De pronto, se me pusieron los pelos de punta al segundo que uno de los hombres mencionó nuestros nombres: "Freya y Tyler"

Maldita sea.

Esto me lo confirmó. Esos cinco hombres nos estaban buscando y no para algo bueno.

Por un segundo me alivié al escuchar las puertas cerrarse. Se habían metido de nuevo en las camionetas.

Era ahora o nunca, me dije.

Me escabullí entre los coches y corrí a gran velocidad hacia la puerta del bar pero en trayecto, voltee al oír el ruido de un arma cargarse. Mierda. Me vieron.

Cuando llegué a la puerta y no pude abrirla porque se abría de adentro y observé como esos cinco hombres venían hacia mí, me temí lo peor hasta que percibí en el interior a un grupo de chicas y chicos caminar hacia la puerta con unas cajas de pizzas

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Cuando llegué a la puerta y no pude abrirla porque se abría de adentro y observé como esos cinco hombres venían hacia mí, me temí lo peor hasta que percibí en el interior a un grupo de chicas y chicos caminar hacia la puerta con unas cajas de pizzas.

Impaciente esperé a que abrieran la puerta y cuando finalmente lo hicieron, ingresé a la vez que ellos salían.

Ignore sus miradas curiosas por mi actitud y miré para todos lados en busca de Tyler pero era imposible. Había mucha gente y mucho ruido debido al murmullo y música que inundaba todo el lugar.

Bajé la mirada hacia mi teléfono cuando la pantalla se iluminó. Era una llamada entrante de Tyler.

"-¿Dónde estás?-pregunté de repente.

-En la barra esperando la pizza.

-¿Dónde? No te veo.

-¿Estás en el bar? No escucho nada, hay mucho ruido.

-Sí. Tenemos que irnos ya.-dije mientras buscaba a Tyler entre la multitud de personas que había en la barra y cuando lo encontré, me acerqué a él."

Coloqué mi mano en su hombro para que volteara.-Tyler. Tenemos que irnos de este lugar.-elevé la voz para que me escuchara pero había tanto ruido que ni siquiera me escuchó.

Se acercó a mi oreja.-¿Qué?

Amagué con hacer lo mismo que él pero era más alto asique puse mi mano por detrás de su nuca y bajé su cabeza para llegar a su oído.-Hay que irnos. Ya.

Cuando se alejó, vi su ceño fruncido.- ¿Por qué?-apenas me preguntó, la chica al otro lado del mostrador le entregó la caja con la pizza.

-Nos siguieron desde el aeropuerto.-le dije cuando me volvió a mirar.

-¿De qué diablos estás hablando?

-Antes, mientras manejabas, vi dos camionetas negras pero no le di importancia. Y ahora, esas mismas camionetas estacionaron cerca de nuestro coche.

-¿Estás segura que...?

-¡Sí! Escuché a uno de los hombres decir nuestros nombres. Nos están buscando.-terminé de decir tratando de controlar mi respiración agitada.

FREYA #3 © (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora