SOULMATES (ALMAS GEMELAS) - Dani & Jamie (Bly Manor)

Capítulo 9

Después de que todo volvió a la normalidad, los Wingrave sugirieron contratar a una persona que cuide de la mamá de Dani. Ellos se harían cargo de los gastos, habían dicho.

Yo me la pasaba más tiempo en su casa que en la mía, para ayudarla. Iba de tanto en tanto a buscar más ropa, ver las cuentas que debía pagar, regar las plantas y limpiar un poco. Hasta me había llevado la laptop para trabajar y algunos libros para estudiar.

-Múdate conmigo.- Me soltó así nada más, mientras estábamos acostadas en su cama. Mi asombro fue notorio y agregó. -Lo digo en serio, múdate aquí. Dejarías de pagar alquiler y no gastarías tanto en combustible.

-Ohh... es un tema de reducción de gastos.- Le dije sonriendo. Me devolvió el gesto.

-Sabes que no. Quiero que vivas aquí, conmigo.- Cruzando su brazo por mi pecho, a la vez que apoyaba su cabeza en mi hombro. -No quieres?

-Muero por vivir contigo, Poppins.- Besándole la frente.

Terminé de mudarme a fin de mes. Entregué la llave a la dueña, que se cercioró que el inmueble estuviera en las mismas condiciones en que me lo había entregado y nos despedimos.

Todas las plantas ahora estaban en el jardín trasero de mi nueva casa, aún en macetas pero ya me haría el tiempo para plantarlas apropiadamente.

Tuvimos que reorganizar algunos ambientes, combinar sus muebles con los míos.

Vendería aquellos que no necesitáramos, lo que estaba fuera de discusión era la cama. La mía era más grande e iría a su habitación... nuestra habitación ahora.

El cumpleaños de Dani se avecinó como una avalancha, sin aviso alguno. Obviamente, yo sabía la fecha pero los días iban pasando tan rápido entre la universidad, el trabajo, su mamá y la casa, que cuando miré el calendario lo tenía encima.

Si bien habían pasado un par de meses desde mi mudanza, aún seguíamos acostumbrándonos entre nosotras con ciertas cosas... ciertas maneras de hacer esto o aquello, pero podríamos decir que nos iba bastante bien. Encajábamos.

Llené la casa con todo tipo de flores, orquideas, tulipanes, rosas, margaritas, magnolias. La mezcla de fragancias inundaban cada rincón. Se llevaría una linda sorpresa cuando entrara.

No había mejorado nada en la cocina, por más que pusiera toda mi buena voluntad, por eso le pedí a Owen, un amigo y chef, que me preparara algo rico para hoy.

Sus tíos la habían invitado después del trabajo, para saludarla. Su madre se encontraba allá, porque la mujer que la asiste tenía el día libre, y Charlotte se ofreció a hospedarla para que yo no corriera con todo.

Cuando Dani me llamó para avisarme sobre eso, me dijo que fuera pero tuve que rechazarla aludiendo que tenía mucho trabajo atrasado y debía terminarlo hoy. Le dije que disfrutara el tiempo que fuera necesario con su familia, que yo la esperaría aquí.

Cuando por fin llegó y abrió la puerta, su expresión hizo que todo valiera la pena. Me miró con una sonrisa y ladeó su cabeza a un lado; ahí lo supo, supo porqué me había ausentado antes.

-Jamie esto es...- No sabía hacia donde mirar, a qué ramo prestarle atención.

-Feliz cumpleaños, amor.- Acercándome a ella para besarla. -Te gustó?- Sonreí.

-Es perfecto.- Poniendo sus manos a los costados de mi rostro.

-Espero que aún tengas hambre.- Tomando su mano, para guiarla hacia el comedor.

La mesa estaba puesta.

-Tú cocinaste?- Levantando las cejas.

-Sabes que apesto en la cocina...- Respondí a la vez que aparecía en el comedor, con un plato en cada mano.

-Adivinaré... Owen?- Yo asentí en silencio y ella rió. -Lo sabía.

La cena estuvo estupenda, Owen es realmente un genio. Nunca hubiera podido hacer ni la mitad de lo que él hizo.

Nos sentamos en el sofá, después de que terminé de lavar los platos y levantar la mesa. No dejé que hiciera nada, se quejó un poco por eso, pero era su día.

-Recuerdas lo que te dije en tu cumpleaños del año pasado?

-Mmm... no.- Mintió. Su sonrisa torcida la delataba. -Sí lo recuerdo, pero quiero que me lo repitas.

-Espera aquí.- Me levanté y fuí hasta el dormitorio. Cuando regresé a su lado, le extendí una pequeña maceta con una flor en ella. -Es una flor de luna.

-Es hermosa.- Sujetándola en sus manos.

-Creo que dije que tenía un problema... en realidad, que teníamos un problema, Poppins.- Retomé el recuerdo. -Tú me miraste sin entender a qué me refería y un "Oh no" salió de tu boca. Continué diciendo que no me había cansado de tí, que de hecho estaba bastante enamorada.- Su mirada estaba clavada en mí. -Sigo sosteniendo cada palabra. Ese sentimiento no cambió.

-Te amo.- Dejando la flor de luna en la mesa ratona.

Me tomó de la mano y me llevó a nuestro cuarto. Nos besamos. Mis manos en su cintura y las de ella en mi cuello.

Fui desabrochando su blusa, sin despegar mis labios de los suyos. Sonreíamos de tanto en tanto. Dani me sacó la remera y nos miramos, por unos instantes, a la vez que rozábamos nuestras narices. No teníamos prisa.

Ambas sin nuestras prendas superiores, nos tumbamos en la cama, yo recostada un poco en el colchón y otro poco encima de ella.

Mi mano recorría su pecho y abdomen hasta toparse con su jean. Dani acariciaba mi rostro, cuello y nuca, hasta bajar a la parte alta de mi espalda. Desabrochó mi sostén y lo retiró.

La incorporé un poco para que me diera paso a su broche y así, despojarla de la misma prenda.

Dejamos que nuestros cuerpos expresaran todo el amor que sentíamos.

Perdón por la tardanza! Estuve con mucho trabajo.
Espero les guste este nuevo capítulo.