Entendiendo mi verdad.

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Los padres de Lia habían comprado una casa cercana al barrio de YangMi, así que prácticamente tenía a las personas que más quería muy cerca.

Las cosas habían pasado, después del accidente en la empresa todo volvía a un rumbo mejor. 

El señor Lee comenzó la terapia familiar junto a YangMi y el resto de su familia, pero YoungMi ni siquiera se dio a conocer después del incidente, habían veces que Lia casi ni dormía pensando que esa mujer estaba llena de resentimiento y dudas y luego, se calmaba, habían despedido a todas esas personas que atentaron contra el edificio, había un nuevo sistema con contraseñas y más guardias (pero claro, Lia sabía que todo podía ocurrir). 

Los chicos había comenzado una gira por toda Europa, y a pesar que tuvo la oportunidad de viajar con ellos, Lia se negó a ir, pues Jin y ella debían tomar distancia, no quería que los sentimientos que tenía por él comenzaran a florecer cual flor en primavera, pues después llegaba el otoño y las ilusiones se apagaban.

TXT había marchado rumbo a América Latina, dejándola también sola. 

Estaba con algunos trainees y con la diaria visita de Eun. 

A pesar de todo, no había vuelto a tener recuerdos de su niñez o había dudado del amor de otras personas, al contrario, se sentía más segura. 

Lia se recuperaba demasiado rápido, aunque su corazón estaba afectado, ella continuó con su objetivo: compartir el amor que tenía en su corazón. 

Había algo que estaba demasiado anormal, YangMi a pesar de recuperar a su hijo, parecía como si quisiera entregarse al sueño de no volver a despertar. Se la pasaba en su casa, sin ánimos de levantarse siquiera a regar una planta y Lia sabía una cosa: la enfermedad de YangMi no soportaría la depresión. 

-Últimamente no me siento muy bien, cariño. -YangMi estaba observando un dorama. -Ve tú a la empresa, Mark me dijo que lo estás haciendo muy bien. -Lia se quedó observándola por un momento. YangMi estaba en un estado moribundo, con su pijama, sin una gota de maquillaje y con el pelo desordenado. Hacía más de una semana que Lia junto a BangPD se encargaban de la empresa ni siquiera Mark asomaba las narices. 

-Lo sé, Ahjumma. -Lia se acercó a palmearle el hombre. -Pero debe ser consciente que sino se levanta de esto, ya no habrá salida. -Lia se sentó frente a ella, con la mirada fija. 

-¡Ay! Lia me lo vives diciendo. -YangMi parecía una nena pequeña. -¡Ya no me retes! Tal vez, quiera estar con mi esposo. -Dejó de mirarla. -Además, yo soy la mayor acá, no deberías decirme nada. -La mayor se cruzó de brazos y dejó de observar a Lia para seguir observando su dorama. 

Pensó que la niña se iría a la empresa como todos los días, pero Lia ignoró su comentario y se quedó instalada allí. 

-Bien, si usted lo quiere así. -Se levantó y desapareció. YangMi pensó que la había hecho enojar o algo parecido. 

-¿Qué cree, An? Ella es mucho más madura de lo que yo he sido. -Le dijo a An, su ama de llaves mientras ambas se sonreían. 

-Es una muchachita llena de vida y por eso, no creo que deje que usted se de por vencida ni que los que estén a su alrededor se apaguen. -La señora An conversaba mientras extendía el mantel de la mesa principal. Mientras, en eso Lia se aparecía con una muda de ropa y una valija grande. 

-Hoy, BangPD se hará cargo de la empresa, nosotras iremos con mi familia a un lugar que descubrí. -La se fue del comedor junto a An, meintras YangMi se se cambiaba. "Quiero una tortita de frutilla", iban hablando las dos mujeres. 

A un paso de tu corazónWhere stories live. Discover now