Cosa de locos

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Lisa daba vueltas en la sala alisando su flequillo con nerviosismo. Aquello era descabellado ¿como podía ser posible? La chica felina le había contado lo que sabia, incluyendo el deseo, cosa que Lisa no terminaba de asimilar ¿porque su deseo no se cumplió y el de su gata si?

- No, no, no, esto...- miró a la castaña en el sofá que la observaba atentamente- esto es un sueño, si, estoy soñando. Cerraré los ojos y cuando los abra todo se abra ido- pero al abrirlos se topó con los ojos felinos a pocos centímetros, fijos en ella.

-¿Ya vas a besarme?

La pregunta de la castaña sorprendió  a la tailandesa quien en un intento de huir tropezó  con la pequeña mesita frente al sofá, cayendo sobre su trasero

-¡Mierda!- la tailandesa hizo una mueca de dolor intentando incorporarse, todo bajo la atención de la más baja

La castaña amplió los ojos preocupada al verla en el suelo

- ¿Te caíste?

-¡No, es que me gusta golpearme el culo con el suelo!- gruñó entre dientes

-Oh...¡Ok!- Jennie volvió a sonreír tranquila como si esa respuesta hubiera bastado para saber que la tailandesa se encontraba bien

Lisa la miró disgustada. ¿Enserio no entiende el sarcasmo?. Pero al instante se golpeó mentalmente. Obvio no Lalisa, es un gato, no entiende de cosas humanas.

-¿Porqué has dicho eso?- hizo una pausa y continuó al notar la confusión en los ojos felinos- Lo del beso...- no pudo evitar desviar la mirada al decir lo último

Los ojos de la castaña brillaron con emoción

-Es lo que quiero. Los humanos lo hacen y ahora soy una humana- explicó y ladeó la cabeza confundida- ¿o debo besarte yo?

Las mejillas de la tailandesa enrojecieron, aquella mirada felina empezaba a ponerla nerviosa

-Y-yo... Eso no funciona así Nini, no puedes andar por allí besando a la gente sólo por ser humana- explicó ya de pie acariciando su retaguardia, sin duda no podrá sentarse en un par de días- No funciona así...

-No quiero besar a todos los humanos... Sólo quiero besarte a ti

¡Mierda, mierda, mierda!. Todo eso estaba siendo una locura para la más alta. ¿Pero entonces, porqué mí corazón esta latiendo como si se fuese a salir de mi pecho?. Tragó en seco sin apartar los ojos de la chica frente a ella. ¿Joder, y porqué no paras de ver sus labios. ¡Maldición Lalisa Manoban, aparta la mirada!. Con algo de dificultad logró subir a sus ojos; No sabia que era peor, si ver sus bonitos labios o su penetrante mirada felina.

-No Nini, no puedes querer algo así, eres una gata y yo una humana

Nini fruncio el ceño y negó en desacuerdo. Sus mejillas se inflaron dándole un aspecto infantil. Por un momento Lisa quiso pellizcar esas bonitas mejillas. ¡Por dios, es tan mona!. Agitó su cabeza en negación. Vamos Lisa, centrate.

-¡No es cierto, ahora soy una humana como tú!- dio un pisotón, cruzándose de brazos como niña malcriada en plena rabieta

¡Aww, ternurita!. Lisa sonrió. cualquier miedo que sintió por aquella extraña locura había desaparecido.

Su móvil comenzó a sonar sacándola de su embelesamiento y maldijo al ver el nombre. Mierda, el trabajo. Con todo el asunto de Nini olvidó que debía ir a la agencia

-¡H-hola Irene!

Las facciones de la castaña se tensaron al escuchar ese nombre y Lisa tragó fuerte al notarlo. La mirada dulce de la chica felina había desaparecido por una realmente intimidante

-¿Lisa? ¿Esta todo bien?

La pequeña castaña estaba atenta a la voz al otro lado de la línea. Agradeció haber conservado su audición de felina, porqué sin duda no hubiera podido escuchar la charla telefónica con un oído humano

-Yo... Si bueno, eso creo- respondió la tailandesa un tanto distraída, mirando de reojo a la castaña quien no le quitaba los ojos de encima- amanecí un poco indispuesta en realidad, no podre ir a la agencia hoy ¿puedes hacerte cargo?

-Cualquier cosa por ti Lisie

-¿Lisie?- la castaña hizo crujir sus dientes. Esa sensación extraña de enojo y posesión volvía a invadirla

Lisa notó la acción de la castaña y tomó un poco de distancia, parecía que en cualquier momento se le lanzaría encima y no de un modo cariñoso

- Gracias Irene, nos vemos mañana en la agencia

-Sabes que lo hago con gusto. No te preocupes por nada, cuidare bien de tu empresa... Que te mejores Lisie

Al terminar la llamada vio a la castaña darse media vuelta y desaparecer por el pasillo dando grandes zancadas.

¿Qué le ha pasado?. Lisa no entendía su reacción.

Escuchó el portazo y supuso que estaba en la habitación. Bueno así tendré un momento a solas. Aprovechó la oportunidad para hacer una llamada, todo sin apartar la mirada del pasillo por si la felina volvía a aparecer. ¿Se enojaría de nuevo?

Comenzó a repicar y rogó por que su amiga estuviese lo suficientemente desocupada como para contestar. Miró el reloj de pared, y sabia que por la hora la australiana debía estar pasando consulta

-Vamos Park, contesta...- susurró suplicante

Después de un par de repiques finalmente la otra rubia contestó

-Manoban, espero que sea importante, la señora Sara esta en plena crisis de...

-Rose, necesito que vengas en cuanto te desocupes- soltó las palabras rápidamente sin dejarla terminar

-¿Ocurre algo Lisa, estas bien?- la voz de Rose sonó preocupada esta vez

-Necesito una psicóloga, creo que ya me volví loca... Y he escuchado decir que Roseanne Park es la mejor tratando con ellos

-Lisa, deja tus halagos para luego- guardó un segundo de silencio y suspiró- Dame media hora, necesito resolver esto. Espero que sea importante

-Creeme Rosie, lo es

Me Enamoré De Mí Gata (Jenlisa)Where stories live. Discover now