Jared miró al Magnus. La sangre circulaba a gran velocidad por mis venas. Estaba terriblemente preocupada por Jared,si algo le llegase a pasar mi vida se destrozaría en mil pedazos.
-Siempre he preferido la trotura sentimental que la física.
Magnus sonrió.
-Te daré suficientes razones para que abandones esta vida Jared Leto. Primero tenemos la muerte de tu querida madre- Magnus daba vueltas alrededor de Jared mirandolo con sus frios ojos verdes.
Los rasgos faciales de Magnus eran duros y frios,realmente intimidaba. Él era castaño y rubusto a diferencia de su hermano Cole.
-y ahora es el turno de tu bella Megan- Magnus se detuvo señalandome con un cuchillo. -pero no la mataré,no. Slater pasa a la habitación por favor-
Un hombre pequeño y delgado con gafas entra al cuarto.
-Él mis queridos amigos es Slater, uno de los mejores neurocirujanos que he conocido , este muchacho de aquí urgará en el cerebro de Megan y afectará parte de su memoria lo que hará que se olvide de ti Jared. Que horrible debe ser que tu novia no te vaya a reconocer más,no es asi?
Jared luchaba por liberarse.
-No!No la toques! Por favor,no,ella no.
La voz de Jared me partía el alma. Las lágrimas fluian por su húmedo rostro.
-Es una lástima Jared. Si no hubieses matado a mi padre todo esto no hubiese pasado,si tan solo hubieses dejado que él te matára. Es tu culpa,piensalo. Te dejaré unos minutos a sola para te despidas de tu amada.
Magnus y sus hombres se retiraron.
-Jared
-Perdón amor,es es mi culpa. Mira lo que te harán.
Me acerqué a él.
-No es tu culpa! no es tu culpa Jared! No te culpes por favor.
Lo rodeé con mis brazos y recosté mi cabeza en su pecho.
- Estoy asustada Jared
Él me colocó su mano en mi rostro acariciandome suavemente.
-Y si no puedo recordarte? Y si te olvido para siempre?
Apoyó su mandíbula en mi cabeza.Acercó mi cuerpo con el suyo de manera protectora.
-Te amo tanto Megan, siempre te he amado y siempre te amaré.
Sus palabras derretian mi corazón. Pensar que ya no lo recordaré más...
Lo abrazé con más fuerza, no queria separarme de su lado.
Rozó el contorno mis labios con su pulgar y me dio un tierno y lento beso. Deslizé mi mano por su pecho hasta su nuca. Fijó sus ojos en los mios.
Oí el ruido de la puerta abriendose.
Magnus irrumpió.
-Es hora.
