38: Regreso

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Abrazo mis piernas pegándolas a mi pecho, escondo mi cabeza y comienzo a sollozar, ¿Por qué me pasa esto a mí?

¿Por qué?

¿Por qué sigo vivo?

Una caricia en mi cabeza me hace que levante la cabeza y la puedo ver, ella está sonriendo.

Abro lo ojos sorprendido y ella ríe mientras acerca su mano a mi frente y sube mi cabello peinándolo, sus dedos juegan con mi cabello y yo no puedo hablar, ella está conmigo.

—Mali...

Murmuro y abro los ojos de golpe, me enderezo de la cama y noto que estoy agitado.

Todo fue un maldito sueño.

Mierda Calum supéralo, ella esta muerta.

Llevo mis manos a mi cara para limpiar el sudor, ese maldito soplón, todo es su culpa.

Las malditas pesadillas regresaron, maldita sea me tomó 3 años superarlas.

Bufo molesto.

— ¿Cal?

Escucho la voz de Kai a mi lado.

—Vuelve a dormir, solo tuve una pesadilla.

Murmuro.

— ¿Quieres contarme?

Kai murmura.

—Soñé con mi hermana...fue una pesadilla porque me despierto agitado—respiro profundo y siento como me abraza—creí que ya lo habia superado, me llevo 3 años superar su asesinato y ahora ese maldito soplón me hizo recordar.

—Tranquilo Cal, lo que dijo Aidan fue muy fuerte y tú aún estas procesando esa información.

Sentí la respiración de Kai en mi cuello.

—Quizá tengas razón.

Murmuro.

—Ven, duerme.

Kai murmuró y yo asentí.

Kailani se separó de mí para volver a acostarse y yo me acomodé entre sus brazos mientras ella acariciaba mi cabello, cerré los ojos y respiré profundo.

El sonido de mi alarma me despertó, abrí los ojos y vi que Kai no estaba a mi lado.

Me enderecé y me tallé los ojos, el sol se filtraba por las cortinas, golpes en mi puerta se escucharon.

—Pasa—habló y la puerta se abre—Miriam, es bueno verte—sonrío.

—Buenos días joven Calum, le informo que el desayuno esta servido, la señorita Kai fue a comprar unas cosas y me pidió que le preparara el desayuno.

Miriam sonríe.

—Sí, gracias en un momento bajo.

Sonrío y Miriam cierra la puerta.

Después de tomar un baño, me apuro a cambiarme y bajo rápidamente las escaleras para poder desayunar.

La puerta se abrió y Kai entró con varias bolsas y una charola con 2 cafés, automáticamente sonreí.

— ¿Cómo dormiste?

Kai habla y yo camino hacia ella para ayudarla con las bolsas mientras ella cierra la puerta.

—Mejor, sí descanse.

Sonrío y ella asiente.

Ambos caminamos hacia el comedor para poder desayunar.

Cynical | Calum Hood |Where stories live. Discover now