Vecinas incontrolables | Supercorp

Capítulo 45

—¿Te vas a casar? —preguntó Lillian por decimotercera vez.

—Sí, madre —suspiró mientras movía el móvil de un lado a otro para prepararse un café—. Me voy a casar dentro de tres meses, después de mi cumpleaños.

—Te vas a casar dentro de tres meses... —repitió nuevamente Lillian atónita con aquellas palabras.

—Mamá, llevas diciéndome eso todo el rato. ¿Por qué parece que te cuesta tanto creerlo?

—Porque sé que no estás enamorada de ese muchacho, Lena... —se sinceró la mayor de los Luthors, pero Lena puso ojos en blanco—. Ya sé que me dirás que no lo conozco mucho, que lleváis casi dos años, que no me hablas mucho de él porque estás más ocupada con el trabajo al igual que él y un largo etcétera...

—Pero te aseguro de que él es el hombre perfecto y me quiere a pesar de todo. Me trata genial, es educado... Vaya, para no quererlo yo... Tú lo viste y más en la boda de Lex... —interrumpió la pelinegra mientras se adentraba en su oficina.

—¿No crees que es demasiado pronto, cariño? —preguntó esperanzada, pero su hija nuevamente suspiró.

—Mira tú por dónde. Me dijiste que yo sabría qué hacer con mi vida y ahora parece que dudas de mis decisiones —se quejó mientras se sentaba con su café.

—Es que ha sido repentino, Lena. No querías casarte todavía y ahora... Solo lo estoy asimilando o entendiéndolo, creo... —su tono cambió e intentó por todos los medios sonar amable, pero ella no quería mentir—. Lo siento mucho, pero no creo que estéis enamorados. A pesar de haber mantenido las distancias, te sigo conociendo.

—Joder, mamá, ¿por qué me dices eso?

—Porque él no brilla alrededor de ti y tú menos todavía... —le lanzó una sonrisa de complicidad, pero Lena inmediatamente lo rechazó.

—Entonces, se lo dirás tú a Lex como él hizo conmigo, ¿verdad? —la ignoró, pero bromeó para no ser tan obvia.

—Lo haré... —asintió su madre derrotada.

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—Mamá, te juro que no me lo creo. Tenía el presentimiento que iba a decir que no, que Lena iba a esperar, pero me dio la sensación de que cuando me miró, cambió de opinión. ¡Si ni siquiera se veía tan enamorada de él! Vaya, apuesto a que no lo está. Ni él ni ella, vamos, te lo aseguro al cien por cien —gruñó Kara abrigándose con su bata.

—Mi amor... —intentó tranquilizarla nuevamente, pero fue en vano.

—Es que ni siquiera me habla tanto de él; solo que sale de tarde trabajar, que lo veía cuando podía y mucho que es... Lo mismo que le dice a Sam o a Diana, para que veas... —comentó de nuevo haciendo que Eliza asintiera otra vez—. ¡En ningún momento me dijo que tenía la idea de casarse con él y yo pensaba que éramos amigas de nuevo para hablar de lo que sea, pero está claro que no! Hasta en navidad dijo delante de todos que casarse no estaba en sus planes... ¡No hace más de una semana! Y ni la opinión cambia ni se decide algo importante de un día para otro, ¿verdad? —preguntó por enésima vez. Eliza intentó de nuevo hablar, pero Kara siempre la interrumpía—. ¡Ni siquiera se lo comentó a Samantha que es su mejor amiga! ¡Todos se lo han tomado por sorpresa! —chilló haciendo que Aslan ladrara e inmediatamente se relajó al ver que se paró en sus pies—. Perdón, mi niño... —cogió al perro entre sus brazos y nuevamente miró al móvil—. Dios, de verdad... No sé ni que pensar...

—Kara, cariño... —esta vez la rubia se peinó el cabello y observó a su madre. Por fin le dio el voto para hablar—. Sé que me dijiste que volvisteis a ser amigas y os he visto unidas realmente, pero te lo tengo que preguntar... ¿Todavía sigues enamorada de Lena? —dudó un poco, pues Kara a pesar de que había vuelto a ser traviesa, no sabía mucho sobre su relación después de que volviera a ser amiga de la hija de su vecina y no supo bien si esos sentimientos volvieron a florecer, pero viendo su actitud y conociendo a su hija...