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─────── ۪۫ ཻུ۪۪͎.' ───────

You and her are the greatest
poles that can exist

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—BUENOS DÍAS BELLA Durmiente —una voz ronca pero dulce la recibió en cuanto abrió los ojos

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—BUENOS DÍAS BELLA Durmiente —una voz ronca pero dulce la recibió en cuanto abrió los ojos.

A pesar de que no reconoció la habitación de inmediato, sabía que estaba en una enfermería, la pantalla que mostraba sus signos vitales y un pequeño modelo de su cuerpo se lo confirmó.
Trató de adaptarse lo más rápido posible a la luz, y cuando logro al menos distinguir una cosa de la otra, miró a la persona que le había hablado.

Atlas estaba sentado a un lado de ella, había corrido una silla a un lado de la camilla. La miraba con una sonrisa, como si él supiera algo que ella no.

—¿Por qué sonríes así?

—Nada, es solo que me alegro que estes bien, despertaste antes de lo usual —el muchacho estiró su brazo para apartar un cabello castaño del rostro de la chica.

—¿Qué paso? Lo último que recuerdo es haber estado hablando con Alec y de repente...Alec...¡Alec! ¿Dónde esta Alec? —como si toda la energía hubiera vuelto de repente a su cuerpo, salto en la camilla y trato de levantarse, todos los recuerdos de sus visiones regresaron a ella, y junto a ellas, la urgencia de hablar con Alexander.

—Wow wow, tranquila fiera, calmati. Sabes cómo funciona esto, bella, tienes que descansar s—antes de que pudiera hacer nada, el musculoso italiano se interpuso entre ella y la puerta.

—No tengo tiempo para eso, necesito buscar a Alec, o a Izzy, o a Jace, ¡si quiera a Clary! Es urgente —lo miró desesperada, esperando que así Atlas la dejara ir.

—Lo siento bella, no puedo dejarte ir, si es urgente y tiene que ver con lo que sea que hayas visto, los traeré yo mismo, pero tú tienes que descansar, ya sabes lo mal que la pasas cuando te agitas —la agarró de los hombres y la llevó de vuelta a la camilla, la sentó y se paró en frente de brazos cruzados para evitar cualquier intento de escape.

Per favore? —hace un tiempo, había descubierto que si le hablaba a Atlas en italiano, él tendía a ceder, así que, como último recurso, trato de usar la estrategia.

Bel tentativo (buen intento) —se rio él—. ¿Qué viste? ¿Por qué la urgencia de hablar con la regina? —a pesar de que habló con seriedad, el apodo no pudo evitar sacarle una risita a Colette, había escuchado a Atlas decirle de muchas maneras a Alec, pero aquel era nuevo.

𝓜𝓮𝓶𝓸𝓻𝓲𝓮𝓼 ↬ a. lightwoodOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz