Fue normal que esa noticia fuese sorpresa y tuviese un impacto porque a ella le encantaba meterse con Lena y tener un acompañamiento a Kara con esas bromas de niñas pequeñas. Ella obviamente no estaba a favor de los cuernos y menos con un chico tan bueno como reflejaba Clark. Sin embargo, no quería hablar hasta que la pelinegra le contase toda la historia.

—Te acostaste anoche con Kara... —repitió Sam haciendo que Lena asintiera.

—Y en el instituto... —susurró agachando la cabeza, observando de reojo como su mejor amiga miraba su taza de café vacía.

—Y en el insti... ¡ESPERA! ¿¡QUÉ!? ¿¡TE HAS ACOSTADO CON KARA MÁS VECES!? —gritó haciendo que Lena le tapara la boca.

—No chilles —susurró alto con una mueca—, que ella es mi vecina —le recordó, pero Sam le apartó las manos.

—¿Cuándo ha sucedido eso y cómo es que no me he dado cuenta? —gruñó casi riendo, alucinada, y luego cogió las manos de Lena que suspiró cuando su mejor amiga dijo—: Ahora sí que me vas a contar todo.

—Me acosté con Kara dos veces en el último año del instituto. Sinceramente la primera no me acuerdo porque fue en fin de año y estaba borracha... ya sabes... Lo único que recuerdo es que ella estaba desnuda y yo sin bragas, aunque la segunda vez hizo que me imaginara la primera y fue por una apuesta que perdí unos cuantos días después...

—Una apuesta... Dios, ahora entiendo cuando Kara dijo aquel verano que no ibas a mojar en siete años... Fue en ese momento, ¿no? Porque era ella y hablaba de meses —ató cabos haciendo que Lena asintiese y Sam comenzó a reírse mientras la pelinegra arrugaba la frente poco a poco—. Es gracioso porque no has mojado hasta que han pasado siete años y encima con la misma chica.

—No es gracioso, Sam. Le he puesto los cuernos a Clark —le recordó peinando su cabello y la morena inmediatamente borró la sonrisa.

—Vale... y esta tercera fue por...

—Fue porque... ella me besó y yo... le devolví el beso —susurró poco convencida porque, aunque quería contar la historia, no estaba preparada para escuchar un "te lo dije" por parte de Sam.

—¿Lena? —le sacó de sus pensamientos con la ceja alzada, cruzándose de brazos e instando a que continuara. Lena respiró y apretó los puños.

—Joder, mira sí. Tenías razón en una cosa; al final me llegó a gustar Kara, pero lo oculté porque tenía miedo; todas os metíais conmigo. Sobre todo ella con tantas vacilaciones durante toda mi infancia y más cuando Kara me escupió diciendo que estaba enamorada de mí antes del accidente —casi gritó y, antes de que Sam pudiese interrumpir, Lena se adelantó a sus ideas—. No le dejé de hablar por eso por si te lo estás preguntando; discutimos y Kara prácticamente me echó de su vida, por eso dejé de hablar con ella porque me sentí como si nunca hubiéramos sido amigas —respiró hondo para tranquilizarse—. Pero conforme pasaba el tiempo, supe la verdadera razón, lo de la beca. Y un día la vi... físicamente mal, y me di cuenta de que actué como una idiota y me sentí culpable por lo que le había pasado. Decidí que tenía que rehacer mi vida porque ella no me iba a perdonar; conocí a Clark y pensé que podría funcionar y realmente me gusta mucho.

—Pero cuando viste a Kara... —adivinó su mejor amiga haciendo que Lena asintiera.

—Cuando la vi después de tanto tiempo, siendo la misma estúpida, arrogante, prepotente e idiota de mi vecina... Y a la vez tierna, cariñosa y amable... Parecía que no había pasado absolutamente nada. Por supuesto, ella me echó en cara muchas cosas de las cuales tiene razón cuando tuvo la oportunidad de hacerlo, pero yo también quería explicarme y le pedí el favor que me escuchara cuando estuvimos en aquella cafetería...

Vecinas incontrolables | SupercorpWhere stories live. Discover now