Me Enamoré De Mí Gata (Jenlisa)

Visita inesperada

Lisa volvía a su monótona vida, el trabajo la dejaba hecha polvo y casi no tenía tiempo para nada más. Su cabeza  estaba a punto de estallar ¿otra aspirina? Había perdido la cuenta de cuántas llevaba ese día. Se dejó caer el el espalda del asiento y se frotó el puente de la nariz, a la altura de sus gafa. Realmente necesitaba más descansos como el de Bangkok. Bangkok... sonrió ampliamente al recordar a su familia, los había hechado de meno, pero su mente se centró en su encuentro con Jennie

-Jennie...- la nombró en susurró cerrando sus ojos. Había perdido la cuenta de cuantos besos se habían dado desde entonces, de cuantos intentos fallidos habian tenido por repetir aquel dia. Pero lo cierto era que cada vez era más difícil, la castaña tenía  tres días de celo y estaba bastante insinuante, y a la pobre tailandesa cada vez le resultaba más difícil controlarse

- Lalisa Manoban

Estaba tan inmersa en sus pensamientos que no se percató que habían irrumpido su oficina. Su semblante padeció al ver de quien se trataba

-¿Tzuyu?

La nombrada sonrió ampliamente y se sentó en la silla al otro lado del escritorio. Su atuendo era bastante revelador, una falda que dejaba ver gran cantidad de sus muslos y una camisa de corbata atada bajo sus senos, dejando expuesto su abdomen. Los ojos de Lisa deambulaban por su cuerpo como animal hambriento y eso satisfajo el ego de la coreana. y no es que Lisa fuera una depravado pero sus hormonas estaban revueltas con las constantes insinuaciones de su chica felina y su falta de sexo empezaba a notarse. No se sentía cómoda teniendo relaciones con Jennie en celo, era como si fuese a follarse a una chica ebria. (nota rápida, las gatas cuando estan en celo no pueden controlar sus "hormonas" es por eso que les cuesta rechazar al macho)

-¡Hola mí amor! ¿Te gusta?- dio una vuelta para torturar aún más a la taulandesa- lo escogí para ti

Lisa frunció el ceño rompiendo su embrujo

-¿Qué quieres Tzuyu?

-¿Es así como saludas a tu chica Manoban?

-¿Mi chica?- Lisa soltó una risa ironica- querrás decir la chica de Sana

La chica hizo una mueca de desagrado

- Lisa, déjame explicarte, lo de Sana fue...

-- No me interesan tus explicaciones

-¡No pasó nada!

-¡Las vi con mis putos ojos joder, No vengas a decirme que no pasó nada!

-¡No es lo que piensas, Te amo a ti Lisa!- se deslizó hasta el asiento de la tailandeaa- sólo a ti...- susurró en su oído, rodando su nariz en la oreja de la tailandesa y ganándose un estremecimiento por parte de la rubia- aún te gusta mi tacto Lisa... aún me deseas

Su mano intentó colarse en el vestido de la tailandesa pero está la frenó en seco, quitando su mano con brusquedad

-Tzuyu, tienes 5 minutos para salir de mi oficina

- ¿Me estás corriendo?

-No, te estoy pidiendo amablemente que te vayas al carajo- se encogió de hombros- pero seguridad también puede encargarse de hacerlo

La coreana la escrutó con la mirada y negó sin aceptar el rechazo por parte de la tailandesa

-¿Hay otra, no es así? ¿¡Estás follandote a otra!?- chilló histérica - ¡Tú eres mía Lalisa, no vas a cogerte a nadie más!

-¿Y qué si ya lo hago?- la retó apoyándose en el escritorio- eres pasado Tzuyu, y yo no doy marcha atrás

Tzuyu apretó los puños con fuerza

-¡Vas a arrepetirte Lisa, tú y la perra con la que te acuestas!

Lisa se recostó con chulería en su asiento y guironeó la silla con una sonrisa petulante

-Para tu información, no es perra, es gata- presionó un botón del intercomunicador- Irene, pídele a seguridad que...No, mejor dile a los de control de plagas que vengan a mi oficina, hay una víbora de cascabel

La coreana amplió la boca ofendida y la señaló

-¡Vas a ser mía Lisa, así sea lo último que haga!

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La vuelta a casa no había hecho más que pensar en lo ocurrido, ¿por qué había vuelto Tzuyu después de tanto tiempo?

-Es una puta Lisa, quizás se quedó corta y ahora va a por tu dinero- informó Rose por el parlante

-Su padre es abogado Rose, no creo que el dinero sea el motivo

-Bueno, entonces sólo extraña tus dedos de varilla

Lisa suspiró. Aparcando el coche en el garaje de su edificio

-No lo sé Rosie, algo no me cuadra

-Dios Lisa, obvio que no cuadra, esa mujer no vuelve después de meses sólo por un polvo. Volvió por ti y sea cual sea la razón no debes esperar nada bueno de eso. Sólo no bajes la Guardia, en cualquier momento juega su segunda carta

Colgó la llamada y se encaminó al interior del edificio, hablar con Rose siempre servia para desahogar sus problemas. Maldita psicóloga. Odiaba que su amiga la tratara como a una más de sus pacientes, pero en ocasiones  le sentaba de maravilla

-¡Jen, estoy en casa!- exclamó como siempre, cerrando la puerta tras de sí- ¿Nini?- se extrañó al no encontrarse el rostro sonriente de la coreana asomarse por el pasillo- ¿Jennie, dónde estás?- Nada en la cocina. Caminó dudosa por el pasillo ¿se habría quedado dormida?- Quizás se está dando un baño...

Pero su idea se desvaneció al asomar su cabeza en la habitación y toparse con una imagen que ciertamente no se esperaba

- Lisa...

La castaña estaba completamente desnuda arqueandose sobre la cama, mientras una de sus manos tocaba con necesidad uno de sus puntos de placer. La coreana había estado caliente todo el día. Su celo más el deseo reprimido por Lisa la tenían impaciente y ya no agua5nto su necesidad ¿tuvo algo que ver el encontrarse la ropa interior de la tailandesa? Si, sin duda esa lencería de encaje fue el quiebre de su grifo y en ese instante estaba a chorro

-¡Oh Mierda!- Lisa apretó los dientes ¿había algo más erótico que esa felina retorciendose de placer sobre la cama mientras gemia su nombre?

Sin apartar sus ojos del excitante panorama, la tailandesa se fue despojado de sus prendas, una a una. Su centro palpitaba ansioso y su boca se hacia agua

-¡Aah, Lisa!

-Dios Jen, vas a volverme loca

La castaña se sobresaltó al oír la voz rasposa de la rubia ¿en qué momento había llegado? Pero su mente descartó  todo pensamiento y soltó un gemido de placer al ver a la tailandesa desnuda frente a ella ¿podía tener un  orgasmo con sólo verla? Definitivamente acababa de tenerlo