Capítulo 50

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Noan.

Estaba en Italia junto a los mafiosos que conformaban mi pequeño círculo social, Raffael, Agapios, Giselle y Frederick estaban aquí, habíamos terminado de cenar y ahora simplemente estábamos en la sala de estar de los Morelli donde bebíamos un poco, a excepción del matrimonio Ackerman.

-¿cuándo planean traer a mujeres con ustedes?- Giselle pregunta mirando a cada uno de nosotros.

-si quieres puedo traer una ahora mismo- Agapios responde con burla bebiendo del vaso con whisky en su mano.

La alemana rueda los ojos.

-no me refiero a eso, idiota- responde la morena- comienzo a aburrirme de ser la única mujer siempre que ustedes se reúnen, deberían traer con ustedes a mujeres que los hagan perder la cabeza y la cordura, sería interesante.

-en mi defensa- hablo- Aline está trabajando.

-Aline me agrada- responde con una sonrisa Giselle, sonrío mientras levanto mi vaso hacia ella- Raffael y Agapios, aprendan de Noan.

Bueno, Raffael al parecer tenía ya también una conquista pero no hablaba de ella, logré sacarle un poco de información en una visita que tuvo no hace mucho en Francia.

-¿para qué una mujer?- comienza Agapios, aquí íbamos de nuevo- ¿para qué una pareja?¿para qué una compañía? Las personas solo terminan engañando y fingiendo.

-que una perra llamada Lux te haya engañado y dejado frente a una iglesia llena de personas cuando estabas a punto de casarte no quiere decir que todas sean así, Agapios- habla Giselle- puedo presentarte alguna amiga, más de una quedó interesada después de verte en la fiesta en Alemania- mira al italiano- a ti también, Raffael.

-no me interesa, grazie- responde de inmediato el pelinegro, Giselle levanta una ceja concentrándose por completo en él.

-¿por qué?- comienza a interrogar- ¿Gianna al final  ha podido conquistar tu corazón?- suelta burlona- porque de ser así prefiero mil veces que permanezcas soltero para siempre.

-no, Giselle- responde Raffael- solo no estoy interesado.

-como sea- suelta al mismo tiempo que da un suspiro- ustedes son aburridos y amargados.

-oye- suelto y me mira mientras sonríe.

-a excepción de ti, rubio- sonrío, se recarga en el respaldo del sofá en el que se encuentra y comienza a acariciar su vientre perdiéndose en sus pensamientos.

-¿en qué piensas, mein Leben (mi vida)?- pregunta el moreno mirando a su esposa después de algunos segundos.

-en nada- se recompone lentamente y vuelve a mirarnos- solo creo que no deberían de ser tan cerrados y amargados, claro que no me meteré en sus vidas y respetaré sus decisiones, pero, en verdad que me gustaría que sean felices, son las únicas personas que han permanecido junto a mi después de todo lo que pasó- su voz se quiebra un poco y por inercia aprieto mis puños al recordar parte del pasado de la morena, no soy el único que reacciona de esa manera- sé que son buenos y es por eso que merecen cosas buenas- Frederick la atrae a su pecho mientras besa su coronilla y ella se aferra a él.

-le pedí a Aline que se casará conmigo- hablo, quería aligerar el ambiente.

De inmediato Giselle se recompone y me mira, una sonrisa comienza a dibujarse en sus labios mientras limpia algunas lágrimas que han bajado por sus mejillas.

-¿qué dijo?- doy un trago a la bebida en mi vaso antes de responder.

-aún no me da una respuesta- respondo.

Tu nombre en mi pielWhere stories live. Discover now