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¿Y si llegará alguien que les
mostrara lo divertido que puede
ser romper las reglas del juego?
¿Aceptarían?
¿O se dejarían intimidar
por el qué dirán?
¿Será que...
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El tan ansiado y proclamado lunes había llegado, Sadie Sink planeaba su venganza, aún no sabia cuál de todas las ideas que tenía sería posible que ejecutara. Ella quería realizar un acto maquiavélico y/o dañino que a Brown le proporcionara dolor y rabia, no quería simplemente cambiar su shampoo y teñirle el cabello de rojo mientras se duchaba o lanzarle un simple batido en la cabeza, quería algo más fuerte que una simple maldad o broma y por ello se la pasó toda la noche ideando su magnífico plan.
La hora del almuerzo se hacía presente y por lo tanto el plan de la pelirroja estaba por comenzar, se subió a una de las mesas y pidió la atención de la mayoría de los estudiantes que se encontraban allí presentes.
──Buenas tardes.. sé que algunos me conocen y otros tal vez no.. para los que no, soy Sadie Sink──les sonrió apretando sus labios──Y quería hacerles una propuesta
La mayoría de los estudiantes se miraron confundidos, el rostro de Millie no mostraba expresión alguna mientras que Maddie intentaba imitarla.
──Con mi compañero Aidan Gallagher los invitamos a que formen parte de nuestra reserva ecológica.. pues esta reserva formará parte del campus, además vamos a necesitar de su cooperación si es que tienen ganas de ayudar en nuestro sector de adopción de animales en situación de calle o que fueron abandonados──le hizo una seña al azabache para que se colocara a su lado──Luego del almuerzo les mostraremos con detalles en que consiste nuestra idea
La pelirroja sonrió bajando de aquella mesa y abrazando a su mejor amigo por los hombros. Habían triunfado, el rostro de Millie presentaba furia y de sus orejas parecía que iba a echar humo, Sadie Sink le había robado la idea. La idea que por tantos meses se había encargado de preparar, se la habia quitado tan solo en unos microsegundos, la castaña no tenía ni idea del daño que había ocasionado y de cómo Sadie se encargaría de devolverle todo. Ambas estaban seguras de que la guerra apenas comenzaba.
──¡Agh! La odio──exclamó Millie frustrada──¡Esa era mi idea!
──¿Rescatar animales en situación de calle? Eso no suena para nada como tú Molli──comentó Finn degustando su comida.
Millie levantó el plato de salsa y se lo tiró en la ropa──Nadie te pidió opinión
──¿Qué mierda te sucede?──exclamó indignado──¡Yo no tengo la culpa de que te hayan robado o no la idea!
La castaña rodó los ojos mientras Finn intentaba limpiar su camisa manchada de salsa.
Noah sonrió de lado──Finn tiene razón ¿Una reserva ecológica? Eso tampoco suena muy Millie
