Capítulo 18

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Capítulo 18

¡Hora de acampar!

El camino hacia "no sé dónde" – puesto que el pelinegro y la pelirosa no sabían a qué lugar los llevarían – fue bastante ameno, pues el abuelo de Naruto era un hombre muy divertido, y les fue contando diversas anécdotas de su juventud mientras conducía. Tsunade complementaba o negaba aquellas historias, pues en una buena parte de ellas, estuvo presente.

Se conocían desde jóvenes, puesto que participaban en un mismo club. Sarutobi fue el maestro de artes marciales de la pareja. Él fue quien los hizo conocerse mejor, pues los asigno como equipo, pero a pesar de llevarse relativamente mal, lograron convertirse en los mejores de la clase junto a su viejo amigo Orochimaru. Después, compartieron algunos años en la escuela, y con el tiempo se volvieron más y más unidos, al punto de volverse pareja y casarse.

Naruto siempre quiso tener aquello que sus abuelos y sus padres tenían: alguien especial. Que a pesar de lo torpe que llegara a ser, siguiera con él, lo ayudara a levantarse y lo apoyara. Suspiro, desviando su vista al camino. Era un romántico sin remedio.

—Llegamos — hablo el hombre de cabellera blanca y alborotada.

Todos bajaron de la camioneta familiar y fueron a la cajuela donde se encontraban las maletas de todos.

—¿Te ayudo? — le pregunto el rubio a Sakura, quien de inmediato negó.

—No, gracias. — tomo su maleta y la jalo como si de algo muy ligero se tratase — Ambos sabemos que soy la más fuerte de los dos.

—Solo quería ser un caballero — dijo mientras le sonreía y rascaba su nuca.

La chica no respondió y solo lo miró inexpresiva. Se dio cuenta que las cosas entre él y su ex mejor amiga aún no se solucionaban, por lo que se quedó callado, desviando su mirada a sus pies. El ambiente era tenso entre ellos, cosa que se notaba a distancia. Tsunade, Jiraiya y Sasuke los miraban con pena, pues esperaban que las cosas entre ellos mejoraran.

—¿Por qué no vas con ellos a relajar un poco el ambiente, eh? — le sugirió la mujer tocando su hombro sutilmente.

El joven asintió y avanzo hacia los otros dos, terminando con su incómodo silencio.

—Hey, ¿todo listo? — pregunto amable, sin sonreír.

—Oh, Sasuke — lo miraron ambos, pero Sakura fue la primera en hablar — Si, solo... — desvió su mirada a Naruto y después la regreso a él — Nada.

Se alejó rápidamente de los dos, llegando al lado de Jiraiya, quien con una sonrisa le ayudo con su maleta, y Tsunade la abrazó por los hombros de forma cariñosa pegándola a ella.

—Sigue enojada, dattebayo — dijo en un murmuro.

—Era obvio — el azabache se cruzó de hombros — Y no la culpo.

El rubio lo miro sorprendido, pero no dijo nada.

—Ninguno de los dos ha hecho el esfuerzo de arreglar las cosas, a lo que he visto — frunció el ceño — Su pelea fue bastante fuerte. No esperes que las cosas se solucionen así porque sí. No se siquiera que fue lo que los llevó a pelearse así, pero apuesto a que fue un error de ambos. Sakura y tú son bastantes fáciles de molestar, además de ser unos cabezotas.

Naruto lo escuchaba atento, mientras su pulso aumentaba. Sasuke no era idiota, en cambio él sí. Tenía que decirle la verdad antes de que lo descubriera. Arreglaría las cosas con Sakura, y ambos asumirían su responsabilidad de contarle todo al azabache.

Tsunade los llamo para que se acercasen al grupo, donde el viejo amigo de la pareja los esperaba. Orochimaru era dueño de las cabañas del lugar, así que cuando recibió la llamada de Jiraiya pidiéndole que apartara una de las cabañas, no pudo sino alegrarse mucho. Los echaba de menos, y aprovecharía esa oportunidad para recuperar algo de tiempo.

—¡Bienvenidos! Los estaba esperando — hablo una vez el grupo estuvo reunido — Mi nombre es Orochimaru. Espero que lo pasen de maravilla en *Hebi no su.

