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Miro a Petrov con cara de preocupación cuando mi madre sale de la cocina y me dispongo a seguirla pero el me tira de un brazo impidiendo que la siga. Se levanta de la silla y me hala hacia el.
—¡No tiene idea cuando te he extrañado y cuánta falta me has hecho!
—Ni que nos conociéramos de toda la vida—digo intentando safarme de su agarré.
—Desde que te vi la primera vez en el buss no logro sacarte de mi cabeza, mis pensamientos y  mis sueños.
—Será mejor que me sueltes pedazo de psicópata o llamaré a mi madre y le diré lo que pasa— entonces hizo algo que no me esperaba pero que en una parte muy dentro de mi deseé que hiciera. Me llevo a uno de los laterales de la cocina que estaba a unos tres pasos de nosotros donde me besó. Fue suave, cariñoso y muy tierno, al principio traté de resistir empujándolo pero el era más fuerte que yo. Volvió a besarme pero esta ves me dijo:
—Porfavor bella no me rechaces, me gustas, desde que te vi he tenido el deseo de probar esos lindos labios tuyos. Me gustas en buen plan, permíteme demostrarte cuanto te quiero. Yo daría esta vida y la próxima sola para que me des una oportunidad—que babosas somos las mujeres con esas estupidas palabras mi cerebro y cuerpo cedieron y correspondi a su beso. No sé cómo pude acceder si  nunca he besado a nadie antes, creo que no lo estoy haciendo mal o tengo un buen profesor. Una de sus manos van a la parte alta de mi espalda y con la otra me sostiene la cabeza y el pelo de una manera tan suave y a la vez mi boca queda en dirección a la suya ya que es un poco más alto que yo. Siento como se agacha un poco y profundiza el beso más, sabe y huele a cielo. No sé cuanto tiempo pasó en el vaivén de besos pero nos despegamos porque ya no teníamos casi aire en los pulmones,  estábamos como jadeantes Por la falta de oxígeno pero aún así el volví y me dio un vasto beso en mis labios. Los cuales estaban algo adoloridos e hinchados por la rica tortura que acaban de pasar. El me abraza y mis pulmones se llenan de su fragancia, escucho los latidos de su corazón a toda prisa contra mi oído al tiempo que siento como tiembla un poquito. Entonces me susurra en el pelo.
—Seré el mejor novio del mundo te doy mi palabra.
—¿Novios?¿Pero no somos novios?
—Claro que si, Justo en el momento que correspondiente a mi beso.
—¿No sabía que un beso fuera una propuesta de noviazgo?
—Lo fue y tu aceptaste y seremos novios todo el tiempo que tu me permitas.
Entonces escuché a mi madre discutir con alguien. Joder me olvide por completo de mi madre, corrí a la sala y el detrás de mi.
— Me tienes harta con lo mismo. No iré ha ningún lado deja de molestarnos, tu no eres parte de esta familia.
— ¿Esta todo bien?—pregunto desde la entrada de la sala.
— Si. Cariño—se que me miente porque hay preocupación en su mirada. ella se mueve de donde está hacia la ventana y mira hacia la parte delantera de la casa, en ese momento suena algo como un cristal roto y mi madre cae al piso. Petrov me hala a una esquina porque suena cristales rotos en dos ocasiones más.
— Amor no te muevas nos están disparando—me dice mientras me sostiene fuertemente.


La chica en mi menteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora