Una feliz navidad

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Las chicas estaban jugando, acababan de finalizar su obra de teatro y no paraban de reirse.

Apenas se había calmado la agitación, cuando apareció Hanna, diciendo que la señora March rogaba a las señoritas que bajasen a cenar.

Cuando vieron la mesa, todas se miraron alegremente asombradas. Era de esperar que su madre les diera una pequeña fiesta, pero cosa tan magnífica como aquélla no se había visto desde los pasados tiempos de abundancia. Había helados de dos clases, de color rosa y blanco, y pastelillos, frutas y dulces franceses muy ricos, y, en medio de la mesa, cuatro ramos de flores de invernadero.

La sorpresa las dejó mudas; miraban estupefactas a la mesa, y después a su madre, que parecía disfrutar muchísimo del espectáculo.

‐¿Lo han hecho las hadas? ‐preguntó Amy.

‐Ha sido San Nicolás ‐dijo Beth.

‐Mamá lo hizo ‐repuso Meg, sonriendo dulcemente, a pesar de la barba cana que todavía llevaba puesta.

‐La tía March tuvo una corazonada y ha enviado la cena ‐gritó Jo, con inspiración súbita.

‐Todas se equivocan; el viejo señor Laurence lo envió ‐respondió la señora March.

‐¿El abuelo de ese muchacho Laurence? ¿Cómo se le habrá ocurrido tal cosa? ¡Si no lo conocemos! ‐exclamó Meg.

-Lo ha hecho porque ha oído lo que hicieron con su desayuno; es un señor excéntrico, pero eso le gustó. Conoció a mi padre hace muchos años, y esta tarde me envió una carta muy amable para decir que esperaba que le permitiese expresar sus sentimientos amistosos hacia mis niñas, enviándoles unas pequeñeces, con motivo de la festividad del día. No podía rehusar, y es así como tienen esta noche una pequeña fiesta para compensarlas del desayuno de pan y leche.

‐Ese muchacho ha puesto la idea en la cabeza de su abuelo; estoy segura de esto-dijo Jo- Es muy simpático, y me gustaría que nos tratáramos. Parece que quisiera tratarnos; pero es tímido; y Meg es tan correcta, que no me permite hablar con él cuando nos encontramos ‐dijo Jo, mientras circulaban los platos y los helados empezaban a desaparecer entre un coro de exclamaciones alegres.

‐¿Quieres decir la gente que vive en la casa grande de al lado?‐preguntó una de las chicas

-Mi madre conoce al señor Laurence, pero dice que es muy orgulloso y no le gusta mezclarse con sus vecinos. Tiene a su nieto encerrado en casa, cuando no está paseando a caballo o en compañía de su maestro, y lo hace estudiar mucho. Lo invitamos a nuestra fiesta, pero no vino. Mamá dice que es muy amable, aunque no habla nunca con las muchachas.

‐Nuestro gato se escapó una vez y él lo devolvió, y yo hablé con él por encima de la valla. Nos entendíamos muy bien, hablando del criquet y de cosas por el estilo, pero vio venir a Meg y se marchó. Tengo la intención de hacer amistad algún día, porque necesita diversión, estoy segura ‐dijo Jo decididamente.

‐Me gustan sus modales y parece un verdadero caballero; de modo que si se presenta ocasión oportuna, no me opongo a que entables amistad con él-dijo Meg

-El mismo trajo las flores, y lo hubiera invitado a entrar de haber estado segura de lo que estaba ocurriendo arriba. Parecía estar deseoso de quedarse al escuchar risas y juego, que él no tiene, seguramente, en su casa.

‐Me alegro de que no lo hicieras, mamá ‐dijo Jo, riéndose y mirando sus botas- Pero alguna vez tendremos una función a la cual él pueda venir. Quizá querrá interpretar un papel; ¡qué divertido sería!

Jo miró por la ventana, como agradeciendo por la cena mentalmente "al chico de alado" e incluso le parecio verlo mirando por la ventana.

Jo miró por la ventana, como agradeciendo por la cena mentalmente "al chico de alado" e incluso le parecio verlo mirando por la ventana

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Escrito basado casi en su totalidad en el libro con un poco de la mini serie de bbc (2017).

Momentos: Jo & LaurieTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang