo era lo que resaltaba ya que lo demás era perfecto, hasta las papas que estábamos comiendo. Sentimos como nos sacaban fotos y eso hizo que sonrieramos mucho más por alguna razón. El me besó en frente de toda esas cámaras, se reía y probaba de mi boca como si la comida estuviese allí.

Pero eso no había sido todo, caminar por las calles de una ciudad nunca antes visitada, mientras atravesamos una gira y tu supuesto mejor amigo recientemente había cortado con su perfecta novia era más complicado de lo que parecía y mucho más con el grado de alcohol que recorría mi cuerpo. Pero en términos generales yo estaba bien, estaba con el.

de un suspiro la inocente tarde se consumió dejando ver un cielo oscuro ya listo para las travesuras del turno nocturno. El bar más cerca del hotel, muchas copas y un lindo británico a tu lado.

lo que diferenció esa noche de otras fue la bolsita que alex sacó de su bolsillo exactamente a las 2:17 de la mañana en la última mesa del bar. Como un acto casi obvio y rutinario eso entró en mi boca después de que el haya hecho lo mismo. Y eso ya fue otra historia.

Flashes alrededor de un parque con juegos y ciertos murmuros que no llegaba a entender del todo, lo que conservaría en lo profundo de mi memoria iba a ser lo siguiente.

- mi sueño es estar es protagonizar una película.

- ¿ah si? - Me reí de el, a pesar de estar drogada imaginarme a alex actuando dramáticamente era un escenario gracioso en mi cabeza.

- sí - Tenía cierto tono de superioridad al hablar- aunque... se que tu eres la mejor para eso.

-¿Qué estas diciendo? - Está drogado, no lo escuches. Se acostó en el pasto y me habló.

- Siempre fantaseo con una Ara protagonista de una película de... no se ciencia ficción, con escenas con tu cara en primer plano y un maquillaje extravagante y pisando a todos con tus tacones. Es un sueño mas tuyo que mío pero amaría verte así.

Me sorprendí pero nunca sería profunda con el. -Bueno, quien sabe, quizás en un futuro me veas en la gran pantalla bailando una canción drogada. El volvió a reír.

nunca más volvimos a hacer eso, nunca más hablamos de eso. Era algo que había pasado por nuestras mentes en ese instante como un flashback de algo que nunca ocurrió. En realidad, había pasado tiempo desde la última vez que lo ví.

No había hablado con Alex en mucho tiempo. Algo así como cinco meses. Para ser sincera, todo había cambiado. La vida te separa de lo que no tendría estar atada. Aunque te guste estar ahí.

no se trataba de otro amante, ni de una mujer. Sino de nosotros mismos. ¿Los amigos podían llegar a ser pareja? ¿Podrían hacerse bien mutuamente?
Nadie iba a negar nuestra conexión, menos nosotros mismos. Pero ciertas cosas no fueron destinadas a ser. Y tenía que vivir con eso.

Como consuelo a mi misma puedo decir que siempre nos podíamos encontrar en el fondo del bar. Siempre íbamos a recordar todo lo que fuimos e hicimos. Había algo más allá de la juventud que tanto apreciabamos y era lo que pasaba después. Alex me enseñó que podía ser salvaje incluso después de dejar de serlo, y que aunque hubiese querido ser diferente, el espíritu joven me seguiría a todas partes.

El era como un niño conmigo, todo lo que siempre quiso. Pero eso no pudo alejarlo de su verdadero ser. El era una estrella.

Toda nuestra vida habíamos soñado con esas películas de la pantalla grande, dramáticas y expresivas. Con finales impredecibles pero satisfactorios, que te dejan dialogando por horas sobre los más mínimos detalles. Habíamos leído distintas obras, diferentes autores, escuchado y creado música de géneros inexplicables. Buscando algo más ahí afuera sin darnos cuenta que nosotros lo éramos. Nosotros éramos la obra y lo que habíamos vivido en esa época dorada lo extrañariamos toda nuestra vida y no de una manera triste, simplemente como recuerdos que sucedieron y nunca iban a dejar de suceder.

Terminé la universidad finalmente. Las giras no volvieron a ser lo mismo, no existía tal locura. Alex se enfocó en lo que siempre tenía que haber hecho y es en crear las letras más lindas jamás vistas. Nunca más volví a hablar con matt, nick, ni Jamie. Los apreciaba a la vista.

con Alex hablaba eventualmente. Logró generar lazos con el celular y me escribe de vez en cuando, yo prefiero no molestar, pero cuando el necesita algo siempre iba estar para el.

A veces uno piensa que todo es para siempre. Pero sorpresa, no es así. Eso no invalida todo lo vivido, ni el sentimiento de eternidad que experimenté estando con él.

Supongo que siempre voy a pensar en lo que pudo haber sido. Tenía otras cosas en mi mente que gracias a todo lo vivido, me sentía capaz de realizar.

era tiempo de ir. Yo lo sabía, y el también.

En cuarentena con Alex TurnerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora