Capítulo 42

28.2K 2.2K 289
                                    

Noan

Tomo asiento en la sala de espera, estaba cabreado, sentía como mi pecho subía y bajaba en señal de mi respiración entrecortada a causa de mi enojo, suelto un suspiro frustrado y solo paso mis manos por mi rostro.

Intento procesar la mierda que está pasando, intento relajarme pero ninguna mierda funciona.

No mentía, el solo hecho de imaginar que Aline podría estar mal me hacia tragar saliva duramente, mierda, no quería ni podía imaginar algo así, quería que ella entendiera la importancia de su presencia en mi vida, quería que ella entendiera que nada sería más importante que ella, aunque, al parecer, eso ella no lo comprendía.

Estaba volviéndome loco, la mierda de hoy me había sacado de mis casillas, estaba perdiendo la poca paciencia que tenía en estos momentos. Pensaba en la discusión con Aline, todo lo que había dicho, habían sido cosas que me había guardado y ahora se habían convertido en reclamos hacia ella.

Suelto un suspiro frustrado y solo me pongo de pie para salir de aquí, una vez afuera saco un cigarrillo y comienzo a fumarlo mientras intento dejar de pensar en esto.

-Noan- escucho la voz de Aline, no volteo a verla, solo me mantengo en esta misma postura viendo hacia el frente mientras fumo, siento como ella llega a mi lado y al igual que yo solo guarda silencio- no quiero que discutamos- habla después de unos minutos de silencio- no quiero que estemos molestos.

Sigo en esta misma posición, me mantengo en silencio, esta vez no tenía nada por decir, esta vez solo me quedo callado.

-¿no dirás nada?- pregunta después de unos segundos de silencio, siento su mirada sobre mí, termino mi cigarro y lo apago tirándolo al piso y pisándolo.

-¿hay noticias sobre aquella mujer?- es lo único que pregunto.

La pelirroja me mira, escucho como suelta un suspiro y después habla.

-no- es todo lo que responde.

-volveré adentro- anuncio mientras me doy la vuelta para entrar al hospital de nuevo, antes de que pueda dar un solo paso Aline me toma de mi brazo.

-Adrien me pidió matrimonio en un restaurante lleno de personas- comienza- me pidió matrimonio frente a un centenar de personas que por supuesto esperaban por mi respuesta mientras aseguraban que diría que sí, sus miradas estaban sobre nosotros, sobre Adrien que estaba postrado sobre una rodilla mostrándome una sortija de compromiso y sobre mi que lo único que hacia era mirar aquel anillo con miedo- escucho lo que dice aún con su mano impidiendo que me vaya- es irónico, ilógico y tonto que no quisiera decepcionar a aquellas personas, me sentía presionada, acorralada, me sentía jodidamente nerviosa, no dejaba de pensar en aquellas personas que miraban- volteo lentamente hacia ella- así que finalmente dije que sí, acepté casarme con él bajo la presión de personas a las cuales no conocía y no les debía nada que sin embargo esperaban todo de mí, fue así como me comprometí con Adrien- sus ojos azules se clavan en los míos- fue así como esa misma noche ambos estábamos comprometidos.

Utiliza las mismas palabras que yo había dicho.

-hay muchas diferencias entre Adrien y tú, Noan- comienza de nuevo- para empezar, ni siquiera debería de comparar a dos hombres totalmente diferentes en todas y cada una de sus facetas, tú no debes de ser comparado con una escoria como él- afirma- sin embargo, lo haré, me tomaré el atrevimiento de decir esto- se mueve solo un poco- nunca sentí nada por Adrien, aunque estuvimos dos años juntos nunca logré sentir absolutamente nada por él- comienza, aquellas palabras hacen que mi atención por completo recaiga en ella- nunca lo amé, nunca lo quise, nunca sentí nada de aquella mierda que una persona enamorada se supone debería de sentir- la miro en cada palabra que menciona- y aquí es donde entras tú- veo como sus labios tiemblan un poco al decir cada palabra, como si tuviera miedo o no pudiera continuar simplemente hablando- nunca dejé de pensar en ti durante mi estadía en Oxford, nunca saliste de mis pensamientos, Noan- sus ojos se cristalizan- intenté olvidarte, intenté continuar con mi vida, en verdad que intenté cada maldita cosa para dejar de pensar en ti y nunca pude lograrlo porque siempre estabas tú ahí, tu jodido cabello rubio, tus hipnotizantes ojos azules, cada maldita facción tuya aparecía frente a mí- su agarre en mi brazo comienza a volverse débil- me volví una maldita adicta al alcohol, bebía todo el puto tiempo intentando olvidar todo, intentando olvidarte- no puede evitar soltar aquello con lo que parece cierto dolor en su voz- y a pesar de que hubo veces en las que apenas podía mantenerme de pie por el alcohol en mi sistema- aquello me hace apretar mis puños un poco- tú estabas ahí, tu recuerdo aparecía frente a mí.

