ETERNA SEDUCCIÓN [TERMINADA]

♡CAPITULO 25♡

Ruggero estacionó el coche delante de la casa de Karol, una niña rica viviendo en una casa tan pequeña, de solo un piso, Karol era única. 

Una pequeña luz asomaba por una de las ventanas, al parecer Karol no había aceptado del todo vivir con él. La tristeza que sintió fue reemplazada por curiosidad cuando vio el otro carro que estaba estacionado junto al auto de Karol.

Bajo del carro y se acercó a una de las ventanas, pero no consiguió ver algo. Fue a la entrada para tocar el timbre, y así interrumpir...lo que sea que fuera a interrumpir. Tal vez Karol estuviera acompañada, pero no necesariamente tenía que ser de un hombre ¿verdad?

Se dio cuenta de que la puerta estaba sin seguro, así que con mucho cuidado de no hacer ruido la abrió, lento entro a la casa y con la misma cautela la cerró detrás de sí. Se acercó a la puerta detrás de la cual brillaba la única luz la única luz que iluminaba la casa, como nunca antes había estado ahí, no sabía que cuarto era, pero rogaba a Dios que no fuera el dormitorio.

-Ya es muy tarde Karol, lo mejor será que me vaya- dijo Agustín.

¡Karol estaba con un hombre!, no podía ser cierto.

-No tienes porque irte, te puedes quedar aquí- dijo ella.

¡Y Karol lo estaba invitando a pasar la noche con ella! eso le estaba rompiendo el corazón.

-No, será mejor que yo regrese al hotel, tengo que descansar y quiero tomar un baño para relajarme- dijo Agus.

-¿Hotel?, pensé que te quedarías en casa- dijo ella.

-No, no soy de esa clase de hombre, me gusta ser muy independiente, así que dame un beso y un abrazo Karol- dijo él.

-No, no quiero- dijo ella fingiendo asco.

-Anda, solo un beso chiquito- dijo agarrándola para besarla.

-No, quítame las manos de encima- logró soltarse de su brazo.

-Vaya que sigues siendo....

Ruggero entró rápidamente a la habitación sin importarle cualquier cosa.

-No te atrevas a tocarle un solo cabello, ella es MI MUJER- dijo Ruggero.

-¿Tu mujer?- lo golpeó tan fuerte en la mandíbula que Ruggero tuvo que retroceder y caer sobre el sillón.

Karol corrió al lado de Ruggero para ver si estaba bien.

-Por dios, Agustín, no me digas que de la noche a la mañana te siguieron los celos, y te empezaste a preocupar por mi- dijo ella.

Ruggero los miró furiosos

-Agustín, se giró para acomodarse la camisa, he hizo un movimiento con la mano para restarle importancia a lo que acaba de ocurrir- No lo hice por ti, Karol querida, lo hice por mi, no es bueno para la salud mental de un hermano andar escuchando como otro hombre grita a los cuatro vientos que su hermana pequeña ya estuvo con él-