Treinta y cuatro

7.5K 882 56
                                    

Namjoon



Mis padres se robaron a mi hijo después de la cena, luego recibí una llamada de Sejin diciéndome que me veía muy guapo en la cena, esa es su manera de avisarme que alguien publicó fotografías. La verdad es que no me he enterado de nada porque dejé de usar el teléfono desde el anuncio, solo le respondo a los chicos, a Sejin y al jefe, por supuesto, quien me asegura que todo está saliendo como él quiere respecto al ultimátum contra dispatch, rompió relaciones con ellos y les prohibió publicar contenido, noticias y de más sobre nosotros y cualquier artista de BigHit.

Miyang me ha azotado a mensajes, llamadas, correos electrónicos preguntándome si enloquecí, yo la mando a entenderse con mi abogado, si no ha venido hasta aquí, es porque tiene orden de alejamiento, no puede estar cerca de mi, Eunsook o Namjae, me siento más tranquilo de esa manera.

—Ow, recuerdo que cuando podías venir—me habla Eunsook, le doy mi atención—decíamos que había que aprovechar cada minuto antes de que tuvieras que irte.

Sonrío.

—Y caminábamos por todo este lugar casi a las dos de la mañana.

—Así es— se ríe— yo me escapaba de casa con mucho cuidado, te traía algo caliente para el frío.

—Ahora mismo hace demasiado calor y apenas son las diez de la noche, es tarde, pero no tanto.

Alzo la vista cuando ella me lo pide, señala a un hombre a lo lejos y me quejo tontamente al recordarlo, estudió con nosotros y gustaba de Eunsook. No lo culpo, no ahora, Eunsook siempre, desde pequeña ha sido preciosa, cuántos no la miraron anhelantes en aquel entonces.

—Me pregunto si nos encontraremos con más rostros conocidos.

—Espero que no, que horrible recordar que me daban celos de la mitad de los estudiantes por andar detrás tuyo.— rueda los ojos— Hablo enserio, todos ellos lucían mejor que yo, por mucho, nuestro amor peligraba.

—No me parece. Ellos eran lindos pero tu siempre has sido sexy.

—Ajá.

—No te golpeo por miedo a que haya alguien escondido esperando a fotografiar un momento viral— me río, eso no pasará más, es ilegal— y aparecer mañana en los artículos como maltratadora de estrellas.

Cambiamos el tema, me cuenta que regresa al trabajo el primero del siguiente mes y que será mi responsabilidad ocuparme de Namjae, de sus tareas y lograr que se bañe, cosa que ya hago aveces, lo último es muy complicado porque no le gusta meterse a bañar si "no se siente lo suficientemente sucio" para hacerlo, así que pueden pasar horas donde tengo que amenazarlo con que si no se baña, no le presto el celular.

Ahí si, hasta se baña él solo.

—Estamos por el que era tu vecindario.

—¿Deberíamos devolvernos?—pregunta, niego.

—No creo que nos encontremos a tus padres, no a esta hora— y es el camino más rápido a la casa de mis padres, Namjae no durará mucho sin nosotros cerca— apenas pasemos por la casa, corremos.

Se ríe, aceptando. Aceleramos el paso entre risas tontas llenas de nervios, le abrazo desde atrás y coloco mi mano en su rostro, según yo, ocultandola de los ojos chismosos que tienen los vecinos, se queja, me muerde un dedo alejándose y caminando de espaldas, escapando de mi mientras me provoca a alcanzarla.

Así nos divertimos, es gracioso para nosotros. Hasta que los ladridos de un perro gigantesco nos asustan y Eunsook suelta un grito que bien pudo despertar a toda la cuadra, me cubro la boca tratando de no reírme mientras ella trepa mi espalda buscando protección. Algunas luces se encienden y me siento culpable por alertar a las personas.

—Que vergüenza. Vámonos.

No digo nada, es que solo puedo reírme y correr con ella encima, se baja varias casas más adelante y me golpea por reírme.

—El grito no fue mio.

—Casi me muero del susto— exagerada—vamos por mi bebé, ya lo extraño.

—Por supuesto, le tengo que contar lo que acaba de pasar.

—Me caes tan mal.— se adelanta, caminando con rapidez— Quiero terminar esta relación.

—No puedes terminar conmigo, eso ya entra en la categoría de lo imposible.

—¿Quién lo dice?

—Yo lo digo. Eres mi mujer.

Se detiene. Da la vuelta y me apunta con el dedo.

—No digas ese tipo de cosas cuando estamos en la calle, la gente pensará cosas.

—No habría peligro de que alguien escuchara algo si alguien no hubiese gritado como sirena de ambulancia.

Abre la boca.

—Ya está, terminamos.

—Te amo.

—No me convences.

No tardamos mucho en llegar, Namjae no se ha dormido y nos intercepta en la entrada, alegando que la próxima lo llevemos a pasear con nosotros, así que le prometo ir al parque mañana.

—El jardín de la abuela es muy bonito, quiero un jardín así. Papá, tengamos un jardín.

—No podemos, no hay dónde tenerlo. Te compro una maceta y tierra, puedes plantar algo ahí.

Arruga la nariz.

—Está bien, por ahora si.

—Está bien, por ahora si

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
A Cool Dad;KNJWhere stories live. Discover now