dos

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-¿Qué haremos esta noche?
- No tienen que pensar nada, ya reservé en el mejor bar de aquí.

Todos en el auto rieron, incluyéndome. Matt estaba conduciendo, Alex en el asiento del copiloto, los dos usaban gafas a pesar de ser completamente de noche y detrás estabamos Jamie, Nick y yo.

Entraba un viento agradable por la ventanilla, Matt conducía por las calles del centro, era una noche fresca y agitada. La gente llenaba las calles, todos estaban muy alborotados por el concierto de los monkeys así que creo que a eso se debía la seña del bar por parte de Nick. El demás "equipo" por así decirlo ya estaba en el hotel, Alex tuvo una pequeña discusión con su mánager ya que no los quería dejar salir. Quizás lo entendía, no sólo era el anteúltimo día de la gira sino también se hablaba de una gripe viral y por más leve que sea, nadie podía viajar así, por eso el demás equipo se quedó en el hotel.

Alex ignoró todo esto y decidió salir, silenciosamente yo apoyaba la idea de su representante pero no por el hecho de la gripe o el cansancio, quería estar a solas con Alex y si el entraba a ese bar lo perdería por otra noche.

-Llegamos - Todos hacían barullo y con todos me refiero a los cuatro simios dentro del auto.

Iba a ser una típica noche after-concierto de los monkeys, como todas las noches a esta hora. Lo que me intrigaba era a qué mujer se llevaría a la cama Alex Turner ésta noche.

-Querida, que quieres de tomar? - Sentí su voz en mi oído, su aliento a chicle de menta me ponía la piel de gallina.

-Cerveza, quizás... - Cada reacción que el tenía con las cosas que yo decía eran dignas de contemplarlas toda una vida. Ya era costumbre entretenerme con sus gestos, todo el tiempo los estaba haciendo. Muchas veces yo sabía lo que le pasaba gracias a sus caras y no a sus palabras. Un dato interesante de él es que a pesar de ser muy bueno escribiendo, a la hora de mantener una conversación frente a frente no puede hablar. En la preparatoria, cada vez que los profesores pedían por una respuesta de su parte, el tartamudeaba. Y el hecho de tener esas expresiones faciales ayudaban a saber que le pasaba, era como una fusión. Todo alex era una fusión, tenía las características más extremas haciendo que lidiar con el sea un capítulo de los juegos del hambre.

-¡Ara! - Lo miré sorprendida, mientras su rostro se tornaba divertido - ¿Por qué siempre te quedas así? ¿Tan aburrido soy?

-¿así como, al? - Reí desentendida.

-Tildada!

-No es gracioso.

- Yo te dije que dejes de drogarte - Me susurró y a pesar de la música en ese lugar, lo escuché perfectamente. Le pegué mientras seguíamos riendo hasta que el barman trajo las bebidas, no sabía cuando Alex las había pedido. Supongo que en medio de mi viaje de locura cósmica donde el tema principal era el.

-¿Tanto te pediste? - Estaba sorprendida, no era un trago, ni dos. Eran 5 y eso que la noche recien comenzaba.

-... Quiero perderme en esto. - Reaccionó alex divertido, señalando sus bebidas.

Tomé de mi cerveza sin hacer mucha introspección del motivo del cual quería perderse en esas margaritas. No podía saber todo de el todo el tiempo.

La noche transcurría lenta y tranquila para mí, eran las 2:45, los chicos estaban quien sabe donde dentro de aquí, habíamos hablado con Alex casi toda la noche hasta que lo perdí de vista. Me miraba en el espejo del baño, era la séptima vez que lo hacía. Veía mis pantalones beige que resaltaban mis grandes muslos y una remera corta negra que decía "kill your idols". Cara seca, sin nada de maquillaje y mi pelo espantoso.

Era ese momento de la noche en donde se forma un vacío dentro de mí y no sabía por que. Siempre me pasaba. Me daban ganas de borrar todo lo que era y empezar como alguien nuevo, me ponía sensible y sentimental y cada vez que veía mi reflejo en ese espejo todo sucio, el vacío aumentaba. Ya no lo podía controlar, me pasaba en todas partes y cuando ingeria alcohol el malestar se potenciaba aún mas. Limpié una lágrima que estaba a punto de descender a mi mejilla y salí de ese baño. No encontraba a Alex, ya quería volver al hotel.

