Lista de reproducción para el apocalipsis [The Umbrella Academy]

Pista 8: Everybody knows

"Todos saben los dados están lastrados,

todos los tiran con los dedos cruzados.

Todos saben que la guerra ha terminado

todos saben los buenos han perdido.

Todos saben que la pelea estaba arreglada,

los pobres se quedan pobres, los ricos se enriquecen,

así es como funciona

todos lo saben."

-No puedo creerme que tu genial plan B sea este -dijo Amber, removiéndose en el asiento inquieta.

-Y aquí vamos de nuevo -murmuró Cinco poniendo los ojos en blanco.

-En serio, -insistió ella- ¿vigilancia? ¿qué vas a hacer exactamente con esto? ¿interrogar a todas las personas que entren ahí? 

-Solo a los que les falte un ojo.

-¿Y cómo vas a saberlo? ¡Desde esta posición, solo les ves la espalda! ¿Cómo puedes saber si les falta un ojo viéndoles las espalda?

-¿Tienes mucha prisa hoy? -inquirió Cinco mirándola de nuevo y Amber resistió la tentación decirle que no apartara la vista de la puerta de la clínica.

No fuera a ser que el responsable del fin del mundo se le escapara por no perder una discusión.

-¿Tienes algo de comer? -preguntó ella, girándose para ver la parte de atrás de la camineta.

Pero detrás no había nada. En un principio, Cinco había querido llevarse a Dolores pero, teniendo en cuenta el estado del maniquí, Amber lo había convencido que mejor lo dejaba en su casa. Sin embargo, ahora se arrepentía. Hablar con el maniquí parecía ser una mejora respecto a hablar con Cinco, por lo menos se llegaban a resultados más productivos.

Porque es un maniquí, se recordó Amber. Mi vida no tiene sentido.

-Acabas de comer -protestó Cinco- te vi comer antes.

-Sí, antes, por la mañana, cuando me has recogido. Han pasado horas desde eso.

-No han pasado horas.

-Teniendo en cuenta tus experiencias pasadas, no me fío mucho de tu sentido del tiempo.

-¡No es necesa...! No importa -suspiró profundamente mientras volvía a mirar al enorme edificio blanco- hay dinero en la guantera, cógelo y cómprate algo.

-¿De dónde has sacado el dinero?

-¿Sabes? Mi Amber era más callada.

-Sería el trauma -se encogió de hombros ella y le dirigió una mirada inquisitiva- por cierto, ¿cómo lo llevas?

Cinco no movió ni un músculo.

-Estoy bien -dijo.

Amber miró de reojo a la parte trasera dónde él casi había metido un maniquí que consideraba una hija.

-Sí, pareces la viva imagen de la buena salud mental.

-No necesito que seas mi psicóloga.

-Si el mundo no se acaba en estos días, ¿irás a una?

Él resoplo, parecía muy divertido ante la idea.

-Dudo que me creyera -dijo- 'señor psicólogo, pasé la mayor parte de mi vida en el apocalipsis con solo una persona. Luego fui asesino a sueldo. Pero, quizás sería bueno nombrar también que vengo de familia de gente con poderes y que nos entrenaron como soldados desde pequeños. ¿Qué medicación ha dicho que debía tomar?'