—Muchas gracias, señora — le agradeció Naruto con una sonrisa.

Mientras el hombre pálido y de cabello largo intentaba ocultar las ganas de matar al rubio, Tsunade le dio un coscorrón al distraído – o torpe – de su nieto. Jiraiya luchaba por suprimir sus carcajadas y los dos faltantes solo negaban con la cabeza y una expresión de vergüenza. Sin duda Naruto siempre hacía de las suyas.

Después de ese momento de vergüenza, procedieron a comenzar el recorrido hacia el centro del lugar, donde se hospedarían. Para llegar se tenía que recorrer un pequeño sendero en medio de un bosque lleno de diversos animales, como lo eran los ciervos y varios tipos de aves. Había una cerca pequeña decorada con varios tipos de flores, lo que le daba un toque más natural que dividía el camino y la zona de los animales. Saliendo del bosque, había una gran zona plana, donde se encontraban las cabañas esparcidas a lo largo del terreno. Sasuke no pudo evitar sentirse raro al ver que todas las cabañas tenían la forma de la cabeza de serpiente.

De cerca, la cabaña se veía inmensa. Según lo que dijo el tipo serpiente – era inevitable pensar eso del dueño del lugar – la cabaña contaba con dos baños, tres habitaciones, Wifi, agua caliente y televisión por cable. La cantina y restaurant estaba al otro lado de la zona de cabañas, y las actividades como pesca y deportes, al lado de este. Agradecieron la compañía, y los tres más jóvenes entraron, mientras los adultos se ponían de acuerdo para reunirse por la noche a hablar un poco.

Sus habitaciones quedaron una seguida de la otra, por lo que, sin perder tiempo, entraron y acomodaron sus cosas en el mueble que tenía la habitación. Una cama King size, un mueble para dejar sus pertenencias, una ventana y una lámpara sobre uno de los buros era lo que conformaban la recamara. Sencillo y cómodo. Sin decir palabra, se reunieron en la sala, donde esperaban a Tsunade y Jiraiya, pues ellos aún no terminaban de dejar sus cosas.

—Bien, niños — dijo Jiraiya llegando a la sala.

—¡Somos unos adultos, ero-sennin! — reclamo de inmediato el rubio.

—¡No me interrumpas, mocoso insolente! ¡Además, sabes que no me gusta que me llames así! — adoptó una pose de batalla, mirando molesto a su nieto.

—¿Ero-sennin? — le pregunto discretamente Sasuke a Sakura.

—El abuelo de Naru escribe novelas eróticas — le explicó en voz baja mientras abuelo y nieto seguían discutiendo — Y suele llamarlo así para molestarlo.

—¡Cómo sea! — dio por terminada la pelea Tsunade — Tenemos un gran itinerario que cumplir. Iremos a la zona botánica, después a la zona de animales — mencionaba las cosas en el orden de la lista que les regaló Orochimaru — Despúes, iremos a comer, y al final pescar y nadar un poco. ¿Qué les parece?

—Yo no tengo problema — dijo sonriendo Sakura.

—Por mi está bien — le siguió Sasuke.

—Perfecto, ahora. ¡En marcha! — dijo colocándose su gorra y llendo hacia la puerta.

Naruto corrió hacia su habitación, donde recogió una pequeña cámara instantánea y un cuaderno, y junto a sus amigos salieron de la cabaña.

—Nunca sales sin esa cosa, ¿verdad? — le pregunto la ojiverde, pero aun con un tono indiferente. Quería mantenerse molesta con él, pero inevitablemente extrañaba convivir con él como antes.

—Sabes que no — le sonrió cálidamente, pidiéndole perdón con la mirada. Era una mirada llena de cariño, cosa que sonrojó a Sakura, quien de inmediato desvió su mirada al frente.


Y Sasuke no supo cómo sentirse al respecto. 












N/A: Bueno, aquí con un nuevo capítulo que espero que les guste uwu. ¡Nos leemos luego!

Pd: "Hebi no su" significa "nido de serpientes".


Hechizando tu corazón - SasuNaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora