Cinco

11.3K 1.2K 397
                                    

Eunsook


Consciente de que me sigue e importándome nada sus pacíficos llamados, encuentro al mismo hombre que fue a buscarnos saliendo de otra de las salas de espera, por lo que deduzco que ahí están los otros hombres con mi hijo, entro directamente porque no necesito un permiso ni nada que se le parezca.

Namjae está enseñándoles fotografías y explicando cada una, suspiro deteniendome porque aún no repara en mi presencia.

—Aquí mamá me llevó al parque de diversiones, mi tía tomó la foto.— cambia— aquí, un amigo de mamá me estaba enseñando a multiplicar y le tomé foto a la primera multiplicación que me salió correcta.

—Vaya, ya sabes matemáticas.

—Si, mamá dice que es porque soy muy listo.

Namjoon me alcanza y suspira hondamente, eso llama la atención del resto y Namjae salta fuera del asiento, corriendo hasta donde estamos, toma mi mano y sonríe.

—¿Que hablaron?—pregunta.

No quieres saber.

—Sobre qué nos veremos más seguido.

Cubro los oídos de Namjae, bufo antes de contestar a esa ridiculez.

—En tus jodidos sueños volverás a acercarte a mi hijo, idiota.

—Ya te habías tardado en soltar insultos, no has cambiado ni un poco— se inclina— sigues fascinada con huir de los problemas en lugar de enfrentarlos.

—Mira quién habla. Hipócrita.

Al igual que siempre, toma y expulsa aire para buscar paciencia.

—Tu no quieres hacer de esto un asunto legal, Eunsook.

—No serías capaz, ambos lo sabemos.

Doy por cerrado el tema cuando dejo de cubrir los oídos de mi bebé, lo cargo en brazos y sonrío con mis mejores dotes de actriz.

—Despídete, cariño.

—¡Adiós!— forma corazones con los brazos, camino hasta la salida— ¡Gracias por los chocolates!

<🐨>

—¿Puedo colgar la camiseta en mi habitación?

—Claro, cariño.

—Y ¿Puedo pasar las fotografías a la computadora para imprimirlas?

Sonreí, asintiendo también y viéndolo en acción, estaba muy contento porque habían firmado su adorada camiseta y además se tomaron fotos con él, por lo que obviamente, casi que quería llenar las paredes con ellas.

—No tengo ninguna con RM— gracias al cielo— pero él dijo que nos veríamos seguido ¿tu crees que hablaba enserio? yo no, él es muy famoso, no tiene porque verme.

Mi teléfono suena y Namjae inmediatamente me lo entrega, es un número desconocido y él sabe que no puede contestar si no ve un nombre en pantalla.

—¿Quién es?

—¿Quién más?

Cuelgo.

—¿Si te gusta el jugo o no sigo comprando de ese?

—Está bueno, pero me gusta más el de mango, el de fresa no tiene casi sabor.

A Cool Dad;KNJOnde as histórias ganham vida. Descobre agora