Sólo nos miramos fijamente.

-te he amado desde hace años- comienza de nuevo- te he amado desde que éramos solo unos críos que apenas comenzaban a experimentar el amor, eres el primer hombre en mi vida, mi primer amor- trago saliva, sus palabras lograban removerme- nunca te deje de amar, Noan- prosigue- mi corazón nunca ha latido por otra persona que no seas tú, cada latido te pertenece a ti y sé que cuando mi corazón deje de latir, después de la muerte, seguiré siendo tuya- algunas lágrimas comienzan a resbalar por sus mejillas- eres aquella persona a la que siempre querré volver, eres mi hogar, mi persona, mi todo, eres todo lo que está bien en este mundo.

-Aline...

-déjame terminar- interrumpe y guardo silencio- no quiero ser la persona de la que huyas, quiero ser aquella persona a la que corres cuando sientas que tu mundo está viniéndose abajo, quiero ser yo la persona que sea tu soporte así como tú lo has sido siempre conmigo- se detiene por algunos segundos y después continúa- me he vuelto loca y me he muerto de celos al saber que has estado con más mujeres, lo acepto, sí, me aterraba la idea de que tal vez alguna de ellas hubiese podido ganarse tu corazón, que tal vez alguna de ellas te hiciera olvidarme, me aterraba la idea de que tal vez alguna de ellas te hiciera dejar de amarme y sí, me moría de celos de solo imaginarte durmiendo con cualquier otra mujer que no fuera yo.

Escuchar eso me hace querer sonreír pero sólo lucho internamente por no hacerlo, quería seguir escuchando lo que ella tenía por decir.

-así que Noan Salvatore- comienza- estoy aquí diciéndote que te amo, que en realidad, nunca deje de hacerlo, que te amo cada día con aún más intensidad y que soy tuya, soy tuya siempre y cuando tú seas mío también- veo como traga saliva nerviosa- caminaría por el fuego por ti, pero, por favor, solo déjame amarte.

Cada una de las palabras que ha dicho, cada una de las confesiones que ha soltado en esta noche solo me hacían volverme loco, aún más loco por ella, solo me hacían amarla con aún más intensidad de lo que ya lo hacia, Aline me amaba aún, y esas palabras estaban llenándome por completo, la mujer que amo me ama también.

-di algo, por favor- su voz me trae de nuevo a la realidad, entonces, recuerdo aquel pequeño lema que hace tiempo le había dicho.

La miro, está nerviosa, sus ojos cristalizados me miran y veo como sus labios se aprietan un poco para así intentar no soltar las lágrimas que amenazan en estos.

-tu nombre en mi piel es la prueba viviente de que soy tuyo y de que siempre seré tuyo, Aline, pertenezco a ti, siempre ha sido así- hablo y veo como se relaja lentamente- ¿recuerdas, bella?

Asiente lentamente mientras deja salir por fin aquellas lágrimas e intenta sonreír un poco.

Me acerco y tomo sus mejillas mientras su mirada conecta con la mía.

-te amo, Aline, siempre te he amado y siempre te amaré, bella- limpio con mis pulgares las lágrimas que deslizan por sus mejillas- y por supuesto que soy tuyo, te pertenezco por completo, mi ángel.

Sin poder esperar más me inclino atrapando sus labios con los míos en un beso que ella responde, en un beso que se sentía como el jodido paraíso.

Nos separamos lentamente y de inmediato se abraza a mi mientras la acepto enredando mis brazos en ella para atraerla más a mí, hunde su rostro en el hueco de mi cuello y puedo sentir como su cuerpo está completamente relajado y en paz.

Sólo disfruto de la paz que ella me trae, pero esa paz se ve interrumpida por la llegada de Charles quien sale del hospital, nos hace saber con tan sólo mirarlo que no trae buenas noticias.

Capítulo nuevo.

Espero que les guste.

Nos leemos pronto.

-Neftali.

Tu nombre en mi pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora