✏️🧵 | Parte 2

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Adora esperaba que las cosas con Catra mejorarían después de su disculpa, pero no podía estar más equivocada, seguía ignorándola e incluso le dedicaba miradas poco amistosas.

También había algo muy singular, recordaba haber visto a Catra el primer día con los mismos ojos dispares que cuando era pequeña, pero por alguna razón los dos ojos se mostraban verdes.

Su ojo verde siempre le creaba intriga desde niña, en momentos que se encontraba con la iluminación correcta su ojo parecía cambiar de color a un amarillo brillante, siempre le pareció hermoso.

Quería preguntarle la razón por la cual escondía su otro ojo, pero nunca se le daba la oportunidad o era simplemente ignorada, haciendo que cada vez se desanimara más.

Algunos días Glimmer y Bow pedían estar a solas en la cafetería y Adora no entendía porque, pero aprovechaba e iba a sentarse con sus amigos de la infancia, y de manera rápida entablando una buena relación con ellos.

–¿Han hablado con Catra? –Adora hizo una pregunta que se volvió costumbre cuando estaba con ellos.

–Por decima vez, no, no hemos hablado con Catra –Kyle contestó con fastidio.

–Siempre terminas hablando de ella ¿acaso te gusta? –Lonnie bromeó.

Los presentes empezaron a reír, menos Adora, la cual desvió la mirada y se concentró con beber su malteada, Rogelio chocó su mano con su cara al saber lo que eso significaba.

–¿Qué es lo que te gusta de ella? Imposible que la personalidad, a menos de que seas masoquista –Lonnie preguntó curiosa.

–Es linda... –Adora respondió con un leve rubor.

–Superficial –Kyle dijo entre tos falsa.

–No solo eso, estoy segura de que ella no es como aparenta, puede que tenga una razón para comportarse así –Adora murmuró.

Rogelio se empezó a comunicar con gestos.

–"Esto no es ninguno de tus libros o series animadas, esto es la realidad" –Lonnie interpretó.

–Rogelio tiene razón, es mejor que no te sigas haciendo falsas esperanzas –Kyle concordó.

Adora frunció el ceño y se levantó de la mesa, sus amigos pedían que no se fuera, pero Adora era demasiado terca, buscó otra mesa, pero no había ninguna vacía, así que decidió terminar de comer afuera.

El lugar tenia una gran zona verde donde había varios lugares donde podía comer, se sentó en un banco bajo un árbol y terminó de comer, después de esto sacó una libreta de su mochila y empezó a dibujar.

Estaba concentrada dibujando el diseño de la villana del comic que tenia en mente, pero no llegaba nada de inspiración, a su vez escuchó como un grupo de personas se acercaba y murmuraba.

"Dibujar es para niños" "¿así piensa ganarse la vida?" "Que infantil" "Ridículo" "No tiene futuro"

A pesar de que el grupo hablaba entre ellos, Adora alcanzaba a escuchar, aunque aparentaba no hacerlo, empezó a garabatear sintiéndose inquieta y se puso tan nerviosa que la punta de su lápiz se rompió.

Se sentía ridícula, su respiración se aceleró al sentirse ansiosa y sus ojos no sabían donde parar, estaba tan en si misma que no notó que alguien más llegó, hasta que sintió un fuerte golpe en la banca que llamó su atención.

Allí estaba Catra, tenia su pie sobre la banca, golpe que llamó la atención de los presentes, mostraba la cara de pocos amigos de siempre, pero esta vez mirando a el grupo a su lado.

–¿Qué demonios les pasa? –Catra gruñó– se ven patéticos hablando a las espaldas de alguien, ¿se sienten superiores al hablar mal sobre alguien? No me hagan reír.

Todos se quedaron en silencio, Adora estaba boquiabierta.

–Les diré algo abuelos, la animación y el sector de entretenimiento gana mas de lo que sus pequeños cerebros podrían procesar, así que cállense la boca, me duele la cabeza de escuchar a tantos estúpidos hablar.

Algunos del grupo pidieron disculpas, mientras que otros solo se quedaban en silencio avergonzados de sí mismos y rápidamente se retiraron del lugar.

–Gracias... –Adora murmuró con una tímida sonrisa.

–No te estaba haciendo un favor, no me agradas, pero me agradan mucho menos los idiotas –Catra bufó.

–Esta bien –Adora soltó una risita.

–¿De que te ríes? Hablo en serio –Catra frunció el ceño.

Adora no respondió y solo siguió sonriendo, cosa que pareció molestarla aun más, solo se fue sin decir más.

Adora siguió dibujando descuidados trazos, que iban dando forma a una silueta de una persona de figura delgada, con un escandaloso cabello y no de gran altura, sonriendo al dibujarlo.

Cuando volvió a sus clases siguió concentrada dibujando los detalles del nuevo personaje, a pesar de ya tener la silueta aun no tenía idea de cómo seria su rostro o su vestuario.

Al final de las clases, recibió un mensaje de Swift Wind diciendo que fue a visitarla y dándole una dirección, Adora alegre de ver a su viejo amigo y autoproclamado primo, fue a la dirección dada.

Pasaron un buen rato juntos, fueron al cine y a jugar en máquinas, y al final Swift Wind soltó la gran noticia, iba a mudarse a la ciudad debido al trabajo, haciendo que los dos saltaran de la felicidad.

De regreso a casa estaba caminado cerca a un callejón cuando escuchó un fuerte ruido, de inmediato se escondió y se asomó con cuidado de no ser descubierta.

Alcanzó a ver un pequeño gato, sucio y con algunas heridas, se sintió mal de solo verlo, estaba a punto de ir a ayudarlo cuando escuchó una voz conocida.

–Tranquilo pequeño, no te haré daño –Se escuchó una suave voz.

Adora se asomó aun mas y alcanzó a ver a Catra, estaba de cuclillas y con las manos en dirección al felino. El pequeño animal retrocedía mientras que temblaba.

–No tengas miedo –Catra dijo con una suave sonrisa.

El pequeño gato maulló, a lo que Catra respondió con un "miau", cosa que hizo que Adora se cubriera la boca para no soltar una risa.

Finalmente, después de unos segundos "comunicándose" con el gato y Adora aguantando la risa, el pequeño se acercó y Catra lo sostuvo en sus brazos.

La rubia tuvo que esconderse al ver que Catra iba a salir del callejón, escondiéndose detrás de una chica alta, de grandes músculos y cabello blanco.

–¿También viste eso? –la desconocida susurró con una sonrisa.

Adora se asustó al no esperar que le dirigiera la palabra, pero solo asintió y las dos siguieron con la mirada a la Catra, la cual llevó al gato a la veterinaria, dejando todos los tratamientos pagos y pidiendo que le consiguieran una buena familia.

–Parece ser buena chica, espero algún día poder ser su amiga –la chica desconocida comentó.

Adora vio a Catra alejándose y sonrió. Fue directo a casa y sacó su libreta donde estaba la silueta de antes, tomó un lápiz y hizo pequeños trazos, dibujando triangulares orejas en la cabeza, riendo al imaginar a Catra así.

Otra vez tengo tareas, no sé cuándo publique el próximo capitulo, pero esperemos que sea pronto

La chica que quiere - CatradoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora