Capítulo 11

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-Podemos quedarnos todo el día en la cama?- Le dije mientras apoyaba mi cabeza sobre su hombro derecho. Inclinó la suya, en silencio, para reforzar el contacto.

Habíamos terminado de desayunar hacía un momento y no tenía intenciones de levantarme.

Dani miraba la tv y yo la miraba a ella, sus piernas desnudas... usando sólo una remera larga de pijama, tan sexy. Apoyé mi mano en su muslo izquierdo y mis piernas cruzaron por encima las suyas, como imanes. Sentí el calor de su mano sobre la mía, pocos segundos después.

Le dí un corto beso a su brazo. Podría quedarme así toda la vida, en esa posición con ella a mi lado. Con nuestras piernas entrelazadas, sin perder el más mínimo contacto de nuestra piel.

Tomé el libro que tenía en la mesa de luz, sin moverme demasiado y comencé a leer.

Cuando me aburrí, me giré hacia ella, pasando la totalidad de mi pierna derecha por encima de sus muslos, mi brazo por su cintura y encajé mi cara en su cuello. Mi lugar favorito.

Respiraba su aroma, no su perfume; quería llenarme de él. Cada tanto me movía para rozar mi nariz y lograr que su piel se erice. Le soplaba también y le daba besos, todo desencadenaba el mismo efecto. La ponía nerviosa, lo sabía.

-Te gusta en el cuello, no?- Yo ya sabía la respuesta, pero me divertía.

Ella sonrió y asintió en silencio. Simulé como si fuera a morderla, haciendo el sonido y todo. Dani soltó un pequeño grito, "Te lo ruego, para.", luego rió junto a mí y me abrazó con más fuerza.

Me incorporé un poco para mirarla, le agarré la cara con ambas manos y la llené de besos. Besos por todo su hermoso rostro, uno atrás del otro. Sin darle tiempo a ningún tipo de reacción.

-Alguien está muy cariñosa esta mañana... - Me dijo algo entrecortado, por mi accionar.

No le respondí, en cambio, me dispuse a "atacar" sus orejas... mordiendo sus lóbulos.

-Jamie, por favor!- Rogando que me detuviera.- Me estás volviendo loca.


Ese tonteo se vió interrumpido por el sonido de mi celular. Era Margaret que me necesitaba en la tienda, porque James (su empleado) estaba enfermo y ella había salido de la ciudad.

Mi sábado de estar en cama estaba oficialmente cancelado.

Dani me acompañó, abrimos juntas y sacamos un par de plantas a la vereda. Mientras yo atendía a los clientes y armaba sus pedidos, ella se encargaba de cobrarles.

Terminé un ramo y fuí a su lado, detrás del mostrador. Deslicé mi mano sutilmente debajo de su camisa, Dani se movió un poco sorprendida por el contacto pero tuvo que disimularlo porque le estaba cobrando a una señora. Seguí subiendo y bajando mi mano, rozando mis dedos con la piel de su espalda, que se erizaba constantemente. Yo le sonreía a la mujer que tenía enfrente, como si nada pasara.

-Aquí tiene su vuelto. Tenga un lindo día.- Le dijo Dani.

-Gracias querida. Hasta luego, chicas.

-Adiós.- Me despedí.

Cuando no hubo nadie más a la vista, estallé de risa.

-Eres terrible, se podría haber dado cuenta!- Quejándose.

-No se enteró de nada, descuida.- Agarrando con un dedo la cintura de su jean y tirando de ella, hacia mí.

-Jamie!- Riendo. -Nos puede ver alguien.

Yo asentí en silencio sin importarme nada, coloqué mi mano libre sobre su nuca y la besé.

-Gracias por haber venido conmigo, fue divertido.- Sonriendo.

-Si, fue divertido.- Afirmó, acariciando mi mejilla.

-Vayamos a cenar a algún lugar.. qué dices?- Entrelazando mis dedos con los de ella.

-Está invitándome a una cita?- Levantó una de sus cejas, de manera pícara.

-Así es.

-Qué pretende conmigo, srta Taylor?- Siguiendo este coqueteo.

-Pretendo todo contigo.- Acercándome más a ella, para que nuestras narices se rocen.


 Dejamos el auto estacionado en la tienda y decidimos caminar, tomadas de la mano. Nuestro lugar de destino fue el restó de Owen, debía aprovechar mi mesa exclusiva.

Cuando nos vió entrar, él situado detrás de una barra, nos saludó con la mano y nos señalizó la mesa. Él mismo nos trajo la carta, acompañado de dos copas de champagne. 'Decidan tranquilas' nos dijo y volvió a la cocina.

Yo no miré ni una sola vez el menú, la miraba a ella. Tan perfecta, su piel, su cara, su pelo, sus ojos, su sonrisa. Era posible que estuviera así de enamorada?

-Ya te decidiste?- Preguntó sacándome de mi trance.

-Eh?

-Si ya sabes que vas a pedir...- Sonriendo.

-Lo que tú pidas está bien para mí.

Uno de los camareros se acercó a nosotras y nos tomó la orden.

Mientras esperábamos, pasé mi brazo izquierdo por detrás de su espalda. Dani acariciaba mi muslo, la electricidad que recorría todo mi cuerpo se regeneraba con cada movimiento suyo.

La miré, sonriente, ella me correspondió con ese brillo en su mirada. Me acerqué y le susurré al oído un 'Te amo'. Producto de mi acción, ella movió un poco la cabeza para rozar su mejilla con la mía, a la vez que respondía 'Te amo más'.

El mozo volvió con los platos y nos ofreció champagne, sólo tomé a penas porque yo conduciría de regreso, en cambio Dani a la segunda copa ya reía por cualquier cosa.

-Me encanta verte así.- Dije riendo.

-No estoy borracha...- Me aclaró.

-Yo no he dicho nada.- Reí con ganas. Apoyé mi nariz en su mejilla.

-No sé qué tanta risa.- Haciéndose la ofendida.

-Menos mal que yo manejo... Sabes, podría raptarte.

-Raptarme? Ya vivimos juntas... no tiene sentido.

-Lo sé, pero sería emocionante... alocado. Llevarte a otro lado, sin que nadie lo sepa.

-Alocado? Emocionante? La que prefería su vida bonita y aburrida.- Me miró sarcásticamente y soltó una risa burlona.

-Yo prefiero cualquier tipo de vida, si estás conmigo Poppins.- La besé rápidamente.


SOULMATES (ALMAS GEMELAS) - Dani & Jamie (Bly Manor)Where stories live. Discover now