SOULMATES (ALMAS GEMELAS) - Dani & Jamie (Bly Manor)

Capítulo 1

[ Espero que les guste esta nueva historia, que nada tiene que ver con la vista en la serie. Déjenme sus comentarios! Son bienvenidos :) Gracias.]

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Todo empezó en el año 2000, con mi familia viajamos hacia nuestra casa de verano, en el complejo "El Bosque", para disfrutar de las tan ansiadas vacaciones. Todos los años pasaba lo mismo, llegábamos y mi hermano ya se encontraba con sus amigos y desaparecía por largas horas. En ese momento él tenía 10 años, yo 15 y ninguna amistad que me esperara.

Todos los del complejo eran más chicos o más grandes, que yo. Los menores, de la edad de mi hermano o casi, se entretenían inventando todo tipo de juegos e historias yendo de aquí para allá, los mayores ya salían a bailar, iban a bares, se perdían horas en la playa, etc. Y yo, que no encajaba en ninguno de esos dos grupos, permanecía sola.

Pasaba de salir y divertirme con mis amigas del colegio, a aburrirme dos meses de mi vida. Llegaba a ser insoportable. Había empezado a odiar las vacaciones.

Lo único que podía entretenerme era leer todo lo que tenía pendiente.

-Jamie, dile a tu hermano que tiene que ayudar a desempacar su ropa. No haré todo el trabajo.

-Le diré...-dije sin mucha emoción, "Si lo veo" pensé. -Iré a dar una vuelta con la bicicleta.

No sé si mi madre me escuchó, pero salí igual.

Era mi habitual recorrido por el extenso complejo, ver que casas estaban ocupadas, quienes habían hecho alguna reforma, quien había construido, etc. Debo aclarar que no es un barrio privado, no hay seguridad contratada ni muros que nos separen. Es simplemente un sector organizado de viviendas, con algunas calles internas, en uno de los bosques de por aquí. Nada más. No voy a mentirles, algunas de las familias son adineradas y eso lo demuestran con sus enormes casas, otras (como la mía, por ejemplo) son de clase media, con casas lindas pero modestas.

El trayecto se me hizo pesado, cuando regresara a casa tendría que engrasar e inflar aún más las ruedas. Debí haberlo pensado antes de salir. Era obvio que estaría en este estado deplorable después de un año sin uso.

En fin, me disponía a quejarme todo el camino pero un letrero llamó mi atención "Piscina" y una flecha que indicaba la ubicación. Esto es nuevo, me dije. Pedalee lo mejor que pude para llegar. Era realmente grande. Una forma rara, poco convencional pero agradable. A los lados reposeras y sombrillas. Ya había un par de personas, tomando sol y nadando.

Visualicé a mi querido hermano y le grité que mamá lo llamaba.

De regreso a mi casa, tiré literalmente mi bicicleta al pasto y fuí a mi habitación.

Al día siguiente, prácticamente tuve que hacer de niñera y pasar casi todo el día "vigilando" a Mikey. Porqué? se preguntarán, simple... la piscina. Mi madre tenía miedo de que cayera o algo, pero él sabía nadar. Así que agarré un par de libros y me senté en una de las reposeras.

Mientras leía, miraba de reojo de vez en cuando a ver qué estaba haciendo. Era un desperdicio que yo estuviera aquí, pudiendo estar tranquila en el patio trasero, sola y tranquila.

El día estaba tan espléndido que empezaron a llegar más y más personas, a la mayoría ya los conocía.

El calor se hizo insoportable, así que frené mi lectura para meterme a la piscina. Qué refrescante había sido eso.

En la parte más profunda, se encontraba el trampolín y una escalera de metal, de esas que pueden retirarse fácilmente. Y en la menos profunda, donde el agua te llega a la cintura o menos, solo estaban los peldaños de material para entrar o salir.

Me entretuve varios minutos, saltando del trampolín y nadando hacia el fondo. No recuerdo los metros de profundidad pero sí que cuanto más me acercaba al piso... más me zumbaban los oídos.

Nadaba un rato, leía otro, pero sin dejar de lado mi misión del día. De un momento a otro, la gente se fue yendo y solo quedamos Mikey, sus amigos y yo, hasta que me informaron que ya no irían al agua, y que jugarían por aquí cerca.

Retomé mi lectura, soy de las que empieza y si se me hizo interesante, no paran hasta terminarlo.

El ruido del agua llamó mi atención, alguien se había tirado y unas pequeñas gotas cayeron sobre mis pies, que eran los más cercanos al borde. Levanté mi vista y nada, no vi a nadie nadando. Qué extraño, pensé. Me invadió la curiosidad, marqué la hoja donde quedaba trunca mi lectura, me puse de pié y caminé hacia el borde. Me tiré al agua inmediatamente, había una niña pequeña quizás de unos 6 años, tratando de mantenerse a flote.

-Tranquila, tranquila. Te tengo.- le dije con voz suave, mientras la agarraba con mi brazo izquierdo y me impulsaba con el derecho, ayudada por mis piernas. -Cómo te llamas?.

-Flora, y tú?- sus pequeños brazos rodeaban mi cuello, con fuerza.

-Hola Flora, soy Jamie.- le sonreí acompañando mi respuesta.-No pasa nada, si? Te ayudaré a salir.- Ella asintió en silencio.

Cuando comenzamos a subir por la escalera, escucho que gritan el nombre de la niña repetidas veces.

-Oh por Dios, Flora!- Dijo una chica rubia mientras la tomaba de los brazos, para alejarla del borde.-Tu madre va a matarme!- le decía mientras le pasaba las manos por la cara, corroborando que no estuviera herida.

-No creo que se haya golpeado, debe haberse tropezado...- Le dije para tranquilizarla.

-Lo siento.- Dándose cuenta que había alguien más en la escena.- Gracias por sacarla, si no hubieras estado...

-De nada.- Respondí. Nos miramos unos segundos, en silencio.- Soy Jamie.

-Dani.- Dijo sin más.

-Quiero ir con mamá.- Soltó Flora.

-Sí, vamos. Gracias de nuevo.- Me dijo, con una sonrisa mientras cargaba a Flora en brazos, y se alejaban.

-Jamie?

-Qué?- Girándome para ver a mi hermano, que había aparecido de la nada.

-No es tarde para nadar?- Levantando una ceja.

-No estaba nadando...- Puse mis ojos en blanco. -Terminaste con tus amigos?- Dije rápido. -Nos podemos ir ya?

-Si, vamos.

[Continuará...]