3- La obra

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El timbre sonó mientras mi mamá me terminaba de acomodar el vestido, mi papá abrió la puerta y un Paul con traje quedo a mi vista, sonreí al verlo y luego de estar lista salí a su lado.

—A las diez— Mi padre amenazo con su dedo indice a Paul.

—Claro que si señor, jamás le he fallado con la hora— Dijo mi mejor amigo mientras sujetaba mi mano —Pasen una linda noche— Nos dimos media vuelta y caminos a su camioneta, luego que me abriera la puerta subí, el rodeo la camioneta y subió al otro lado.

—Pasen una linda noche— Le dije burlona.

—Ahora te burlas, no se que te haga esa chica, pero te esta cambiando— Decidí no responder.

Manejo hasta mi escuela y al estacionar lo mire.

—¿A donde iras?— Le pregunté.

—Quizás por algún lugar— Baje del auto —¿Te molestaste?— Cerré la puerta y el bajo la ventana —Bien ire con Jessica.

—Lo sé, no se la necesidad de mentirme— Me sonrió —Solo no seas tan tú— Asintió.

—No le dire donde estas, eso quieres decir— Asentí —Cuidate, vendré por ti a las nueve y media.

—Te diría lo mismo, pero estando con ella solo puedo desearte suerte— Me aleje del auto.

Comencé a caminar hasta la entrada del colegió, entre tan pocas personas por primera vez me sentí nerviosa, de estar muy formal e incluso de no estar bien vestida, ella estaba en la misma columna que aquel día que nos despedimos, miraba su celular sin importar las personas que pasaban a su lado, tenia un pantalón que parecía de traje, junto con una camisa y un hoodie amarrado a su cintura, así era ella, hacía que un atuendo formal se viera totalmente informal en un segundo, al escuchar mis pasos cerca subió la vista y sonrió sin despegar sus labios.

—Te vez muy hermosa— No pude evitar ponerme aún más nerviosa —Hey, estas roja eso es lindo— Se burlo y guardo su celular.

—Es que, quiero decir...— Suspire —Estoy acostumbrada a los cumplidos, pero a ti te salen tan natural— Sonrió y estiro su brazo para que lo tomara.

—Es que ¿Quien no te dice que te ves hermosa? Todo aquel que pasaras en frente debería decirte que estas hermosa— Comenzamos a caminar —Es tan necesaria como decirte buenos días o buenas tardes, realmente eres hermosa— Sonreí.

—Gracias, tu también te ves muy bien— Negó.

—Creo que te estas confundiendo o necesitas lentes, aquí la única que se ve divina eres tú— Llegamos a la puerta del teatro —Que tan loca es esta escuela que tiene su propio teatro de dos plantas— Dijo y pasamos.

La parte de abajo estaba algo llena, y Amy me explico que eso ya era común, que muchas personas venían a ver las obras, y sin duda era algo que no sabía, subimos al segundo piso del teatro y nos sentamos algo alejadas de las personas, pero con una hermosa vista de todo el escenario, estábamos justo al frente del todo.

—Creo que por primera vez veré una obra completa— Dijo sentada a mi lado hablando con un tono bastante normal.

—Me acabas de decir que has venido a todas las obras de Harol— le dije en un tono más bajo.

—Mia estamos arriba del todo, y solo hay personas a los lados, tranquila no es una falta de respeto hablar— Dijo pero igual no podía dejar de hablar bajo —Siempre me quedo dormida, claro cuando no tengo presentación con la banda, por suerte me logre salvar de la de hoy y así estar contigo.

—¿Te quedas dormida?— Hable sin creerlo —Pero si las obras son hermosas.

—Y muy aburridas, para que ver una actuación de algo que ya leí, no lo sé— Soltó un suspiro —Pero contigo aquí dudo que me duerma.

La magia de la música (LGBT)Where stories live. Discover now