capitulo 17

Start from the beginning
                                    

—Lo lamento —insiste—. Si pudiera revertirlo, lo haría. Y tranquila, no leí tu diario por completo. Solo un par de páginas hasta que encontré lo que necesitaba. Ya sabes —a pesar de la salvedad, no deja de sentirse mal. Entonces, Neal emite una risa ahogada.

—¿Qué? —frunzo el ceño, sin comprender.

—Es gracioso y lamentable, al mismo tiempo —advierte—. Sentí envidia al leer la manera en que quieres a Tyler. No es que esté enamorado de ti, nada de eso. Pero ojalá conociera a alguien que pudiera quererme de ese modo —dejando de lado el problema que tuvimos, lo entiendo. Al final, solo queremos a alguien que nos elija sobre todos los demás, bajo cualquier circunstancia—. Ojalá puedas perdonarme —vuelve a pedir, denotando que realmente le importa.

No tardo demasiado tiempo en llegar a una decisión. Si algo aprendí del problema que tuve con Riley y mi ex mejor amiga, Cassie, es que el rencor no es bueno. Lo sentí. Pero supe que tenía que hacer algo con aquello o acabaría pudriéndome por dentro.

—Está bien. Te perdono, Neal —sonrío de costado, calmada—. Pero no hagas algo así otra vez. Ni conmigo. Ni con nadie.

Nos damos un pequeño abrazo antes de partir cada uno a su camino. Un abrazo que, al parecer, él necesitaba. Yo no tanto, pero lo vi en sus ojos. Es la primera vez que noto a Neal actuando con sinceridad; creo que es un chico que vive de apariencias y aquello es triste.

☽♡☽♡☽♡☽

Cierro los libros, guardo las libretas, ya cumplí con la dosis de estudio de hoy. Es fin de semana y debería hacer planes. Planes que me provocan una especie de ansiedad cuando Tyler envía un mensaje preguntándome si puede pasar por la residencia. Le digo que sí, aquí lo espero y aunque intento actuar normal, no puedo evitar echarme una mirada en el espejo. Arreglarme el cabello. Ponerme manteca de cacao con sabor a cereza en los labios. Comprobar que todo está en su lugar.

—Así que te arreglaste con Neal —irrumpe Briana, ingresando a la habitación de manera repentina. Su tono de voz, firme y con rasgos ofensivos, me intimida.

—Me pidió perdón. Creo que fue honesto —trato de justificarme, aunque el cosquilleo que sentía por la pronta visita de Tyler, es reemplazado por un sabor amargo. Esto no me gusta nada.

—Honesto, claro —ríe con sarcasmo—. Eres demasiado ingenua, Madeleine. ¿Aún no puedes ver la clase de mierda que es Neal? Te conté lo que me hizo. Se supone que eres mi amiga y vi como lo abrazabas —reclama. En su forma de hablar habita cierto dolor y aquello se clava como una daga en medio del estómago. No soy buena para las confrontaciones. No sirvo para esto. Comienzo a caer en un remolino donde todo lo que hago es sentirme mal conmigo misma y empezar a creer que la contraria tiene razón. La traicioné. Está mal y es mi culpa.

—Briana, yo... —no sé qué decir. Balbuceo—. Él me pidió perdón —repito—. Me refiero a que, le perdoné lo que me hizo a mí. Yo no...

—Lo golpee en la cara. Por ti —remarca—. Te defendí para que no tuvieras que seguir lidiando con esa basura y tú vas y lo perdonas —vuelve a sonreír irónica, mientras se cuelga la mochila a un hombro. Se va a marchar—. ¿No vas a decir nada?

—Lo siento, Briana. Yo no... No pensé que...

Un leve golpe en la puerta provoca que no pueda acabar la oración. La chica me da una última mirada desaprobatoria. Está enfadada, realmente molesta. Abre la puerta de manera abrupta y Tyler está de pie, la sonrisa que tiene en la cara me da calma, pero no dura demasiado. Se transforma en confusión, porque no tarda en notar que algo está pasando. Briana ni siquiera lo saluda, simplemente lo esquiva y abandona la habitación.

Dulce tentación [#3]Where stories live. Discover now