Lo iba buscando mientras avanzaba por el pasillo hasta que lo ví sentado en uno de los sillones del fondo del bar, pero no solo.

-Lo que me faltaba - Murmuré y empecé a caminar más rápido para salir de ahí de una vez. Alex me logró ver, lo sabía porque sentía como alguien corría detrás de mi, lo reconocía por su chaqueta de cuero. Hasta que doblé por un callejón y lo perdí. Ya no sentía su presencia.

El hotel estaba lejos, yo estaba completamente sola en la noche, las calles ya no estaban repletas y no sabía porqué. Pedí un taxi gracias al teléfono de una pizzería cerca del bar.

En el viaje en taxi revisé mi celular.

"Turner"

¿dónde estás? ₃.₅₄
Quiero verte ₃.₅₆

Lo ignoré y me puse a mirar a el aburrido viaje por la ventanilla, estaba más fresco que antes.

- Hola ¿Timothee? - Saludé al recepcionista aunque no sirvió de mucho porque ni siquiera había dicho bien su nombre... Bueno, al menos se rió.

- Buenas noches Ara - Me miró y le sonreí mientras me alejaba... Pero volví a el.

- ¿Sabes si arriba está abierto para que me hagan un café?

- No lo creo, pero... te puedo hacer uno si quieres - A la vez que digo eso se acomodó sus rulos.

- Si no te molesta... - No quería parecer como una malcriada, solo quería un poco de compañía y que mejor que el recepcionista del hotel al que no conoces pero te parece lindo.

- Para nada - Sonrió y salió del escritorio. Subimos al ascensor juntos hasta el sexto piso, la cafetería. Todo terminó con el café preparado y un pequeño beso entre timothee y yo.

Me puse mi pijama, ya en la habitación con dos tazas de café en la mesa de luz. Lo que menos quería era que Alex entre a la habitación esta noche. Recordé sus mensajes, busqué mi celular entre mi ropa ya guardada pero no estaba. Salí disparada hacía el ascensor y bajé hasta la recepción. Sí, en pijama pero no había nadie ¡Ya eran las 4! Obvio que no iba a haber nadie. Sin pensarlo, como la mayoría de cosas que hice durante este viaje y con eso me refiero a terminar con un tatuaje y más adicciones que antes, subí hasta el piso 6, en ascensor por obvias razones. La cafetería estaba cerrada pero aún así podía pasar. Sí mi celular no estaba ahí dentro, moria.
Pasé por detrás de unas mesas y logré entrar, mi celular estaba sobre la mesa del café.

2 mensajes de "turner"

¿por qué no contestas?

Contéstame al menos para saber que estás bien...

Llega otro mensaje reciente,

Estoy en la puerta de tu habitación

Era 521?? No recuerdo Ara...

por qué no abres?

¿Era lo correcto volver a la habitación? ¿tendría que hablar con el? A veces pensaba que necesitaba un psicólogo y no por algo grave, solo para quizás desahogarme con alguien que no sea Alex y saber verdaderamente por que me siento tan culpable siendo yo misma. Por que me agarraban esos ataques en los que quería desaparecer. Por qué siempre hacía lo contrario a lo que sentía y que está pasando entre Alex y yo. Aunque esto último ni el mejor analista lo podría saber.

La confusión era grave, la música de ascensor lograba que me calmara un poco. Tenía cierta influencia de space Rock que me hacía volar. Quizás lo que sentía era normal, no lo podía saber, ni tampoco tenía a nadie que me lo dijera. Estaba completamente sola. Porque si bien tenía a Alex y un hilo de amistad con matt, nick y jamie, estaba segura que después de bajar de ese puto avión a los ángeles seguirán su vida de músicos pretenciosos ocupados y perderemos todo contacto, en especial con Alex. Es lo más cercano que tengo a un mejor amigo pero después de las giras siempre se olvidaba de mí.

Se podría decir que era la perra amante de un millonario y sexy músico y esa iba a ser la última noche juntos ya que el nunca sería capaz de abandonar su vida actual. yo iba a quedar en la basura una vez más.

quizás no tan literalmente.


espero q les guste:)

En cuarentena con Alex TurnerWhere stories live. Discover now