A un paso de tu corazón

Soy culpable

El fuego abrazaba el edificio central, los bomberos no podían apagarlo a pesar de que habían controlado alguna que otra parte, eso había evitado que el resto no se encendiera. Se oían gritos desgarradores, todos eran conscientes que quien estuviera adentro no sobreviviría. 

-¡MI HIJO! ¿DÓNDE ESTÁ? ¡MIII HIJOO!-El señor Lee gritaba con todas sus fuerzas, había notado que el pequeño Jisoo no estaba con él. -LE DARÉ EL DINERO QUE QUIERA PERO SÁLVELO. -Se había postrado ante el capitán de bomberos para rogarle, una de las chicas bomberas se acercó a él mientras agarraba su mano "nosotros somos humanos ya no podemos hacer nada pero Dios, sí, ruegue a Él".

YangMi en medio de la desesperación y el dolor comenzó a sentirse mareada, su nieto, la niña que se había vuelto su única familia, no estaban. Todos habían salido menos ellos. 

-MAMÁ, perdóname, soy culpable. RUEGA A DIOS ¡MAMÁ! -Lee estaba desesperado, quería entrar, golpeaba algunos policías hasta que su madre lo abrazó, se arrodillaron al piso mientras lloraban con el corazón desgarrado: perderían lo más importante de sus vidas. 

Ahí fue que el señor Lee entendió la pregunta que Lia le había hecho ¿valió la pena odiarla por una empresa? ¿Valía la pena pelear por dinero si no tenía a su hijo? 

¿Qué había hecho? 

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-Noona, mamá está enceguecida por esa niña. -Golpeó el escritorio mientras su hermana estaba cruzada de brazos. 

-Tú eres el culpable. -El señor Lee la miró sorprendido. -Hubieras dejado que mamá muriera, nunca hubieras llamado a esa niña. Mamá estaba depresiva, sola, abandonada como lo merece pero ¡tú! -Se paró de golpe. -TÚ trajiste a esa niña ¿pensabas que por qué era inexperta no la salvaría? Tú viste lo desafiante que era apenas llegó. -Se miró las uñas. -Tú la trajiste, dejaste que se quedara y la pusiste a cargo en esta empresa, es tú culpa que ella este donde esté. ¿Qué esperabas? -YoungMi se acercó a la puerta. -Iremos  al plan B, empaca tus cosas. Si esa vieja quiere su empresa, pues que muera con ella. 

Sabía que su hermana se había encargado de hackear las cuentas principales y hasta había contratado gente que se encargara de encender los cables de las consolas principales, así que el señor Lee o Lee Dae-hyun se encargaba de guardar sus cosas, su hijo lo buscaba para darle la sorpresa de haber ganado el torneo de voley. 

Al desactivar las alarmas y no haber una señal que admitiera que el edificio estaba siendo invadido por fuego, este se extendió rápidamente y de tal forma que (no estaba previsto) que las antiguas alarmas comenzaran a sonar, tiempo suficiente para que algunos empleados rescataran lo más importante de la empresa. 

Lee Seung, el hijo del señor Lee y nieto de YangMi vio el alboroto y corrió espavorido a esconderse bajo el escritorio de su padre ¿acaso lo rescataría? Sin saber que pasaba y oliendo algo raro, supo que las cosas no marchaban bien pero esperaba que ese escritorio lo salvara. 

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Los siete llegaron de golpe, no los dejaron bajarse así que estaban mucho más que ansiosos, no tenían noticias de nadie hasta que BangPD se acercó hacia ellos. Estaba deplorable, sucio, lleno de hollín, con la ropa rota y más que cansado, su cara lucía como nunca, preocupado, desolado. 

-Las cosas no están bien afuera, deberían irse a casa. -BangPD jamás les decía eso, nunca les demostraba preocupación. 

-¿Dónde está Lia? -Jin preguntó primero, estaba esperando que alguien le negará lo que su corazón sentía, tal vez ella había olvidado su celular en el incendio, tal vez se había quedado sin batería, sin celular o estaba cuidando a YangMi ¿verdad? Pero a pesar de que BangPD no respondió supo que a ella le había pasado algo muy malo, porque YangMi gritaba desconsolada en los brazos de un hombre. -¿DÓNDE ESTÁ? DIME.