xiii. the wall

2.1K 189 3
                                    

Los pájaros cantando era lo único que había estado escuchando durante los últimos tres meses, además del resto de personas con las cual convivía desde aquel momento

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Los pájaros cantando era lo único que había estado escuchando durante los últimos tres meses, además del resto de personas con las cual convivía desde aquel momento.

Se encontraba en el interior de la carpa mirando hacía el techo, el sol comenzaba a salir poco a poco y para ella había sido una noche más donde no podía conciliar el sueño. Sentía que en cualquier momento podría desmoronarse y solamente quería un abrazo de una persona.

─Oye, bella durmiente. ─oyó esa voz que tanto conocía fuera de su carpa. ─¿Piensas dormir todo el día?

Sin haberse dado cuenta el resto de las personas ya estaban todas despiertas y haciendo sus tareas, Cassandra salió de la tienda cubriéndose los ojos del sol. Patrick le pasó un vaso con agua.

Pasaron caminando entre el resto de las carpas y cuando estuvieron cerca de donde dormían Simone y Martin, no pudieron ignorar sus jadeos y el sonido de sus besos.

─Busquen un hotel.

─La tienda no es aprueba de sonidos.

Fie saludo a la rubia con una pequeña sonrisa y elevando su mano en el aire, Cassandra no pudo evitar dirigir su mirada al abultado vientre de la mujer, mientras que Jean a su lado se encontraba mirando al suelo con el rostro neutro.

Nadie había hablado últimamente con él, o más bien desde el incidente en la base, lo habían perdonado y tenían que seguir adelante con el plan que habían formado.

Tiempo más tarde Kira, Martin y Cassandra se encontraban repasando el plan nuevamente. Las dos mujeres trataban de hacer razonar al hombre diciéndole que era su mejor oportunidad, pero él estaba preocupado por Simone.

─Simone es fuerte, Martin. Te ama, pero no necesita que la cuides tanto. ─dijo la rubia harta de la situación y yéndose.

─¿Qué le pasa?

─Sabes perfectamente que le pasa.

Cassandra entendía la preocupación de Martin, porque ella también la sentía, pero llegaba un punto que la exasperaba que quisiera proteger tanto a la Andersen.

─Fie.

La mujer, que le estaba dando la espalda, dio un salto por el susto, provocando una sonrisa en el rostro de la rubia después de semanas.

─¿Qué sucede, Cass?

─¿Estás segura?

Fie inclino su cabeza un poco para mirarla de una manera incrédula, había oído como Cassandra le hablo a Martin minutos atrás, y ahora iba y hacía exactamente lo mismo que él.

─Literalmente casi le gritas a Martín por querer sobreproteger a Simone.

─Es solo que no quiero que te pongas en riesgo. ─se explicó la menor. ─tú y tu bebé tienen que estar a salvo, ese niño o niña será el recuerdo de mis hermanos.

─Lo sé, Cassandra, y es por eso que quiero una mejor vida para todos nosotros.

La chica asintió, seguía sin estar de acuerdo con la idea de que Fie fuera más allá del muro con Simone y ella, pero no podía evitar que sucediera. Solo tendría que mantenerla bajo su protección.

─¡Nos vamos!

Seguido de aquel grito todos comenzaron a tomar sus mochilas con las cosas que habían encontrado durante los últimos meses que fueran vitales para su supervivencia. Cassandra tomó la suya y ayudo a Fie para que no tuviera que agacharse demás.

El grupo caminaba por unas colinas donde el césped abundaba, cualquier que pasara por allí hubiera apreciado la hermosa vista que tenían al menos así podría haber sido antes del apocalipsis, para ellos simplemente era el camino que los llevaría a la libertad.

En algunos puntos debían de caminar en fila debido a lo estrecho que era el camino, cosa que preocupaba a Cassandra por Fie y pensar que podría caer. La mujer en algún momento se hartó de la rubia y la envió más delante de ella.

─¿Estás lista? ─la voz de Simone interrumpió sus pensamientos cuando llego a su lado.

─Sí.

─¿Recuerdas el plan?

Simone estaba preocupada por Cassandra, a pesar de que no lo demostraba, había querido ayudarla meses atrás para que se desahogue con ella sobre los sentimientos que la invadían pero la menor la rechazo incontables veces.

─Cruzamos el muro nosotras tres, porque no tenemos esa mierda de Apollon en el cuerpo, y salvamos a todos.

Si Jakob o Sarah hubieran estado presente sabrían que ese era uno de los síntomas de que ella estaba volviendo a cerrarse, de que había una posibilidad de que la Cassandra del pasado volviera, y nadie quería eso mucho menos ella misma.

─Cassandra.

La antes nombrada notó como el tono de voz de Simone había cambiado en segundos y su sonrisa había desaparecido, además de la forma en la que la miraba, sabía lo que venía a continuación.

─No. ─la chica miro a Simone seriamente.

─Quiero ayudarte, sabes que tarde o temprano tendrás que hablar sobre cómo te sientes. ─Simone miro a la chica. ─y es mejor que lo hagas ahora antes de que explote dentro de ti.

─¡Aquí estamos! ─grito Patrick contento por llegar a su destino.

Simone vio como Cassandra se alejaba de su lado e iba junto a Patrick a sentarse en el césped, esperando a que estuvieran listas las tres mujeres para sumergirse en lo desconocido del otro lado del muro.

─¿Ella lo intentó otra vez?

Cassandra asintió mientras arrancaba el césped con sus manos y Patrick la examinaba, preocupado por ella.

La amistad que habían comenzado en la base, sin poder llevarla bien a cabo debido a la huida de él y Martin, ahora era un poco más fuerte y se encontraban una persona importante uno para el otro.

─Cassandra creo que...

─¡Vamos, Cassandra!

Patrick maldijo internamente a Simone por interrumpirlo. No sabía que le preocupaba más si el estado mental de Cassandra o que cruzara el muro, por más que supiera defenderse perfectamente bien.

GOLDEN ✶ rasmus andersen ✓Where stories live. Discover now