No respondo y ante eso él continúa hablando.

-Max, tu hermano- suelta con odio- ha secuestrado a la chica que amo- y sí, su voz cambia de odio a dolor- tu hermano tiene bajo su poder a un montón de matones que le cuidan la maldita espalda, ella está en peligro, necesito encontrarla- sus ojos se cristalizan, aquel hombre sufría y sufría mucho, tanto que incluso me sentía identificado con él- necesito encontrarla y saber que está bien y estoy aquí haciendo a un lado mis obligaciones y responsabilidades por ella, porque la amo y porque la única manera de traerla de regreso es con tu ayuda.

-¿se supone que debo creerle a un policía?- pregunto- ¿se supone que debo creerle a uno de los tantos que seguramente lo único que busca es cualquier cosa para meterme tras las rejas?

-no estoy mintiendo- responde- tú lo sabes, tu hermano ha estado causando desastres, ha hecho cosas que no están bien- habla y sabía que es cierto- tu padre, Michel Salvatore, le ha dado poder y eso desató el lado oscuro que no conocías de tu hermano, ¿No es así?

No respondo.

-Camille y él estuvieron juntos por dos años- habla al ver que no emito respuesta alguna- seguramente escuchaste hablar de ella, una chica rubia francesa, ojos azules, Camille Lombrad.

Nunca quise conocer a aquella chica a pesar de que mi hermano había mencionado lo mucho que la amaba y lo loco que ella lo traía, ¿había escuchado de ella? Por supuesto.

-creo que has venido con la persona equivocada- respondo después de algunos segundos- y creo que deberías de irte.

Tomo asiento en mi silla de nuevo y aquel hombre continúa de pie, siento su mirada en mí.

-apuesto que a pesar de todo, de la persona que describen, el terror de los Salvatore, el terror de Francia- comienza pero sólo leo algunos papeles- apuesto a que a pesar de todo eso has amado- trago saliva- apuesto a que alguien ha logrado poner tu mundo de cabeza por completo, apuesto a que alguien te ha hecho olvidarte de ti mismo por solo pensar en ella, apuesto a que has amado tanto que desearías nunca alejarte de ella- e inconscientemente mis ojos van a la fotografía que tenía junto a Aline en mi escritorio- Camille provoca todo eso y más en mí- aquel hombre continúa- y sé que tú y yo tenemos algo en común, haríamos lo que fuera para traerlas de regreso- lo miro lentamente dejando de ver aquella fotografía- estoy olvidando quien soy, estoy dejando todo, estoy dejando esa estúpida misión por ella, por favor, ayúdame, la necesito a mi lado de nuevo.

-¿Max ha hecho todo eso?- pregunto y asiente.

-Camille termino con Max pero al parecer tu hermano nunca estuvo de acuerdo con eso, aún cuando fue gracias a él que esa relación terminó.

-¿Y qué es lo quieres? Yo no puedo ayudarte, no tengo ni puta idea de dónde está.

-pero yo sí- responde- estuve investigando algunas cosas- comienza- creo que él está en uno de los almacenes que le pertenece a tu familia- me recargo en mi silla comenzando a recordar uno de esos lugares, Max adoraba ese sitio.

-creo que puedes tener razón- respondo.

-¿me ayudarás?- pregunta, lo observo de nuevo.

-haré esto solo por esa chica- respondo- y porque el idiota de mi hermano me las debe- asiente- pero no cuentes con que yo iré allá y lo enfrentaré, tú eres el policía, tú debes de encargarte del resto- asiente de nuevo- mi familia tiene un estúpido código que no puedo romper y aunque no lo quiera Max es mi hermano aún, es parte de mi familia.

-sé sobre que código hablas- comienza- creí que tú eras el líder y podías cambiar eso.

-no es tan fácil como crees.

-está bien- se pone de pie- aceptaré en lo que puedas ayudarme.

-¡Charles!- grito y de inmediato mi hombre de confianza entra- trae a Omar aquí.

Asiente de inmediato y sale para minutos después regresar con un chaval.

-Omar- comienzo- sé que sabes a la perfección porque estas aquí- comienzo y lo veo ponerse nervioso- ¿dónde está Max?- pregunto sin rodeos.

Aquel chico voltea a ver a su padre quien sólo lo comienza a fulminar con la mirada, sí, Omar es hijo de Charles y hace apenas un reciente tiempo que comenzó a trabajar con nosotros.

-está en el almacén del sur, señor- responde después de unos segundos- sé ha ocultado ahí desde hace un tiempo- tremendo cabrón- y no planea quedarse, creo que en unos días estará saliendo de Francia.

Veo al hombre castaño frente a mí quien parece querer romper y deshacerse de cualquier cosa.

Tomo un papel de mi escritorio y escribo una dirección para después dárselo, él lo acepta.

-te recomiendo que vayas acompañado, si tienes razón y él ha creado alianzas con otras personas entonces no estará solo y mucho menos desprotegido- comienzo bajo su atenta mirada- debe de tener bajo su poder a algunos de mis hombres, pero me encargaré de que ellos no te creen ningún puto problema y en lo que a mí hermano concierne- pienso por algunos segundos- me encargaré de él y de la mierda que ha hecho- asiente rápidamente- lamento mucho la mierda que te ha hecho pasar a ti y a aquella chica- me pongo de pie también- y espero que ella en verdad esté bien.

-gracias por esto- extiende su mano hacia mi y la acepto después de unos segundos- ha sido de mucha ayuda, ella, ella te lo agradecerá por siempre.

-no la conozco pero supongo que gracias.

Después de algunas palabras más él sale finalmente de aquí.

-¿sabías sobre esto?- le pregunto a aquel chico que continúa aquí.

-Maximiliano nos prohibió hablar, señor- responde.

Masajeo mi sien, ese cabrón estaba sacándome canas verdes con cada estupidez que hacia, ¿cómo era posible que de un momento a otro decidiera revelarse y causar tanta mierda?

-pueden retirarse- hablo hacia Charles y su hijo quienes asienten y salen de aquí.

Suspiro pesadamente mientras me recargo en mi silla, joder, estaba cansado de cada mierda que debía arreglar, de la mierda en que mi vida se había convertido desde que ella se había ido.

Han pasado cuatro putos años desde que Aline y yo terminamos, cuatro putos años en donde aún sigo pensándola noche y día, sé que ella no regresará y sé que en estos momentos seguramente ella debe de ser feliz con alguien más, porque sí, a pesar de todo aún me mantenía al tanto de vez en cuando, ella salía con alguien más y la sorpresa me la llevé yo cuando supe sobre el hombre que ahora está a su lado.

Necesitaba olvidar a esa mujer, necesitaba olvidar todo, quería olvidarlo todo.

Miro una última vez aquella fotografía sobre mi escritorio y sin poder evitarlo tomo el portaretrato entre mis manos, admiro su cabello rojo, sus hermosos ojos azules, sus labios, su nariz, todo de ella, mierda, aún seguía volviéndome loco. Abro un cajón del escritorio y meto aquella foto, ya no más recuerdos, ya no quería pensar más en ella, pero eso era imposible.

Agradecida con mi maestra de segunda clase que no dio materia hoy y pude terminar esto JAJAJ.

Nos leemos pronto.

-Neftali.

Tu nombre en mi pielWhere stories live. Discover now