Un Viaje Al Amor

Capítulo 50

Y es que me encanta como tu sonrisa encaja a la perfección con la mía. Y es que desde que llegaste, llenaste cada espacio vacío de mi vida.

Y es que tus te amo hacen eco diariamente en mi corazón y tus caricias incendian mi piel.

Y si, me encantas, por que de ti sigo enamorada, después de todo, sigo siendo tuya. Y si, te amo, y eres el capricho de mi corazón y el anhelo de mi alma.

Debía dejar de observarla, pero le era imposible. ¿Por que negarse a tal placer?

Lauren realmente era hermosa, con su piel pálida, sus largas pestañas y esos labios agrietados.

Suspiro para ella, la dueña de sus latidos.

Con una mano movió un muchos rebelde que amenazaba con obstaculizar su vista.

Se sentía tan tranquila con ese cuerpo blanco sobre ella. Su piel morena la hacía notar más blanca de lo normal.

Le gustaba como se veían.

Jamás había sentido algo parecido, solo con ella sus mañanas eran amarillas, llenas de vida, sabor y color.

Soltó otro suspiro, pero no de amor ni admiración, esta vez fue de remordimiento.

Ella tenía novio, un novio al que juraba amar y mira donde estaba ahora, siéndole infiel con la única persona que ella en realidad amaba.

Se movió un poco, quedando boca arriba. Considerando sus próximas acciones, jugando con las escenas, con las palabras.

Con frustración llevo sus manos a su cara, por supuesto que no seria fácil. Dejaría toda una vida por la mujer que dormía plácidamente a su lado.

Con cuidado alejo la pierna que estaba sobre ella, quito el brazo y se levantó.

Estiró su cuerpo adolorido, cansado, pero feliz.

Su estómago sonó.

Fue directo al baño.

-¡Oh Dios! - exclamó al verse en el espejo primero.

Lauren la había marcado por todo su cuello, había desordenado su cabello y su vida.

Sonrió negando, se baño, recogió sus cosas y salió de la habitación.

Solo pasaron unos pocos segundos antes de que Lauren se levantara también.

Sintió frío.

Lauren abrió sus ojos, dos esmeraldas muy pesadas que se negaban a ceder ante la orden. Cuando un poco mas de luz las penetraron, cedieron.

-¿Es amor lo que sientes por ella o es solo un capricho? - le pregunto su mejor amiga mientras miraban la tele - Ella es muy buena, pero existe una brecha entre las dos. ¿Que va a pasar cuando tus padres lo sepan?

- Ellos lo aceptaran. Y son la menor de mis preocupaciones, ella me gusta y la tendré.

- No es la manera, Lauren. Si piensas así, será mejor que la dejes en paz. La harás sufrir.

Trató de incorporarse después de ese recuerdo, pero un dolor insoportable en todo su cuerpo se lo impidieron. ¿Por que le dolía tanto? No debía doler.

- Me gustaría que se alejara de mi hija.

- Lo que vio tiene una explicación - susurro asustada.