ℙ𝕒𝕣𝕥𝕖 𝟞.𝟝

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Eduardo abrió la puerta y se dirigió con calma hacia una silla que estaba al lado del armario y se sentó con Alex en su regazo sosteniéndolo con sus fuertes brazos donde pude ver algunos pequeños tatuajes.

Jamás los había notado, aunque cabe resaltar que no era el momento para ponerles atención pero supo que eran minimalistas y que no les encontró mucha forma en realidad, pero después Eduardo lo acostó boca abajo sobre sus piernas y empezó a acariciar su espalda con suavidad.

—Muy bien corazón, ¿listo?—negó con la cabeza y Eduardo le puso el chupón en los labios —Mira amor, yo no te quiero hacer esto, pero si entiendes que lo que hiciste estuvo muy mal y que esto es para que no lo vuelvas a hacer, te quiero y esto lo hago por tu bien.

"Te quiero"

Eduardo contó hasta 3 y empezó a dar los azotes no tan fuerte por que sabía que iban a ser diez,  Alex tenía la cara roja y sus lágrimas salían y sus sollozos se escuchaban, hasta que al fin terminó ese largo castigo, Eduardo lo tomó en brazos otra vez y lo sentó a horcajadas sobre el.

Lo entendía, sabía que lo que había hecho estaba mal, no debía haber insultado a su papi de esa forma, y se arrepentía. Ahora lo hacía, y estaba muy seguro de que no lo volvería a hacer.

—Perdóname bebé, shh ya no llores, estás bien, estás conmigo...— lo abrazó más a su pecho proporcionándole caricias en su espalda.

—Pe-perdón, no quise— dijo en sollozos.

—Shh ya pasó, se que ya no lo volverás a hacer, ¿verdad que no cielo?

—No, ya no

—Perfecto,eres un buen niño— besó la coronilla de su cabeza delicada y dulcemente, a lo que Alex se aferró más a su pecho.

Y sin saberlo se quedó dormido en cuestión de pocos minutos, estaba muy cómodo ahí, escuchando los latidos de Eduardo y su respiración calmada y serena.

No quería dejar de abrazarlo ya que Eduardo estaba acariciando su espalda perfectamente y le encantaba que hiciera eso. Luego empezó a mecerse en la silla en la que se habían quedado, donde todo estaba perfecto, se sentía protegido, era raro ya que apenas hace 4 días odiaba al hombre que ahora lo tenía entre sus brazos.

No se había sentido así desde... nunca, nadie nunca lo había tratado así, es la primera vez que alguien mostraba esa clase de afecto tan cariñoso. Bueno no recordaba mucho a su madre, pero si lo abandonó así de fácil, dudó que fuera muy apegada a él, las lágrimas estaban apunto de salir de nuevo, pero recordó en donde y con quien estaba.

El día fue muy tranquilo, no había ruidos molestos que interrumpieran su paz.

Después de comer salieron a un patio muy bello donde la iluminación del sol era dorada, y había poca brisa se sentaron en una banca marrón con algunas flores al rededor, mientras Eduardo tenía a Alex en sus piernas tarareaba una canción alegre. Tenía una linda voz, pensó Alex.

Les gustaría que hubiera drama? Si si pueden comentarlo en este párrafo.

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26/11/20

~🥝


Editado: 20/4/21

Ahora eres mi bebé |(ABDL) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora