Cynical | Calum Hood |

16: Gracias

Me moví en la cama para poder estirarme cuando sentí un dolor en el hombro.

Abrí los ojos lentamente y respiré profundamente, ¿acaso siempre tengo que salir herido?

Ayer fue un día de locos y al parecer Scarlett me odia, quizá si fui un idiota al gritarle a ella. Me frotó los ojos y despeino mi cabello, me destapó y me levanto de la cama.

Más tarde hablo con Scar.

Camino descalzo por la pequeña habitación y puedo notar mi ropa desgarrada en el suelo, hago una mueca de desagrado, me acerco para tomarla pero observo sobre un pequeño mueble ropa limpia.

Gracias Miriam por existir.

Tomo la ropa limpia y camino hasta la puerta de la pequeña habitación, abro la puerta con cuidado para no hacer ruido y despertar a los demás, salgo lentamente hacia el pasillo y cierro la puerta de mi habitación.

Miro hacia ambos lados y camino rápidamente hacia el baño, tomo la perilla y la giro.

Abro la puerta y entro al baño, pongo el seguro mientras empiezo a quitarme los bóxers.

Corro la puerta de la regadera y abro la llave del agua caliente, un buen baño de agua caliente siempre ayuda a aclarar la mente.

Después de 10 minutos salgo de la ducha y tomo la toalla que estaba colgada, la amarro a mi cintura, me miro al espejo y puedo ver que la herida de mi hombro ya esta cicatrizando pero aún me duele, abro el pequeño gabinete del baño para sacar un paquete que contenía un cepillo de dientes nuevo.

Agradezco a Miriam por todas las cosas que nos ha dado ¿Qué haría sin ella?

Después de lavarme los dientes, empiezo a secarme para empezar a ponerme la ropa limpia.

Me pongo los bóxers y los jeans, me recargo en la pared para poder ponerme los calcetines y recuerdo que mis botas las dejé en la habitación, suspiro y tomo la playera para ponérmela.

Tomo la toalla mojada y la cuelgo en la puerta de la ducha, abro la puerta y salgo del baño para volver a entrar a mi habitación.

Camino hasta la cama y me siento para empezar a ponerme las botas, me levanto y me pongo la sudadera.

Salir me hará bien para pensar en todo lo que ha pasado.

Quizá se me ocurra como disculparme con Scar.

Me acerco a la mesa de noche donde esta mi HK, la tomo y la guardo en la bolsa de la sudadera.

Nunca sabes cuando va a necesitar defenderte.

Además aún no puedo confiarme porque los italianos están buscándonos.

Sé que estar aquí es seguro pero... ¿Hasta cuándo?

Respiro el aire fresco de la mañana cuando salgo de la pequeña casa y veo unas cuantas botellas de vidrio viejas, sonrío y me acerco para tomarlas, cuando las tomo empiezo a caminar a 4 metros de distancia para poder ponerlas sobre una pequeña barda de piedra.

Regreso al lugar inicial y meto la mano en la bolsa de mi sudadera para sacar mi preciosa HK.

Levanto mi brazo para apuntar hacia la primera botella y respiro profundo.

La clave es la concentración.

Aprieto el gatillo y se escucha el disparo haciendo que la botella explote.

Sonrío orgulloso porque mi puntería es perfecta, escucho unos pasos acercándose y bajo el arma, volteo a ver quién es y para mi sorpresa es la estúpida.