𝙰𝚌𝚝

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New York está compuesta por millones de personas diferentes, y todos vienen aquí buscando algo. - Lindsey Kelk.

-Bueno, esto es América .- Dijo Marcus.

-Esto es América .- Afirme.

Estábamos parados con nuestras maletas afuera del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy. Estamos muy cansados, ya que tuvimos que hacer muchos papeleos migratorios antes de salir del aeropuerto. En New York ya eran las ocho, la noche había caído sobre nosotros pero todo se sentía tan bien, como si las preocupaciones se hubiesen quedado en el avión. Una de las chicas que nos atendió nos recomendó que tomáramos el tren en vez de un taxi, en un primer momento no entendimos por qué para nosotros los trenes nos llevan de una ciudad a otra cuando las distancia son muy grandes, pero en New York no es así. Apenas íbamos subiendo al tren vimos a una chica que estaba evidentemente complicada llevando sus tres maletas, una guardia la ayudó. Todavía no entiendo por qué lleva tantas maletas.

-¿Algún día te veré así? .- Pregunto mirando a la chica.

-¿Así cómo? .- Le pregunté.

-Con mil maletas y cartera y cosas así .- Exclamó.

-Sí .- Afirme, él me miró con cara de disgusto.

-Cuando tenga mi propio jet privado llevaré muchas maletas, Marcus .- Exclamé mientras él se reía. En 25 minutos estuvimos en la estación Howard Beach Station donde nos teníamos que bajar para poder tomar un taxi que nos llevaría finalmente a la casa de mis padres. Recorrer las calles de New York de noche y en taxi es lo mejor que les puede pasar en la vida. Yo me sentía como si estuviera en una de las películas que veía con Harry cuando los dos vivíamos en Holmes Chapel.

El departamento quedaba a 20 minutos de Central Park y a 10 minutos de la sede de la agencia de modelaje, la locación era no nos demoraríamos tanto en trasladarnos de un sitio a otro. Estaba ubicado en el barrio residencial West Village en Manhattan, específicamente en la calle 51 Morton, edificio 54, en el último piso de cuatro. Yo y Marcus estábamos parados al frente del edificio observando.

-Es bonito .- Exclamó Marcus.

-Si muy bonito .- Afirme. La fachada era de un color vainilla destacando de las otras que eran de tonos rojizos, tiene una balcón en el primer piso, además de que todos los demás véase la ventanas y la puerta era negras haciendo que se viera elegante.

-Entremos estoy cansado .- Dijo Marcus mientras sacaba de su mochila las llaves de la casa. Yo le asentí mientras tomaba mi maleta. Apenas entramos no recibió el recepcionista, era un abuelito, no tan viejo, pero se notaba que al menos tiene 60 años o más.

-¿Ustedes deben ser los viajeros que se quedaran en el departamento del señor Harrell? .- Afirmó.

-Sí, somos sus hijos.- Dijo Marcus. Yo quede sorprendida, Marcus de verdad que quería ser mi hermano a toda costa.

-Me lo imaginaba se parecen, ante cualquier duda o problema me llaman a este número .- Dijo el caballero mientras anotaba algo. Le paso el papel con el número a Marcus, le agradecimos y subimos las escaleras.

-Porque no tiene ascensor .- Dije mientras paraba, íbamos en el segundo piso.

-El edificio tiene cuatro pisos, no necesitas ascensor .- Afirmó Marcus.

-Vamos faltan solo dos pisos .- dijo mientras me quitaba mi mochila y la ponía en su hombro.

Con un poco de esfuerzo llegué al cuarto piso, fuimos directamente al final del pasillo donde se encontraba el departamento. Entramos despacio ya que no encontrábamos el interruptor de la luz. El apartamento era grande, tenía los muebles justo aunque se veía un poco vacía. Mi madre me había explicado un poco como era el departamento así que sabía que había dos habitaciones para los dos, yo obviamente me quedaría en la habitación de mi padres además esa habitación tiene un pequeño baño privado. Apenas estuve en mi habitación llamé a mi madre, sabía que estaría preocupada hasta que la llamara.

𝐇𝐎𝐌𝐄Where stories live. Discover now