Capitulo 17

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Dolido, traicionado y roto, así se sentía ahora

¿Podría estar más roto?

¿Cómo había sido posible? ¿Por qué? ¿Por qué dolía tanto?

Aquellas palabras fueron como si le clavaran a Harry una daga directo en su pecho, directo a su corazón, temió por el, pero lo supo, supo que el mismo se había orillado a sufrir, a caer, a volver a llorar.

Lou.. ¿Por qué le mentiste? ¿Por qué todos le vieron la cara de estúpido?

Ahí se rompía el último pedazo de corazón del rizado, el dolor y la rabia se colaban en su ser completamente, cegandolo, no lograba pensar con claridad. Pero las preguntas estaban presentes, en su mente lo único que vagaban eran preguntas, sin embargo, no tenían respuestas.

No podía creer lo que le había dicho la castaña, ¿Por qué llegaron tan lejos? ¿Por qué no lo dejaron decidir?

El mundo entero se le vino abajo con aquellas palabras.. "Louis se alejó de ti porque lo obligaron" Solo pensaba en eso "Cuando quiso volver a ti se arrepintió de hacerlo, te dejo ir y conmigo te superó" ¿Eran ciertas aquellas palabras?

Soltó un grito quebrado sin temor de que las personas a su alrededor lo observarán con extrañeza, con pena y con dolor...  Su rostro mostraba mucho dolor, nada importaba, solo importaba que le habían visto la cara de estúpido cada día, cada día que lo vieron perder las ganas de vivir, que lo vieron con pena mientras se negaba a comer, a salir, a dejar de hacer sus rutinas diarias. Si era por su bien, ¿Por qué no lo decidió el?

Quería que el tiempo se detuviese en ese momento, que los relojes dejarán de avanzar y que todo cobrará sentido, simplemente que le dijeran que todo había sido una broma, una absurda broma, o una pesadilla, una cruel pesadilla.

Pero no había sido así, se enteró de la verdad y no por la boca de Louis.

Cayó en cuenta de muchas cosas, y la primera y la que todos sabían, pero él había descubierto de nuevo. Es que el amor duele y destroza todo a su paso sin importar qué, lo destrozó a el, otra vez.

Sus pies se movían de manera automática, necesitaba respuestas, necesitaba liberar tanto coraje, tristeza y dolor que sentía en su alma.

La daga no la había sacado de su pecho, seguía ahí.. palpable en sus acciones, en sus sentimientos, haciéndolo cometer locuras, pensando en sí.

¿Ya era hora no? Que dejara a un lado lo demás.
Que piense en el, que le digan la verdad.

Ya el llanto había cesado, pequeños sollozos salían de su garganta, pero tenía que ser fuerte, tenía que estar fuerte para lo peor...

"¿Es verdad?" Pregunto una vez estuvo delante del castaño, que lo observaba preocupado por su aspecto y extrañado por su pregunta.

"¿Qué?" Pregunto confuso.

"¿Es verdad que fue por mi bien?" Soltó, sin miedo a la reacción del dueño de los ojos azules que tanto le encantaban.

El castaño palideció y trago grueso, el nudo en su garganta no tardó en hacer acto de presencia y su pulso se aceleró.

Bajo su vista y hablo.

"Si"

Y eso fue suficiente para el rizado, cayó en la realidad, está sin ningún tipo de cuidado cayó con dureza sobre los hombros del ojiverde, haciéndole abrir los ojos.

Aquellos hermosos orbes verdes poco a poco se fueron llenando de lágrimas, primero una, luego otra y otra, hasta que era un mar de aquellas saladas amigas que conocía perfectamente.

Echo a llorar desconsoladamente mientras se dejaba caer lentamente en el frío suelo.

Y al castaño se le partió otro poquito de su corazón, si es que aún quedaban pedazos enteros de el.

Intento ayudarlo, pero el rizado no quería sentir su tacto, no quería sentir sus dedos rozar con su piel. "¿Por qué?" Murmuró en un sollozo débil. Mientras sus lágrimas sin permiso alguno seguían cayendo por sus lindas mejillas.

"P-perdon hazz" Inquirió el castaño, sintiendo como sin aguantar un minuto más sus ojos se llenaban de lágrimas.

"¡¿Por qué?!" Chillo con exasperación el rizado.
"¡¿Por qué todos me vieron la cara de estúpido?!" Bramó con euforia y dolor, eso era lo único que podía lograr sentir ahora.

Y ahora era su turno de que el mundo entero se le viniera abajo, el castaño no pudo más y cayó enfrente del rizado de rodillas, soltando sollozos y con sus lágrimas corriendo una tras otras sobre sus mejillas sin intención de detenerce.

El rizado muy a su pesar junto todas sus fuerzas y se levantó de el suelo, sus lágrimas seguian deslizándose por la rojizas mejillas, sus grandes orbes esmeraldas lucian apagados e hinchados, le dió una última mirada el ojiazul, se dió la vuelta y sin más, salió de ahí.

Dejando su último pedazo de corazón que guardaba especialmente para volver a sentir.

Pero nunca espero, que lo que volvería a sentir sería dolor.

Y el castaño supo, que lo que tanto temía, había sucedido.

El rizado no lo quería ver más.

Y eso no fue necesario decirlo.






•••

Capitulo corto lo sé, pero me estoy muriendo del suelo perd0n.
Adiós putos lectores fantasmas👊😔
Gaby✿

Glazed Over EyesWhere stories live. Discover now