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Mi cuerpo está aquí pero mi mente solo está preocupada por que pasara ahora con mi beca de estudios, literal. Las clases transcurren más tranquilas de lo que esperaba claro con la salvedad que tengo una enemiga pública por lo ocurrido hace unas horas. La pobre ilusa está que se le pudre el cabello de la envidia ya que desde que volví de la dirección el baboso de Petrov esta pendiente de mi  y yo le correspondo en su preocupación solo para molestarla.
Las clases transcurren y no logro retener nada de lo que están dando creo que tendré que auxiliarme de mi fiel compañero para que me explique todo en otro momento.
Suena el timbre y es hora de regresar a casa donde se que mi madre debe estar esperando que entre por esa puerta. 
Me siento en mi lugar habitual en la última fila en esta ocasión me he librado de la presencia de Kimberly ya que su madre ha venido a recogerla.
— ¿Oye quieres que te acompañe hasta que tu madre regrese del trabajo?

—No, Gracias. Mi madre ya ha de haber vuelto desde que se enteró de este show que he protagonizado pero gracias por la intención Petrov.  Lo que si voy a necesitar que más adelante me expliques las cosas que nos dieron hoy es que no ando muy centrada que digamos.
—Por su puesto. Cuenta con migo para lo que sea.
—Eso es una palabra muy extensa.
—¿Cual?
—Para lo que sea.
—Mantengo mi postura y mi palabra.  Si me necesitas solo llámame y ahí estaré.
—¿Como te voy a llamar si no tengo tú número?
—Me prestas tu teléfono. —le paso mi móvil y graba su teléfono en el, me lo devuelve no sin antes enviarse un “hola”.
—Ahora ya lo tienes.
Llegamos a mi parada y me despido Cortez con un “hasta mañana”.
Entro a casa y lo sabia en cuanto entré por la puerta mi madre me habló y me llamó al comedor.
—Estoy esperando por ti Verónica Martinelli.
—No Te enojes pero sabia que lo harías.
—Entonces cuéntame que ha pasado.—le cueto todo lo ocurrido al pie de la letra y le explico que ha sido porque una compañera esta celosa de mi y Petrov. Mi madre sonríe y eso me sorprende.
—¿Qué pasa es que hasta mi madre se sorprende de eso?
—No. Al contrario me enorgullece. 
—¿Qué?
—Pensaba castigarte pero como soy la mejor madre del mundo voy a proponerte un trato. —ahora si que estoy en shock.
—¿De qué trata?
—Bueno no te castigarte si a cambio tu me prometes mejorar tu aspecto. Maquillarte, ponerte cosas que resalten tu belleza y soltarte el pelo.
—¿Por qué me propones esto?
—Pues obviamente por como te ha tratado esa tal Kimberly. Ninguna hija mía será humillada por nadie, además no dices que esta celosa de ti. Pues muéstrale que si tiene porque temer. —dice esto último con una sonrisa de perversidad, que quien teme soy yo de sus planes locos.
—Bien acepto.  Te mostraré que puedo ser casi la hija de Barbie.
—No quiero que seas la hija de esa muñeca quiero que seas la mía. Jajaj.
—¿Puedo ir a mi habitación?
—Claro cariño, tienes muchos tutoriales que ver.
Me paro y me voy a mi recámara. Tan solo cerré la puerta y mi móvil vibra indicando que tengo un mensaje. Lo miro y me sorprende un poco.
—¿Cómo a salido todo con tu madre, querida dulce?—Respondo "Puedo decir que bien. Mejor de lo que me esperaba".
—¿Entonces no te ha castigado?
—Si. Lo ha hecho a su manera, creo que ama torturarme.
—¿pero todo bien?
—Si. Todo. Te dejo tengo que iniciar con mi castigo.
—Cuídate y nos vemos mañana.
—Gracias igualmente.
Salgo de la aplicación de mensajería y entro a YouTube e inició con los tutoriales, Mañana será un día difícil.
Seguro mi madre madruga para ver que cumpla mi parte de este acuerdo, yo pienso que debió castigarme en vez proponerme esto porque esta será una tortura.

La chica en mi menteNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