Perfectamente Imperfectos

|E l G i m n a s i o|

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—Mis padres no están. — Es lo primero que digo al verlo frente a mi puerta, ¿Este no tiene nada más que hacer?

—Los míos tampoco y no me la paso quejándome con mi atractivo vecino, lo siento no tengo atractivos vecinos, solo estoy yo. —Gruñó fastidiada.

—Al grano Williams, ¿Qué es lo que quieres? —Murmuró ya fastidiado de su presencia.

—Veras que ni yo lo sé, me gusta fastidiarte la vida, por eso estoy aquí, como un buen vecino que soy, vengo a visitar a mi vecina con complejo de Grinch, ¿Por quién me tomas Prue?

—Lárgate ya. — Musito sin perder los estribos, no le daré el gusto, hoy no.

—Tu apellido suena a Puré, "Emma Puré" soy un genio. — Comienza a reírse, aprieto mis dientes hasta el punto de escucharlos chillar.

— ¿Sí? Pues busca mi apellido en internet, a ver si tienes suerte y te sale una receta de Puré español. — Me burló.

— ¿Crees que no lo hice ya? El puré de papa con chile serrano es una completa delicia, no sé si sea una receta española, pero te la puedo compartir.

¿Y si le doy una receta falsa? ¿Eso es ilegal? De hecho, no me molestaría pasar un par de días en prisión si eso le da indigestión.

—Qué bueno, ahora tienes algo mucho mejor que hacer, no solo meterte en la vida de otras personas como vieja chismosa que eres. —escucho su risa, pero la ignoro, doy dos pasos atrás y cierro la puerta fuertemente.

Una vez libre de vecinos, me permito hacer muecas y señas obscenas para desquitar mi enojo.

— ¿Estás bien? — Levanto la cabeza rápidamente para encontrarme a Ethan, rápidamente siento los colores llegar a mi cara, dios, el me vio hacer todo un show de muecas y señas.

—Lo mismo pregunto yo. — Evado su pregunta. — No dormiste aquí y llegaste casi al medio día.

—Sí, todo está bien, de maravilla diría yo. — Pero sus ojeras no dicen lo mismo, asiento sin darle demasiada importancia, no lo voy a presionar, no soy quién para hacerlo. — ¿Comiste?

—Sí. —Afirmo. — Hace unas tres horas.

— ¿Tus padres? — Inquiere.

—Salieron a dar una vuelta. — Respondo encogiéndome de hombros, no decimos nada más, el cómodo silencio nos envuelve, miro el reloj en una de las paredes, una de la tarde, tal vez y no esté mal adelantar los trabajos, no hace falta recalcar que perdí varías clases, porque es algo obvio, y ya no quiero perder más.

Subo a mi habitación, busco algo decente que ponerme, término decidiendo por un short y una camiseta de colores algo holgada, busco mis tenis de suelo y me dispongo a vestirme lo más rápido que puedo, ya más tarde me daré un buen baño.

"Mamá, fui al instituto, llego más tarde, ¿Ves? Tú hija si es responsable." Escribo una vez que termino de vestirme, camino hacia mi tocador, cepillo mi enredado cabello, lo voy a dejar suelto, se ve bien así.

Pongo un poco de bálsamo sobre mis labios cuando unas tremendas ganas de ir al baño me asaltan, prácticamente corro al baño, bajo el short junto a la ropa interior y me siento sobre el retrete, para hacer mis necesidades básicas.

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— ¿Por qué tan tarde señorita Prue? — Es como me recibe el profesor, tuve un pequeño percance llamado; "Mis padres se llevaron el auto y tuve que correr las diez cuadras que me separan del instituto"