ETERNA SEDUCCIÓN [TERMINADA]

♡CAPITULO 53♡

-En Los Ángeles-

-Valentina, creo que tenemos que ir de compras....-dijo Karol-

-Claro, ¿a dónde quieres ir?..-

-Amm... No sé, nunca había pasado por esta situación...-

-Pero si compramos ropa cada semana, ¿cómo que nunca has pasado por esta situación?..-dijo la rubia-

-Bueno, sí, pero nunca había comprado ropa de embarazada... ¡Ya no me queda mi ropa!..-dijo la ojiverde-

-Pero eso es normal Karol, vas a engordar..-

-Voy a engordar, fue por eso que Ruggero se fue ¿verdad?-dijo Karol empezando a llorar-Porque no quiere a un elefante a su lado...-

-Karol, ya se te olvido que fue idea tuya que se fuera a Londres...-

-S... Sí, pero es que lo extraño mucho...-

-Se fue hace 3 días...-

-Pero aun así lo extraño...-

-Sabes que... Mejor, vámonos ya al centro comercial, a ver si ir de shopping te levanta un poco el ánimo...-

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-En el centro comercial-

-Aww Karol, te ves lindísima...-

-¿De verdad? -dijo mirándose al espejo-

-Si, toda esa ropa de maternidad te queda increíble...-

-Gracias por acompañarme Valen...-

-De nada amiga. Cuando quieras...-

Pagaron la ropa y salieron de la tienda. Iban platicando por los pasillos con las manos llenas de bolsas cuando Karol se paró frente a un aparador con ropa para bebé.

-Todavía falta tiempo para eso no-dijo Valentina detrás de ella-

-Si lo se, ni siquiera sé si va a ser niño o niña...-

- ¿Cuánto tiempo falta para saber?..-

-Poco menos de dos meses...-

-Bueno, todavía hay tiempo para que pienses en ti y en tu ropa....-

-No quiero saber el sexo del bebé hasta que Ruggero esté aquí...-dijo ella-

Y los días pasaron lentamente para Karol, a pesar de mantenerse ocupada cuidando a Victoria, arreglando el cuarto del bebé y ayudando a  Valentina con los arreglos de su boda.

Ruggero la llamaba siempre que podía, pues la diferencia de horarios hacía que fuera más difícil.

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Karol estaba sentada en un rincón, frente a ella estaba Michael parado en una plataforma y un sastre giraba alrededor de él tomando medias y clavando alfileres.
Valentina le hacía comentarios y el sastre los obedecía al pie de la letra. Pero Karol ya estaba perdida. La panza le había crecido más, y mientras la acariciaba, su mente divagaba en que podía hacer Ruggero en ese momento, y las voces de sus amigos eran solo un murmullo en sus ensoñaciones...

-Ay si, te vas a ver guapísimo el día de nuestra boda, amor...-dijo la rubia-

- Pero a mí no me gusta el traje...-dijo él-

-Pero se te ve muy bien, a mi me gusta...-

- Claro, tú lo escogiste...-

-Por eso es perfecto...-dijo ella-

- ¿No puedo opinar ni siquiera en lo que voy a usar el día de mi boda?..-habló Michael-

-Es que el traje es perfecto para la ocasión, además te ves galante, apuesto, seductor...-dijo ella-