Día 1

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Chicago, Illinois

Louis se despertó tarde el día en el que se suponía que comenzaba su viaje por carretera. Tenía una leve resaca y la piel pegajosa.

Cayó del sofá de Niall al suelo.

Habían sido muy duros la noche anterior, tal vez demasiado duros, en la preparación para estar nueve meses el uno sin el otro. Técnicamente, ambos estarían en casa durante las vacaciones y en su cumpleaños el veinticuatro de diciembre

Pero las bebidas hicieron más leves esos nueve meses.

Le palpitaba la cabeza mientras se levantaba del suelo para ponerse en pie, tropezando con sus propios zapatos de camino al baño. Miró su teléfono una vez se hubo las manos y se quedó mirando la pantalla fijamente. Niall le comentó que Harry vendría a recogerlo alrededor de las nueve de la mañana; considerando que faltaban dos minutos para que fuera esa hora, pensó que podría estar en una situación difícil.

Optó por no ducharse para poder recoger sus cosas y meter el cargador de su teléfono en una bolsa. Hizo todo eso mientras sentía como unos pequeños gnomos golpeaban con martillos el interior de su cráneo.

Pudo oír el sonido de un coche deteniéndose frente al complejo de apartamentos, justo a las nueve en punto. Pero lo ignoró con la intención de meter los zapatos en su bolsa.

No era posible que Harry fuera a aparecer a tiempo.

Cuando sonó el timbre de la puerta, demostró estar equivocado y eso lo hizo gemir mientras seguía sintiendo como los pequeños hombres con martillos aceleraban los movimientos contra su cráneo.

—Probablemente sea Harry —anunció Niall desde algún punto del pasillo, su voz se volvió más fuerte cuando entró en el salón —Es muy puntual.

—Podrías habérmelo dicho —protestó mientras cerraba su bolsa, sin aliento debido al esfuerzo. —Al menos habría intentado causar una buena impresión.

El rubio lo miró por encima del hombro dirigiéndose a la puerta principal —Lo siento —añadió sin entusiasmo. Louis revisó su reflejo en la pantalla del televisor mientras Niall abría la puerta.

Su voz era demasiado alta para la hora en la que se encontraban. En cambio, la voz que acompañaba a la de Niall era mucho más baja y metódica. Como una voz sacada de un audio-libro.

Se pasó las manos por el pelo, se olió la camisa para terminar encontrándose con Harry Styles.

—Aquí está —dijo cuando Louis apareció detrás de él. El rubio se movió a un lado para que Harry entrase por la puerta.

Era más alto de lo que Louis esperaba. Sus hombros eran anchos y tenía una cintura delgada. Definitivamente tenía el pelo mucho más corto que en la foto que había visto hacía apenas dos semanas.

Creía que se había olvidado de esa foto, pero claramente su subconsciente estaba esperando el momento adecuado para sacarla.

—Louis Tomlinson —se presentó en su mejor personificación de ser un adulto formal. Extendió su mano hacia Harry y no miró demasiado el roce de estas cuando Harry aceptó su mano y la unió con la suya mientras los músculos de su antebrazo se flexionaban.

—Harry —respondió —Encantado de conocerte.

—Igualmente contestó Louis en una respuesta como si se tratase de piloto automático.

Miró los pantalones negros ajustados y las converse que llevaba el chico. Su pecho estaba cubierto con una camiseta blanca y tenía el pelo retirado de su cara, enseñando así su ridícula mandíbula. Los ojos de Louis volvieron a su camiseta para leer la simple frase que esta tenía escrita:

Walk That Mile • [ls ; traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora