Capítulo 37

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Cuando tu mirada toca la mía, sin venir a cuento, siento tu alma ceder a mis más bajos instintos. Como el más detestable crimen, resulta que soy culpable de caer en tus encantos. Que me condenen.

2011, Estados Unidos


No debería haber coqueteado con Camila.

No debería haber hablado con ella. Tuvo que haberla mantenido lejos, como lo había venido haciendo.

Ahora quería más de Camila. Y ella estaba prohibida por un tiempo.

No volvería a sufrir. No la haría sufrir.

Sin embargo, iba dispuesta a causarle una herida mas al corazón de ambas.

Manejaba sus pensamientos a su conveniencia, ser conscientes de su error no ayudarían en lo que estaba buscando.

Algo no estaba saliendo como quería.

No estaba funcionando.

Lo pensó mientras la sentía ceder.

Camila estaba correspondiendo su beso. Camila se estaba consumiendo con ella.

Pero Camila debía detenerla. Camila no debía caer con ella, debía ser la fuerte, la que diría el rotundo no.

Que tan equivocada estaba.

Su Camila. Ella jamás le negaría nada.

Y seguía siendo hermosa, tan elegante, con piel suave y cabello sedoso, y una boca...

¡Dios! Tenía una boca hecha para el pecado.

Una boca que anhelaba a pesar de estar probando, en el fondo sabia que pasaría años sin tenerla.

Sin saber por qué, se preguntó si Camila seguía  queriendo al hombre que la esperaba en el estacionamiento de su casa, y se encontró con que no le gustaba la idea de que ese pensamiento la atacará ahora.

No cuando Camila le estaba siendo infiel. Con ella. Otra vez.

La cruz que cargaba.

El amor que Camila había desarrollado por otro. Igual de fuerte que el que le tenía a ella.

No puro, ni real. Solo fuerte y sincero.

La cruz que colocaría en esos momentos en sus hombros, también la cargaría Lauren.

- Lauren - susurro Camila, perdida ante la sensación de la boca de Lauren en su cuello - No podemos.

- Puedes irte - le quito la camisa y la observo temblar antes de abrazarla - Solo será esta noche. Esta es nuestra despedida.

Le sorprendía la facilidad con la que su boca mentía.

- No necesito esta despedida - sin embargo, no rechazaba sus caricias, sus besos ni su mirada - No la necesitamos.

- Si, y lo sabes - sus manos fueron directo a sus nalgas y amo el contacto.

- Me dolió - soltó tratando de no contener un suspiro, Lauren estaba empeñada en desnudarla - Me dolió cuando terminaste conmigo. Pero sabía que era lo mejor.

- Mientes - se concentró en su mirada, en sus palabras llenas de dolor - Mi dulce e inocente, Camila. No es necesario que mientas ni que luches con lo que es obvio que sucederá. Solo esta noche.

Sola hasta que Lauren logrará aceptar su nueva condición. Luego... luego volvería a ella.

Beso sus labios con cuidado. Viendo sus ojos marrones llenos de miedo. Viendo como luchaba internamente. Viendo sus dudas.

Un Viaje Al Amor Where stories live. Discover now