EVIL

MIRADAS ENTRELAZADAS

Al día siguiente, cuando desperté, en mi cama había lo que parecía ser un uniforme escolar y sobre el una nota que decía:

"VISTETE, SE HACE TARDE"
MICHAEL

Tal como lo decía aquella nota me puse el uniforme color rojo, la falda era tableada, una camisa blanca, un moño en el cuello del mismo color que la falda y un saco negro, de igual forma unas medias negras y unos mocasines negros. Arregle un poco mi cabello lacio y salí de la casa. Como era de esperarse, Michael ya se encontraba en el auto esperándome —Tardas demasiado— dice arrogante.

—Solo tarde unos minutos— le digo burlándome de su superioridad.

—Bueno, sujétate que vamos tarde— se arrancó y manejo a casi exceso de velocidad, por precaución me puse el cinturón de seguridad.

—¿Cómo es que lograste inscribirnos en una escuela de un día a otro?— pregunto mientras el conducía.

—Subestimas mis poderes demoniacos— responde. Yo solo me quedo callada —La verdad es que hace varios meses salve la vida del director de la institución a la que asistiremos, ayer por la noche hable con él a través del móvil, le dije que si me podía devolver el favor y acepto con mucho gusto, como tu llevas buenas notas no dudo en aceptarte— yo lo miro y le agradezco ese gesto tan amable de su parte.

—Gracias— digo mirándolo. Él me mira y sus ojos grises conectan con los míos por varios seguidos, hasta que él rueda la mirada.

—Listo, hemos llegado— el baja primero del auto y luego da la vuelta para abrir mi puerta, de la parte trasera saca dos mochilas una color negro y la otra color azul, me da la azul y él se queda la negra.

Entramos a la escuela y nos dirigimos a la oficina del director el cual saludo con gran afecto a Michael. —Hola, ¿Cómo has estado?— pregunta el hombre alto, con los cabellos canosos, ojos color verde y con la cara un poco envejecida.

—Demasiado bien— responde Michael. Me toma de los hombros y luego me presenta con aquel hombre —Ella es Cori, mi hermana menor.

—Un gusto— le digo estrechando su mano cálida.

—El gusto es todo mío— añade después de soltar su mano de la mía —Pero mírate eres demasiado hermosa— yo solo agradezco y luego vuelve a hablar —Creo que las clases comenzaron hace varios minutos pero eso no importa, hoy es su primer día así que pueden llegar tarde— luego de decir eso se hecha a reír y nos pide que lo sigamos. Nos lleva a través de un largo pasillo silencioso, al parecer ya todos se encontraban dentro de las aulas tomando clases.

Finalmente el pasillo termino y doblamos a la izquierda donde se encontraba el salón tres A el director nos hizo pasar y luego nos presentó con el resto de la clase. —Ellos  son los hermanos WILSON, espero y se lleven bien— el hombre salió del aula y la profesora nos pidió presentarnos mejor.

Michael fue el primero y yo en segundo lugar —Mucho gusto, mi nombre es Michael Wilson y acabamos de mudarnos de la ciudad, espero llevarme bien con todos ustedes.

El termino y luego fue mi turno —Hem, yo soy Cori Wilson, he estado la mayor parte de mi vida tomando clases en casa así que no sé cómo hacer amigos— termine de presentarme y la profesora nos pidió que tomáramos los últimos dos lugares y ambos caminamos por el pasillo estrecho hasta llegar a los dos últimos lugares.

Al término de la clase, todas las chicas se acercaron a Michael, al parecer sentían un tipo de atracción hacia él o algo así, no las culpo pues la verdad era bastante guapo, tenía los ojos color gris, un corte europeo, sus cejas negras pobladas y algo de bello en la barbilla que hacía verlo muy atractivo. Yo me puse de pie y salí del aula, me había sentido un poco incomoda pues convivir con tantas personas no era lo mío. Al verme salir, Michael salió tras de mí y me pidió que fuera más despacio, miraba hacia el suelo que no vi y me choque con un muchacho alto, rubio, de ojos color miel y una complexión física que daba mucho que desear —Lo siento, no vi por donde caminaba.

El me miro y me sonrió —No hay problema, ten más cuidado la próxima vez— al llegar conmigo Michael me tomo de los hombros y miro al muchacho con una mirada fulminante, ambos seguimos caminando hasta llegar al estacionamiento en donde entramos al auto. Michael se arrancó y comenzó a manejar. En todo el camino no sostuvo ni una sola palabra conmigo, al llegar él fue el primero en bajar y azoto la puerta tan fuerte que lo hacía ver demasiado molesto. Baje del auto y entre a la casa, el me esperaba y me pidió cambiarme pues mis lecciones de cómo controlar mi poder demoniaco comenzarían, así como lo ordeno, subí a mi alcoba y me cambie para poder entrenar, me puse unos shorts rojos y un top deportivo negro.

Baje y él ya se encontraba en el salón esperándome, el tenia puesto unos shorts que le llegaban a las rodillas y una camiseta con estampado de dragón, me pidió comenzar y en seguida tomo su forma demoniaca. Su cabello se alargó hasta los hombros, sus ojos cambiaron de ese color gris a un color rojo sangre, de su espalda salieron dos alas iguales a las de un murciélago, su piel cálida se volvió un poco más pálida y luego me miro a los ojos, conectando de nuevo.

—Tienes que aprender a transformarte— se acerca a mí, en menos de un parpadeo se encontraba detrás mío —Tienes que aprender a defenderte— luego en menos de otro parpadeo ya estaba frente mío —Y sobre todo a controlar ese gran poder demoniaco—?yo solo lo miro un poco asustada pues su carácter había cambiado repentinamente, paso de ser ese terno niño a ser alguien más frio y sin sentimientos. Luego de decir esas palabras me dio un golpe que hizo que retrocediera un poco.

Después de varias horas intentando por fin logre esquivar uno de sus ataques, este venía con más fuerza que los anteriores, el tiempo paso demasiado rápido así que la noche llego, el cielo se colmó con esas estrellas brillantes así que me distraje un poco y Michael aprovecho ese segundo para ponerse tras de mí y tomarme para después elevarse y salir de la casa rompiendo una de las ventanas, voló por casi cinco minutos, después se detuvo y me susurro algo al oído para seguido dejarme caer.